Esperaba del PP otra cosa

La mayoría de los votantes del PP esperábamos de este partido otra cosa. En terreno económico está haciendo lo que puede, diríamos que ha cogido el toro por los cuernos, pero en el  terreno moral,  al menos tal y como la entendemos los católicos, está dejando mucho que desear. Es verdad que lleva muy poco tiempo en el poder, pero en ese poco tiempo ya se le ven tendencias.

                Habrá que dejar claro que PP no equivale a visión cristiana de la vida. En ese partido hay de todo. Hay  cristianos comprometidos, pero me parece que van a pintar poco.  Parecía que el Ministro De Guindos  era un hombre de valores serios, y empieza nombrando a Carmen Vela, abortista, como Secretaria de Estado de Investigación. Dicen algunos que será para que siga investigando con fetos humanos.  ¿No había otros científicos de su categoría para ese puesto?

                La Sra. Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid me sale defendiendo el matrimonio entre homosexuales, y dispuesta a celebrar con mucho gusto este tipo de “matrimonios”.  De lo demás ya veremos cómo piensa.  Esperemos que su republicanismo no sea de los incendiarios.

                La Sra. Vicepresidenta, que parece buena mujer y muy competente, está casada por lo civil, y en su día alardeó de ello. Está en su derecho, faltaría más.

                La Sra. De Cospedal  divorciada y vuelta a casar.  También está en su derecho. Y no investiguemos más al partido que nos podemos llevar una gran sorpresa.

                La economía es un asunto de primer orden, pero “no solo de pan vive el hombre”.  También de pan, pero no somos solo estómago.  La cultura, la religión, los valores humanos, los principios morales, etc.,  también son alimento del ser humano. Y un partido que nos enseñó el señuelo de ser otra  cosa muy distinta del socialismo, debe demostrarlo.  Lo primero que hizo Zapatero cuando ganó las elecciones fue repatriar a los soldados que luchaban en Irak. Lo primero que tenía que haber hecho Rajoy al llegar al poder es acabar con esa otra guerra que se llama aborto.

                Hay que respetar la laicidad del  Estado. Pero ¿qué entiende la Doctrina Social de la Iglesia sobre laicidad? “La laicidad indica en primer lugar la actitud de quien respeta las verdades que emanan del conocimiento natural sobre el hombre que vive en sociedad, aun que tales verdades sean enseñadas al mismo tiempo por una religión específica, pues la verdad es una. Buscar sinceramente la verdad, promover y defender con medios lícitos las verdades morales que se refieren a la vida social –justicia, libertad, el respeto de la vida y de los demás derechos de la persona- es un derecho y un deber de todos los miembros de una comunidad social y política” (Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 571).

                A los millones de votantes del PP les urge saber lo que piensa el Gobierno sobre esos temas vitales  (derecho a la vida, familia, cultura, libertad religiosa, educación para la ciudadanía, matrimonio…) No quiere decir que defendamos el pensamiento único, y lentejas para todos, pero sí que se tengan en cuenta los valores que dimanan de la dignidad de la persona humana. 

                Se cumple una vez más el Evangelio: “Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz”. Todos no somos iguales, no tenemos el mismo talante, pero que no nos tomen por tontos.  En algo sí nos debemos diferenciar, porque si no ¿para qué tanto tinglado político y tanta gente viviendo a costa de nuestros votos?  “Por los frutos los conoceremos” .

                Decía Ramón y Cajal: “En política todo necio es peligroso mientras no demuestre con hechos su inocuidad”.   Esperemos que esa inocuidad se demuestre pronto para convencernos  de que no hay necios entre los que nos gobiernan. Y esto que digo lo piensan muchos, lo que pasa es que algunos tenemos la oportunidad de manifestarlo en público.

Tal vez habrá que esperar un poco.

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Juan García Inza

Juan.garciainza@gmail.com