Leyendo entre clichés

23 septiembre 2011 00:00

Los clichés están a la orden del día. Se pueden encontrar en la televisión, en el café de la mañana o en el bar con los amigos. Me refiero, por supuesto, a esas frases enlatadas que quedan muy bien cuando se dicen, principalmente porque nadie sabe cómo contestar. Lo que ocurre con estas frasecitas es que se ven huecas en cuanto se examinan.

Sugiero aquí una “lectura entre líneas”, enfrentar lo que parece que dicen esos clichés a lo que dicen en realidad, para arsenal del lector en tertulias y conversaciones varias. Y si puede ser para quitarse alguno, mejor. Porque, por desgracia, lo más común entre el homo sapiens es guiarse por clichés y no por razones y poco será el trabajo que se dedique a invertir esta práctica.

Sin más, ahí va la lista:

“Nadie está en posesión de la verdad” - La favorita para quedar como ecuánime, culto y sabio. Un clásico. Podría decírsele al usuario aquello de que “nadie” excepto él, que acaba de afirmar esto como verdad absoluta. Pero entre líneas nos está diciendo: “no sé razonar y me da pereza hablar de cosas complicadas ¿Podemos pasar al fútbol, por favor?”
“Yo soy como soy” - Nada como este cliché para dejar claro que eres una persona con una “gran” personalidad. Lo que yo oigo es: “No estoy dispuesto a esforzarme por nadie: ni por mis amigos, ni por mi familia, ni por Dios, …”
“Yo con mi vida hago lo que quiero” - Usualmente como replica que termina cualquier consejo bien o malintencionado. Nada como esta frase para dejar sin palabras a los contertulios. Entre líneas: “No me aconsejes que no acepto consejos.” Lo que no sabe es que acabará siguiendo los consejos de la TV. A éste además le recomendaría la frase de San Bernardo: “El que se convierte en maestro de sí mismo, se hace discípulo de un necio.”
“Yo vivo mi vida” - Salvando el chiste de “desde luego no vas a vivir la mía” lo que el sujeto nos quiere decir es: “Haré lo que me interesa, lo que me gusta, lo que me apetece y a los demás, que les dén...”
“No me arrepiento de nada” / “Si volviera nacer, haría lo mismo” - Una de las frases de lata que más me indignan. Desde aquí pido “tolerancia cero” para sus usuarios. Gracias a Dios ya está pasando de moda. Tras esta blandurria muestra de egocentrismo, se esconde o una ignorancia absoluta o una maldad idiota.

Esto solo es, como se suele decir, la punta del iceberg. No es oro todo lo que reluce, y los clichés contienen un transfondo pernicioso y, sobre todo, una ausencia total de razonamiento. Quede esta lista para empezar a combatir los clichés. Y ya de paso, para quitarnos los que podamos tener. ¿O no tiene usted ninguno?

D’Artagnan

Fuente de la imagen: Tom Newby Photography / Creative Commons Attribution 2.0