Lo más impresionante
Yo fui uno entre el millón y medio de jóvenes que estuvo bajo la lluvia en la Vigilia de Oración y Adoración de Cuatro Vientos.
Cuando la tormenta de verano pasó, el Santo Padre nos dirigió unas entrañables palabras que nunca olvidaremos: “Queridos jóvenes… hemos vivido una aventura juntos”. Con esta sencilla y encantadora frase supo conectar con los deseos más íntimos que todos y cada uno de nosotros albergaba en su interior: estar junto a él para acompañar a Nuestro Señor.
Y así fue.
Minutos después el Infinito se nos mostró en una sagrada forma para adoración de cientos de miles de jóvenes que rodilla en tierra reverenciaron serenos tan inconcebible misterio.
No dudo por eso en afirmar que fue esta Adoración Eucarística lo más impresionante de estas jornadas y no es extraño (más bien me consta) que, ante tal espectáculo de fe, muchos indiferentes se hayan sentido interpelados y muchos engañados se hayan desengañado.
Me refiero con esto a que durante años “les han vendido” una iglesia moribunda, una religiosidad anticuada y un catolicismo residual. Por ello, constatar la adhesión de millón y medio de jóvenes como se pudo ver esa noche seguro que reavivó los rescoldos de ese cristianismo que olvidaron. Ojala sea así.
Y así es como a los cristianos siempre nos deben encontrar:
Firmes en la fe… y activos en la evangelización.
Porthos