Cenáculos Contemplativos de la Divina Misericordia
Cenáculos Contemplativos de la Divina Misericordia
por Juan García Inza
En torno a Jesucristo de la Divina Misericordia van surgiendo importantes iniciativas que ayudan especialmente a los fieles laicos a conocer mejor a Dios Amor, y relacionarse con El con toda confianza. Son millones las personas las que rezan cada día la “Coronilla de la Divina Misericordia”. El Cuadro que Jesucristo mandó pintar a Santa Faustina se venera en muchos hogares y templos católicos.
Una iniciativa que promueve la H. María Ángeles Expósito, laica consagrada a Dios de Miami, son los Cenáculos Contemplativos de la Divina Misericordia. Es una sencilla reunión de oración muy dinámica e íntima que los grupos hacen una vez al mes. Tienen la aprobación de la Jerarquía y la bendición del Papa. La Fundadora lo va extendiendo por toda Hispanoamérica y tenía muchos deseos de implantarlos en España.
Un día recibo un E- mail ofreciéndome la posibilidad de venir a España, y en concreto a mi templo que es Santuario de la Divina Misericordia. Le conteste que la esperábamos con los brazos abiertos. Pasaron unos meses, y por fin este miércoles, día 7 de Junio, vinieron desde Miami exclusivamente a poner en marcha este Cenáculo de Oración. Nos juntamos un buen grupo, y tengo que decir que tanto el método como el contenido llegaron al corazón de todos. Se creó una clima de autentica oración contemplativa. Se lee, se ora, se canta, se comparten sentimientos y problemas, y todo ello en poco más de una hora que se hace muy corta.
Estos Cenáculos están abiertos a todo tipo de persona. Solo deben saber que van a orar y abrir en serio el corazón a Dios. El resto lo hace la Gracia. Entre los reunidos había un juez, profesores, amas de casa, gente sencilla, solteros y casados, jóvenes y mayores. Todos unidos. La opinión común nos supo a poco a todos, y a mí como sacerdote. Los Cenáculos se celebran una vez al mes, y para cada mes hay material distinto en oraciones, ofrendas, lecturas, etc.
Quiero desde el Blog dejar constancia de que esto es una obra de Dios, y que vale la pena fomentarlo, haciendo las cosas con fidelidad, para que tantos corazones fríos que deambulan por la Iglesia y por la calle encuentren el Amor de Dios.
El que quiera puede solicitar información a mi dirección de correo.
Juan García Inza