Déjame que te explique la vida
Déjame que te explique la vida
por Juan García Inza
El día primero, Dios creó el perro y le dijo: “Siéntate todo el día junto a la puerta de tu casa y ladra a todo el que entre o pase delante. Te daré por este servicio veinte años de vida”.
El perro dijo: “Demasiado tiempo ladrando ¿Qué te parece darme diez años y te devuelvo los otros diez?”
Dios estuvo de acuerdo.
El día segundo, Dios creó el mono y le dijo: “Divierte a la gente, haz monerías y hazles reír. Por este servicio te daré veinte años de vida”
El mono dijo: “Hacer monerías durante veinte años es demasiado tiempo divirtiendo a la gente. ¿Qué te parece si te devuelvo diez años como el perro?
Y Dios estuvo de acuerdo.
El día tercero, Dios creó la vaca y dijo: “Trabajarás los campos durante todo el día y sufrirás el calor de los días, tendrás terneros y darás leche para alimentar la familia del campesino.
Por este servicio te concedo vivir durante sesenta años”.
La vaca respondió: “Me ofreces una vida muy dura. ¿Qué te parece veinte años y te devuelvo los otros cuarenta?
Y Dios estuvo de acuerdo.
El día cuarto, Dios creó el hombre y le dijo: “”Come, duerme, juega, cásate y disfruta la vida. Te daré 20 años.”
Pero el hombre dijo: “¿Sólo veinte años? ¿Podrías darme mis veinte años, más los cuarenta de la vaca, más los diez del mono, más los diez del perro y así podría vivir ochenta años?
“Muy bien”, dijo Dios, “tú lo has querido”.
Esto es por lo que durante los veinte primeros años comemos, dormimos, jugamos y disfrutamos.
Los cuarenta años siguientes trabajamos como esclavos para mantener la familia.
Los diez años siguientes hacemos monerías para divertir a los nietos.
Y los diez años siguientes, sentados a la entrada de la casa, ladramos a todos.
Ahora te ha sido explicada la vida. Tal vez el relato no lleve razón. En ese caso habremos sido más humanos que animales.