No es una anécdota. Es una actitud ante la religión
por Manuel Morillo
Hoy termina el Año Santo Jacobeo a pesar de los intentos del PP de prorrogarlo.
El desprecio de los dirigentes del Partido Popular al catolicismo y los católicos, a pesar de que forman la mayoría de sus electores, no tiene líminites y ya, ni siquiera guarda ni las formas:
Pretenden manipular los Años Santos para que se adapten a sus intereses.
Les importa un comino mil años de Tradición jacobea sobre la periodicidad de los años santos, les importa un comino el Derecho Eclesiástico, les importa un comino que el Año Santo sea un medio de ganar indulgencias (facilitando la Salvación Eterna),...
El Partido Popular se toma el Año Santo Jacobeo como superstición que se puede doblegar para su beneficio partidista:
El Gobierno de Feijóo ha intentado que la Iglesia prorrogue el Jubileo durante 2011, tal y como anunció el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, a mitad de año. Como si fuera un plazo administrativo.
Afortunadamente el Arzobispo, sensato, ignoró la propuesta, y triunfó el derecho canónico (y el sentido común) frente a los intereses partidistas del Partido Popular, que es lo único que tienen por sagrado sus dirigentes centroreformistas
El desprecio de los dirigentes del Partido Popular al catolicismo y los católicos, a pesar de que forman la mayoría de sus electores, no tiene líminites y ya, ni siquiera guarda ni las formas:
Pretenden manipular los Años Santos para que se adapten a sus intereses.
Les importa un comino mil años de Tradición jacobea sobre la periodicidad de los años santos, les importa un comino el Derecho Eclesiástico, les importa un comino que el Año Santo sea un medio de ganar indulgencias (facilitando la Salvación Eterna),...
El Partido Popular se toma el Año Santo Jacobeo como superstición que se puede doblegar para su beneficio partidista:
El Gobierno de Feijóo ha intentado que la Iglesia prorrogue el Jubileo durante 2011, tal y como anunció el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, a mitad de año. Como si fuera un plazo administrativo.
Afortunadamente el Arzobispo, sensato, ignoró la propuesta, y triunfó el derecho canónico (y el sentido común) frente a los intereses partidistas del Partido Popular, que es lo único que tienen por sagrado sus dirigentes centroreformistas
Comentarios