¿Que es el Cristo total?
por Juan del Carmelo
¿Qué significa la expresión “Cristo total”? Cristo total es la expresión que usa San Agustín para denominar a lo que nosotros conocemos con el nombre de “Cuerpo místico de Cristo”. Escribe San Agustín y nos dice: “Todos los hombres son uno en Cristo y la unidad de los cristianos no constituye, sino un solo hombre…. Y ese hombre es todos los hombres, y todos los hombres son este hombre; porque todos son uno, ya que Cristo es uno…. No existe sino un hombre que alcance hasta el fin del tiempo. Este es el “Cristo Total”. Cristo unido con la Iglesia”.
Cuando rezamos el credo decimos: Creo en la comunión de los santos, el perdón de…. ¿Y que es la comunión de los santos? Comunión es un término que viene del latín communio, onis, y expresa la idea de participación común de todos. La comunión de los santos es la participación que los fieles tienen y gozan de todos los bienes espirituales, mutuamente entre sí, como partes y miembros de un mismo cuerpo de un Cristo total El bien de todos se convierte en el bien de cada uno, y el bien de cada uno se convierte en el bien de todos.
En San Pablo podemos leer: “Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan, 25 a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios.26 ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría. 27 Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo.28 En la Iglesia, hay algunos que han sido establecidos por Dios, en primer lugar, como apóstoles; en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como doctores. Después vienen los que han recibido el don de hacer milagros, el don de curar, el don de socorrer a los necesitados, el don de gobernar y el don de lenguas.29 ¿Acaso todos son apóstoles? ¿Todos profetas? ¿Todos doctores? ¿Todos hacen milagros?30 ¿Todos tienen el don de curar? ¿Todos tienen el don de lenguas o el don de interpretarlas?31 Ustedes, por su parte, aspiren a los dones más perfectos. Y ahora voy a mostrarles un camino más perfecto todavía. ”. (1Co 12,24-31).
Y, ¿Quiénes forman parte de este Cristo total o cuerpo místico? Este alcanza a todos los hombres que han existido o existirán desde el comienzo hasta el fin del mundo. Los condenados son los únicos que están excluidos para siempre. El Cuerpo místico está constituido no solo por los hombres sino también por los ángeles. La liturgia de los hombres en la tierra, está asociada a la liturgia de los ángeles en el cielo. Nada de extraño hay en ello, puesto que, como señala Santo Tomás de Aquino “los hombres y los ángeles están ordenados a un solo fin que es la gloria de la bienaventuranza divina”. Pues el Cuerpo místico de la Iglesia no se compone solo de hombres, sino también de ángeles. Y Cristo es, la cabeza de esta multitud, nos dice también Santo Tomás de Aquino.
Y el Espíritu Santo es el alma del Cuerpo Místico. Sin embargo la Iglesia es un cuerpo espiritual, y por eso no podemos hablarse de él como masculino o femenino, aun cuando la tradición se refiera a él como Esposa y Madre, escribe Hahn Scott. De forma similar, Dios es trascendente y por lo tanto no podemos hablar de Dios como si tuviera cualidades masculinas o femeninas, aun cuando las dos primeras personas son llamadas propiamente Padre e Hijo”. En definitiva, lo que el alma es al cuerpo del hombre, eso es el Espíritu Santo al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. El Espíritu Santo hace en toda la Iglesia, lo que el alma en todos los miembros de un mismo cuerpo. Si algún día faltara el Espíritu Santo, la Iglesia se convertiría en un cadáver.
La pertenencia al Cristo total, tiene tres categorías cuales tradicionalmente son: La iglesia que peregrina por la tierra, en definitiva nosotros actualmente, hasta que seamos llamados a la casa del Padre. La iglesia purgante, que está constituida por aquellos que habiendo abandonado este mundo, aún no se encuentran ellos, lo necesariamente purificados para poder contemplar el rostro de Dios. Y la iglesia de los santos, a la que todos aspiramos llegar.
El Catecismo de la Iglesia católica en su parágrafo 962, nos dice que: "Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; y creemos igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones" (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 30).
Cuando el mundo acabe, solo quedará una única categoría de espíritus glorificados, la de los ángeles y la nuestra. Es conveniente tener claramente la idea de lo que es y representa nuestro “Cristo total” o “Cuerpo místico de Cristo”. La idea que nos debe de presidir aquí, es la de que no somos únicos, ni tampoco independientes, el bien o el mal que ejecute otra persona nos afecta a todos, pues todos formamos parte de un todo que es Cristo total. Benedicto XVI en su época de Cardenal escribía: “Todo hombre existe en sí y fuera de sí; cada hombre existe al propio tiempo en los demás, de suerte que lo que ocurre en un individuo repercute en la totalidad de la humanidad, y lo que ocurre en la humanidad le sucede también en él”. En otras palabras, todos somos y a todos nos afectan los males y bienes espirituales de los demás. A este respecto hay una expresiva frase que dice: “La gente se salva y se condena en racimos”. De la misma forma que las oraciones de los demás nos benefician, también nuestros pecados no solo nos perjudican a nosotros sino a todo el Cristo total, porque el misterio de la solidaridad humana alcanza en Cristo una magnitud insospechada.
La vida divina de Cristo, nos es comunicada a través de su Iglesia o Cuerpo místico, exactamente igual que a través de su vida divina, también nos fue comunicada mientras Él estuvo sobre la tierra. Entonces usó su naturaleza humana como instrumento de su divinidad y usó cosas materiales como signos y símbolos para expresar el otorgamiento de su perdón, y ahora usa otras naturalezas humanas y cosas materiales como instrumentos para la comunicación de la misma vida divina.
Con respecto al cuerpo místico o empleando el vocablo de San Agustín Cristo total. La Iglesia es un banquero espiritual, escribe el obispo Sheen. Tiene todos los méritos de la Pasión de Nuestro Señor y su Bendita Madre, con todos los méritos de los mártires, confesores y los pacientes sufrimientos de las persecuciones del presente. Todos estos méritos son mucho mayores que los necesitados para la salvación de la gente buena y santa. La Iglesia toma este exceso y lo incluye en su tesorería y lo aplica a todos sus débiles y heridos que no pueden pagar todas las deudas que tienen por sus pecados. La iglesia establece ciertas condiciones para el uso de estos tesoros, como también lo hacen los banqueros. Los usuarios de estos beneficios, han de hallarse en estado de gracia y tener que cumplimentar ciertas condiciones, como una oración, una peregrinación u otras.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.