¿Cuánto vale un cautivo israelí?
por Wiederholen
En Israel cada día hay gente recogiendo firmas en apoyo a Guilad Shalit, el soldado israelí que fue secuestrado por islamoterroristas árabe-palestinos de Hamás en territorio israelí hace más de cuatro años.
Israel sigue la tradición milenaria judía de buscar la liberación de sus cautivos, dispuesto a entregar a más de un millar de árabe-palestinos encarcelados por realizar crímenes islamoterroristas contra judíos por el mero hecho de ser judíos.
El gobierno de Biniamín Netanyahu ha estado dispuesto para conseguir la liberación de Guilad a excarcelar más de un millar de yihadistas árabe-palestinos, entre los cuales más de cuatrocientos de ellos tienen las manos manchadas de sangre, juzgados y encarcelados en Israel.
Hasta la fecha los líderes árabe-palestinos han entregado cadáveres de israelíes que fueron secuestrados con vida. Ni uno fue entregado con vida, y todo a cambio de árabe-palestinos terroristas vivos.
Después de cada ronda de negociaciones a través de intermediarios alemanes, los dirigentes de Hamás exigen más y más concesiones por parte de Israel.
Ahora las negociaciones están en un punto muerto. Hamás no mueve ficha, sabe que ha habido multitudinarias manifestaciones israelíes pidiendo al gobierno de Netanyahu que ceda ante el chantaje de Hamás.
En un intercambio cada uno muestra lo que está dispuesto a pagar, Israel valora enormemente a sus ciudadanos; los líderes árabe-palestinos valoran a sus hombres que dicen luchar por Palestina por menos de una milésima parte de un israelí.
Los árabe-palestinos consideran que ni un millar de “sus luchadores” y conciudadanos equivale a un judío israelí. Cada uno sabe lo que vale aquello que quiere recuperar.
¿Pero que hace la población árabe-palestina al respecto?
Nada de nada.
La población árabe-palestina anima a sus líderes a que demanden más y más, a costa de que sus “luchadores” y conciudadanos, vecinos y familiares estén más tiempo en carcelados.
El mismo millar de implicados en actos de terrorismo que podrían haber sido liberados por Israel si los dirigentes de Hamás hubieran accedido a intercambiarlo por Guilad Shalit no han presionado a sus líderes para que aceptaran el intercambio superventajoso para los árabe-palestinos.
Ellos prefieren pasar el tiempo en las cárceles israelíes, gozando de los amplios derechos que Israel les concede, antes que un judío pueda salir libre del cautiverio islamoterrorista, sin ningún derecho.
¿Y las familias de ese millar de terroristas árabe-palestinos?
La familia nuclear en el mundo árabe, también la “palestina” [en realidad los “palestinos” son jordanos y/o sirios que ocupan la tierra de Israel] es mucho más numerosa que en Occidente.
La alta tasa de natalidad, la prontitud en tener descendencia y el arraigo familiar hace que cualquier persona tenga, de promedio, entre 30 y 40 parientes cercanos: padres, hijos, hermanos, cuñados, primos de primer, segundo y tercer grado, y familia política que son considerados como familia nuclear.
De treinta a cuarenta familiares cercanos por terrorista como mínimo, significa que más de treinta y cinco mil de ellos podrían manifestarse y exigir a sus líderes árabe-palestinos que entreguen a “ese judío israelí”, Guilad Shalit, a cambio de la libertad de sus hijos, hermanos, cuñados, padres, tíos, primos, esposos, sobrinos, nietos.
Eso sin contar con los amigos y vecinos de ese millar de terroristas, que resultan otros tantos miles de hipotéticos manifestantes.
Pero el silencio de esos familiares y amigos es la única respuesta.
Noam Shalit, el padre del soldado secuestrado Gilad Shalit durante una marcha en Rishon Letzion el sábado 31 de julio de 2010, dijo: "Un soldado del Ejército en cautiverio, no es un bien inmueble cuyo precio se determina según la oferta y la demanda". [1]
También pidió que el primer ministro "no ignore la voz y la voluntad del pueblo".
Sobre la reciente marcha de protesta desde la casa de la familia Shalit en Mitzpe Hila hasta Jerusalem, Noam dijo: "El pueblo de Israel ha hablado con sus pies. No nos retiraremos del campamento (instalado en la entrada de la residencia del primer ministro en Jerusalem) hasta que nuestro hijo Gilad vuelve a casa".
"Miles de personas continúan visitando nuestro campamento. Todos ellos tienen la misma demanda - poner fin a este triste asunto y velar por que Gilad sea liberado de inmediato", dijo Noam, y agregó: "El tiempo para tomar una decisión ha llegado. Un líder es evaluado por su habilidad para tomar decisiones difíciles y complejas".
Noam Shalit también hizo un llamamiento a los árabe-palestinos, diciendo que "si un acuerdo de intercambio de prisioneros llegara en breve, cientos de presos palestinos podrán celebrar la fiesta sagrada (el Ramadán) en sus casas. ... No pierdan la oportunidad para llegar un acuerdo. Presionen a sus líderes, porque ya es hora de que pasen por encima de consideraciones políticas y atiendan los intereses de los ciudadanos".
Mientras Israel sufre por sus hijos, la sociedad árabe-palestina disfruta pensando como padece un judío, ignorando la situación de sus propios conciudadanos.
NOTAS
[1] http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Conflicto/30802/