¿Qué nos enseñan Abraham y Moisés con su vida, sobre la oración?
471. ¿Por qué es Abraham un modelo de oración?
Abraham escuchó a Dios. Estuvo dispuesto a partir a donde Dios quisiera ya hacer lo que Dios quisiera. En la escucha y la disponibilidad para ponerse en camino es un modelo para nuestra oración. [25702573].
No se nos han transmitido muchas oraciones de Abraham. Pero allí donde iba, construía para su Dios altares, lugares de oración. De este modo, en el camino de su vida, tuvo múltiples experiencias con Dios, también algunas que le pusieron a prueba y le desconcertaron.
Cuando Abraham vio que Dios quería aniquilar la ciudad pecadora de Sodoma, intercedió por ella. Incluso luchó obstinadamente con Dios. Su intercesión por Sodoma es la primera gran oración de petición en la historia del pueblo de Dios.
472. ¿Cómo oró Moisés?
De Moisés podemos aprender que "orar" es "hablar con Dios". Junto a la zarza ardiente, Dios inicia una verdadera conversación con Moisés y le confía una misión. Moisés pone objeciones y hace preguntas. Finalmente Dios le revela su nombre sagrado.
Así como entonces Moisés adquirió confianza con Dios y se dejó tomar del todo a su servicio, así también debemos orar nosotros y entrar en la escuela de Dios. [25742577]
La Biblia menciona el nombre de Moisés 767 veces; esto muestra lo central que es su figura como liberador y legislador del pueblo de Israel. Al mismo tiempo, Moisés fue un gran intercesor por su pueblo.
En la oración recibió su misión, de la oración sacaba fuerzas. Moisés tenía una relación íntima y personal con Dios: "El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo" (Éx 33,11).
Antes de actuar o enseñar al pueblo, Moisés se retiraba al monte para orar. Por este motivo es el prototipo del orante contemplativo.