Miércoles, 30 de octubre de 2024

Religión en Libertad

La Eucaristia

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208. ¿Qué es la Sagrada Eucaristía?

La Sagrada EUCARISTÍA es el SACRAMENTO en el que Jesús entrega por nosotros su Cuerpo y su Sangre: a sí mismo, para que también nosotros nos entreguemos a él con amor y nos unamos a él en la Sagrada ? COMUNIÓN.
Así nos unimos al único Cuerpo de Cristo, la Iglesia. [1322,1324,1409]

Después del Bautismo y la CONFIRMACIÓN, la EUCARISTÍA es el tercer sacramento de la iniciación cristiana.

La Eucaristía es el centro misterioso de todos los sacramentos, porque el sacrificio histórico de Jesús en la Cruz se hace presente durante la transubstanciación de un modo oculto e incruento. De este modo la celebración eucarística es "la fuente y cima de toda la vida cristiana" (Concilio Vaticano II, Lumen gentium [LG 11]). A ella está orientado todo; más allá de ella no hay nada mayor que se pueda alcanzar.

Cuando comemos el pan partido, nos unimos con el amor de Jesús, que entregó por nosotros su cuerpo en la Cruz; cuando bebemos del cáliz, nos unimos con aquel que en su entrega derramó incluso su Sangre.

Nosotros no hemos inventado este rito. Jesús mismo celebró con sus discípulos la Última Cena y anticipó en ella su muerte; se dio a sus discípulos bajo los signos de pan y vino y exhortó a que, desde entonces, y después de su muerte, celebraran la EUCARISTÍA: "Haced esto en memoria mía" (1 Cor 11,24). 126,193,217

209. ¿Cuándo instituyó Jesús la Eucaristía?

Jesús instituyó la Sagrada EUCARISTÍA la víspera de su muerte, "en la noche en que iba a ser entregado" (1 Cor 11,23), cuando reunió a su alrededor a los Apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén y celebró con ellos la Última Cena. [1323,1337­1340]

210. ¿Cómo instituyó Jesús la Eucaristía?

"Porque yo he recibido una tradición que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: 'Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía', lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: 'Este cáliz es la nueva Alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía'" (1 Cor 11,23­25)

Este relato, el más antiguo acerca de los acontecimientos que tuvieron lugar en el Cenáculo, procede del Apóstol Pablo, quien, sin ser testigo presencial, escribió lo que se conservaba como misterio sagrado en la joven comunidad cristiana y se celebraba en el culto divino. 099

211. ¿Cuál es la importancia de la Eucaristía para la Iglesia?

La celebración de la EUCARISTÍA es el centro de la comunidad cristiana. En ella la IGLESIA se convierte en Iglesia. [1325]

No somos Iglesia porque colaboremos a su sostenimiento, porque nos llevemos bien unos con otros o porque casualmente hayamos caído en una comunidad, sino porque en la Eucaristía recibimos el Cuerpo de Cristo y continuamente somos transformados en el Cuerpo de Cristo. 126, 217

212. ¿Qué nombres hay para el banquete de Jesús con nosotros y qué significan?

Los diferentes nombres señalan el misterio insondable: Santo Sacrificio, Santa Misa, Sacrificio de la misa, banquete del Señor, fracción del pan, asamblea eucarística, memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección, santa y divina liturgia, santos misterios, santa COMUNIÓN. [1328­1332]

Santo Sacrificio. Santa Misa, Sacrificio de la misa: el único sacrificio de Cristo, que completa y supera todos los sacrificios, se hace presente en la Eucaristía. La Iglesia y los creyentes se incluyen a sí mismos, con su entrega, en el sacrificio de Cristo. La palabra misa viene de la frase de despedida en latín, Ite, missa est, ¡Id, sois enviados!

Banquete del Señor: Cada celebración eucarística es aún hoy el mismo banquete que celebró Jesús con sus discípulos, y al mismo tiempo la anticipación del banquete que el Señor celebrará con los redimidos al final de los tiempos. No somos nosotros los hombres los que hacemos la celebración, es el Señor quien convoca a ella y está presente en ella de un modo misterioso.

Fracción del pan: la "fracción del pan" era un antiguo rito del banquete judío, que Jesús utilizó en la Última Cena para expresar su entrega "por nosotros" (Rom 8,32). En la "fracción del pan" lo reconocieron los discípulos después de la Resurrección. La comunidad primitiva llamaba "fracción del pan" a sus asambleas eucarísticas.
Asamblea eucarística: la celebración del banquete del Señor es también una asamblea de "acción de gracias", en la que la Iglesia encuentra su expresión visible.
Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección: En la Eucaristía la comunidad no se celebra a símisma, sino que descubre y celebra siempre de nuevo la presencia del paso salvador de Cristo a través de la pasión y la muerte hasta la vida.
Santa y divina liturgia, santos misterios: En la celebración eucarística se unen la Iglesia celeste y terrestre en una única fiesta. Puesto que los dones eucarísticos en los que Cristo está presente son, por así decir, lo más santo en este mundo, son llamados también Santísimo Sacramento.

Santa Comunión: Dado que en la Santa Misa nos unimos con Cristo y por él unos con otros, se habla de la Santa COMUNIÓN (communio = comunidad, comunión).

213. ¿Qué elementos forman parte necesariamente de la Santa Misa?

Toda Santa Misa (celebración eucarística) tiene dos partes principales: la liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística en sentido estricto. [1346­-1347]

En la liturgia de la Palabra escuchamos lecturas del ANTIGUO y del UNUEVO TESTAMENTO, así como del Evangelio. Además hay lugar para la homilía y para la oración universal. En la liturgia eucarística que sigue se presentan pan y vino, son consagrados y se ofrecen a los fieles para la COMUNIÓN.

 214 ¿Cómo está estructurada la Santa Misa?

La santa misa comienza con la reunión de los fieles y la entrada del SACERDOTE y los servidores del altar (acólitos, lectores, cantores, etc.). Tras el saludo viene la confesión general de los pecados, que desemboca en el KYRIE. Los domingos (excepto en los tiempos de Cuaresma y Adviento) y las fiestas se canta o se proclama el GLORIA. La oración colecta introduce una o dos lecturas del NUEVO o del ANTIGUO TESTAMENTO, junto con el salmo responsorial. Antes del Evangelio es el momento de entonar el ALELUYA. Después de la proclamación del Evangelio el PRESBÍTERO o el DIÁCONO pronuncian la HOMILÍA, al menos los domingos y solemnidades. Sólo los domingos y solemnidades la comunidad proclama la fe común en el CREDO, al que siguen las preces. La segunda parte de la Santa Misa comienza con la presentación de las ofrendas, que se cierra con la oración sobre las ofrendas. El punto culminante de la celebración eucarística es la Plegaria Eucarística, introducida por el prefacio y el SANTO. Luego, en la consagración, se transforman los dones de pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La Plegaria Eucarística desemboca finalmente en la DOXOLOGÍA, que da paso a la oración del Padrenuestro. Después viene la oración de la paz, el AGNUS DEI, la fracción del pan y el reparto de los dones sagrados a los fieles, por lo general, sólo bajo la forma del Cuerpo de Cristo. La Santa Misa finaliza con un tiempo de meditación, la acción de gracias, la oración final y la BENDICIÓN que imparte el sacerdote. [1348­1355].

215. ¿Quién preside la celebración eucarística?
En realidad es Cristo mismo quien actúa en cada celebración eucarística. El OBISPO y el PRESBTTERO lo representan. [1348]

La fe de la Iglesia afirma que el celebrante está ante el altar in persona Christi capitis (latín = en la persona de Cristo cabeza). Esto quiere decir que los sacerdotes no sólo actúan en el lugar de Cristo o por su encargo, sino que, a causa de su consagración, es Cristo quien actúa a través de ellos como cabeza de la Iglesia. 0249-254

216. ¿De qué modo está presente Cristo cuando se celebra la Eucaristía?

Cristo está misteriosa pero realmente presente en el SACRAMENTO de la EUCARISTÍA. Cada vez que la Iglesia realiza el mandato de 
Jesús "Haced esto en memoria mía" (1 Cor11,25), parte el pan y ofrece el cáliz, sucede hoy lo mismo que sucedió entonces: Cristo se entrega verdaderamente por nosotros y nosotros tomamos realmente parte en él. El sacrificio único e irrepetible de Cristo en la cruz se hace presente sobre el altar; se realiza la obra de nuestra redención. [1362­1367]

217. ¿Qué sucede con la Iglesia cuando celebra La Eucaristía?

Cada vez que la Iglesia celebra la EUCARISTÍA se sitúa ante la fuente de la que ella misma brota continuamente de nuevo: en la medida que la Iglesia "come" del Cuerpo de Cristo, se convierte en Cuerpo de Cristo, que es sólo otro nombre de la Iglesia. En el sacrificio de Cristo, que se nos da en cuerpo y alma, hay lugar para toda nuestra vida. Nuestro trabajo y nuestro sufrimiento, nuestras alegrías, todo lo podemos unir al sacrificio de Cristo. Si nos ofrecemos de este modo, seremos transformados: agradamos a Dios y para nuestros prójimos somos como buen pan que alimenta. [1368­1372, 1414]

Se critica con frecuencia a la Iglesia, como si únicamente fuera una asociación de hombres más o menos buenos. En realidad, la Iglesia es lo que se realiza diariamente de un modo misterioso sobre el altar. Dios se entrega por cada uno de nosotros y quiere transformarnos mediante la COMUNIÓN con él. Como seres transformados deberíamos transformar el mundo. Todo lo demás que la Iglesia es también, es secundario. 0126,171,208

218. ¿Cómo debemos venerar correctamente al Señor presente en la Eucaristía?

Puesto que Cristo está verdaderamente presente bajo las especies consagradas de pan y de vino, debemos conservar con la máxima reverencia las sagradas especies y adorar a nuestro Señor y Salvador presente en el Santísimo Sacramento. [1378­-1381,1418]

Si tras la celebración de la sagrada EUCARISTIA quedan hostias consagradas, se reservan en vasos sagrados en el tabernáculo o sagrario. Dado que en él está presente el Santísimo, el TABERNÁCULO es uno de los lugares más venerables de toda iglesia. Ante el tabernáculo hacemos la genuflexión. Ciertamente, quien sigue realmente a Cristo lo reconocerá en los más pobres y aprenderá a servirle en ellos. Pero también encontrará tiempo para permanecer en el silencio de la adoración ante el sagrario y dedicar su amor al Señor eucarístico.

 219. ¿Con qué frecuencia debe participar un católico en la Eucaristía?

Todos los domingos y fiestas de guardar el católico está obligado a asistir a la Santa Misa. Quien busca verdaderamente la amistad de Jesús, responde, tan a menudo como le es posible, a la invitación personal de Jesús a este  banquete. [1389,1417]
En realidad el "precepto dominical" es un término tan impropio para un verdadero cristiano, como el "precepto del beso" para un auténtico enamorado. Nadie puede
mantener una relación viva con Cristo si no acude allí donde él nos espera. Por ello, desde los orígenes, la celebración de la misa es para los cristianos el "corazón
del domingo" y la cita más importante de la semana.

 220. ¿Cómo debo prepararme para poder recibir La sagrada Eucaristía?

Quien quiera recibir la sagrada EUCARISTÍA, debe ser católico. Si fuera consciente de un pecado grave o mortal, debe confesarse antes. Antes de ponerse ante el altar hay que reconciliarse con el prójimo. [1385-­1387,1415]

Hasta hace pocos años estaba dispuesto no comer nada como mínimo tres horas antes de una celebración eucarística; de este modo se quería estar preparado para
el encuentro con Cristo en la COMUNIÓN. Hoy en día la Iglesia pide al menos una hora de ayuno. Un signo de respeto es el vestido, bonito y algo especial, pues al fin y
al cabo tenemos una cita con el Señor del mundo.

221. ¿Cómo me transforma la sagrada Comunión?

Cada sagrada Comunión me une más íntimamente con Cristo, me convierte en un miembro vivo del cuerpo de Cristo, renueva las gracias que he recibido en el Bautismo y la Confirmación, y me fortalece en la lucha contra el pecado. [1391­1397,1416]

222 ¿Puede darse la Eucaristía también a los cristianos no católicos?

La sagrada COMUNIÓN es expresión de la unidad del Cuerpo de Cristo. Pertenece a la Iglesia católica quien está bautizado en ella, comparte su fe y vive en unión con ella. Sería una contradicción que la Iglesia invitara a comulgar a personas que no comparten (aún) la fe y la vida de la Iglesia. La credibilidad del signo de la EUCARISTÍA se vería perjudicada. [1398-­1401]

Cristianos ortodoxos aislados pueden solicitar la recepción de la sagrada Comunión en una celebración católica, porque comparten la fe eucarística de la Iglesia católica, aunque sus comunidades no viven aún en la comunión plena con la Iglesia católica. En el caso de los miembros de otras confesiones cristianas, se puede administrar la sagrada Comunión en casos especiales, siempre que se dé una necesidad grave y se dé la fe plena en la presencia eucarística. La celebración común de la Eucaristía/Santa Cena de cristianos católicos y evangélicos es la meta y el deseo de todos los esfuerzos ecuménicos, pero anticiparla, sin que se haya establecido la realidad del Cuerpo de Cristo en una fe y en la única Iglesia, es erróneo y por ello no está permitido. Otro tipo de celebraciones ecuménicas, en las que cristianos de diferentes confesiones rezan juntos, son buenas y son recomendadas también por la Iglesia católica.

 223.¿De qué modo es la sagrada Eucaristía una anticipación de la vida eterna?

Jesús prometió a sus discípulos, y con ello también a nosotros, que nos sentaríamos un día a la mesa con él. Por eso cada Santa Misa es "memorial de la pasión, plenitud de la gracia, prenda de la gloria futura" (oración "O sacrum convivium" recogida en la antífona del Magníficat en las II Vísperas de la fiesta de Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo). [1402-­1405]

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