«No hay que dialogar nunca con el diablo», dice el Papa, que avisa sobre el diálogo con la tentación
Durante el rezo del Angelus que el Papa quiso presidir pese al resfriado que ha obligado a suspender su agenda estos días comentó el Evangelio de este domingo en el que Jesús fue tentado en tres ocasiones por el demonio.
La conclusión a la que llegó Francisco es que “Jesús nos enseña que con el diablo no se dialoga” y que ante las tentaciones del demonio Jesús “responde al diablo con la Palabra de Dios, no con su palabra”.
El diálogo con la tentación
Tal y como recoge Aciprensa, Francisco indicó que ante las tentaciones “nosotros muchas veces comenzamos a dialogar con la tentación, a dialogar con el diablo: ‘Sí, puedo hacer esto, y luego me confieso, y esto y lo otro…’”.
Sin embargo, recalcó el Santo Padre, “no hay que dialogar nunca con el diablo. Jesús hace dos cosas con el diablo: o lo expulsa o le responde con la palabra de Dios. Nunca dialoguéis con las tentaciones, nunca dialoguéis con el diablo”.
“También hoy Satanás irrumpe en la vida de las personas para tentarlas con sus propuestas, mezclando su voz con las muchas voces que tratan de domesticar la conciencia. De diversas partes llegan mensajes que nos invitan a dejarnos tentar para experimentar la emoción de la transgresión”, agregó Francisco.
"El intento de recorrer caminos alternativos a los de Dios"
Por todo ello, el Papa indicó que en este caso “la experiencia de Jesús nos enseña que la tentación es el intento de recorrer caminos alternativos a los de Dios, caminos que nos dan una sensación de autosuficiencia, de disfrute de la vida por uno mismo”.
Pero Francisco indicó que, no obstante, “todo ello es una ilusión: bien pronto nos damos cuenta de que cuanto más nos alejamos de Dios, más nos sentimos indefensos e inermes ante los grandes problemas de la existencia”.
El Papa Francisco finalizó su reflexión previa al rezo del Ángelus pidiendo “que la Virgen María, la Madre de Aquel que golpeó la cabeza a la serpiente, nos ayude en este tiempo de Cuaresma a estar vigilantes ante las tentaciones, a no someternos a ningún ídolo de este mundo, a seguir a Jesús en la lucha contra el mal”.