La vida verdadera, vivir, no ir tirando... y el Mundial de Rusia 2018, con el Papa Francisco
El Papa Francisco, gran aficionado al fútbol, ha aprovechado la audiencia pública de este miércoles para saludar a los participantes en el Mundial de Fútbol en Rusia, que empieza este jueves.
«Mañana se abrirán los Campeonatos Mundiales de Fútbol en Rusia. Deseo enviar mi saludo cordial a los jugadores y a los organizadores, como también a quienes seguirán a través de los medios de comunicación social, este evento que supera toda frontera», pronunció el Pontífice, el día antes de que se inicie el campeonato este jueves con el partido inaugural en Moscú, entre Rusia y Arabia Saudita.
El Papa empezó además este miércoles un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema de los mandamientos.
Cada uno de ellos es, dijo, “la puerta que el Padre celeste ha abierto para conducirnos a la vida verdadera”.
Lo peor: la mediocridad, pusilanimidad
“Quisiera decir, especialmente a los jóvenes: nuestro peor enemigo no son los problemas concretos, por serios y dramáticos que sean. El peligro más grande de la vida es un mal espíritu de adaptación que no es mansedumbre o humildad, sino mediocridad, pusilanimidad”, previno.
Francisco quiso citar al beato Pier Giorgio Frassati, joven laico dominico, escalador, que murió a los 24 años por una enfermedad. Él afirmaba la necesidad de “vivir”, de no quedarse en un “ir tirando”.
El Papa animó a los jóvenes a pedir el don de la “sana inquietud”, la capacidad de “no contentarse de una vida sin belleza”, porque, se preguntó Francisco, “si los jóvenes no están hambrientos de vida auténtica, ¿adónde irá la humanidad?”.
¿Cómo obtener la vida eterna? No bastan los mandamientos...
En el Evangelio, recordó, un hombre pregunta a Jesús cómo obtener la vida eterna. Jesús, al principio, le pide que cumpla los mandamientos. “Pero él, a pesar de que cumple los mandamientos desde pequeño, siente que le sigue faltando algo. Así, mediante un proceso pedagógico, Jesús lleva a esa persona a reconocer sus propios límites para que confíe en él, el Hijo de Dios, el único que puede dar una vida plena. El hombre debía convencerse de que ya no puede vivir de sí mismo, de sus propias obras, de sus propios bienes; es necesario que lo deje todo para seguir al Señor, porque Él es la vida plena, el amor verdadero y la riqueza auténtica”.
“Jesús no ofrece sustitutos, ¡sino la vida real, el amor verdadero, la verdadera riqueza! ¿Cómo pueden los jóvenes seguirnos en la fe si no nos ven elegir el original, si nos ven adictos a las medias medidas? Se necesita el ejemplo de alguien que me invita a un “más allá”, a algo “más. San Ignacio lo llamó el “magis”, “el fuego, el fervor de la acción que sacude dormideras”.
El Papa concluyó afirmando que “el camino de lo que falta pasa por lo que hay”, es decir, que “debemos escudriñar lo ordinario para abrirnos a lo extraordinario”, y adelantó que “en estas catequesis intentaremos ver cada uno de los mandamientos como esa puerta que el Padre celeste ha abierto para conducirnos a la vida verdadera, dejando que Jesús nos tome de la mano y nos ayude a atravesarla”.
San Antonio de Padua, patrono de los pobres
Tras saludar a los fieles de diferentes nacionalidades dirigió, como de costumbre, su pensamiento a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados.
Recordando la memoria de San Antonio de Padua, oró para que el Santo Doctor de la Iglesia y Patrono de los pobres les enseñe la belleza del amor sincero y gratuito: “sólo amando como Él amó, ninguno alrededor de ustedes se sentirá marginado y, al mismo tiempo, ustedes serán cada vez más fuertes en las pruebas de la vida”, les dijo.
A los fieles de lengua española invitó a pedir “a la Virgen María que obtenga para nosotros la gracia de volver a descubrir y revivir los diez mandamientos como un camino de amor que nos llevará a la vida verdadera, que es Cristo” y les impartió su bendición.