Despiertan los católicos
Hacía tiempo que en el Congreso Católicos y Vida Pública no se respiraba un ambiente, por una parte, de honda preocupación por el contexto general de la política española. Y, por otra, de alentadora y renovada voluntad de dar un paso adelante en el terreno político por parte del catolicismo social español. El mero hecho de que esta iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas haya resucitado es un síntoma de un nuevo tiempo. Esperemos que esta semana, que se reúne la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, la palabra pública de la Iglesia adquiera un nuevo protagonismo ante un gobierno que denunciará los Acuerdos Iglesia-Estado y sacará adelante legislaciones que chocan frontalmente con la antropología cristiana. Gobierno que ya ha levantado el hacha de guerra educativa por boca de la ministra Celáa.
Este fin de semana, en Católicos y Vida pública, se le ha tomado la temperatura a una de las cuestiones más sensibles para las familias y que más afectan a la presencia de la Iglesia en la sociedad española, la educación. En el reciente libro de la experta Inger Enkvist, Controversias educativas (Encuentro), se explica cómo la educación ha sido secuestrada por los políticos, que la usan a favor de las ideologías que propugnan y de los intereses de sus partidos. La educación está politizada porque permite intervenir en la vida de las personas. Padecemos una especie de maldición con los debates que no resueltos: si pública o privada, religiosa o lacia, estatal o autonómica, competencial o basada en el esfuerzo…
En el Congreso de este fin de semana destacaría algo que recordó el propagandista y diputado de Vox Francisco Contreras. El filósofo Jacques Maritain aclaró que la educación no puede escapar de los problemas y embrollos de la filosofía porque presupone, por su propia naturaleza, una concepción de la persona. Y, desde el principio, está obligada a responder a la pregunta primera que se hace todo pensamiento: ¿qué es el hombre? La concepción completa e integral de la persona, que es un prerrequisito de la educación, solo puede tener una respuesta filosófico y/o religiosa. Choque de respuestas.
Publicado en ABC.
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