Militantes del PSOE piden perdón

Acabo de ver y escuchar un video de algunos militantes socialistas pidiendo perdón por algunos de los errores cometidos en la época Zapatero. Es evidente que pedir perdón por los errores cometidos es una cosa buena, pero el problema es si las sugerencias que hacen para corregir el rumbo del Partido son acertadas o equivocadas. Como sacerdote que soy, es evidente que me preocupa de modo especial su postura ante la Iglesia, y ahí tengo que decir que el video me recuerda a eso de si no quieres taza, taza y media.
 
En efecto, el video pide perdón por no haber sido suficientemente valientes como para quitar las ayudas públicas a la Iglesia, por no haber roto el concordato, porque la Iglesia no tenga que pagar impuestos como el IBI, por haberse dejado en el cajón la Ley de Libertad Religiosa y la Ley de Muerte Digna.
Personalmente me parece difícil decir más tonterías y más maldades en menos espacio. Es indudable que los socialistas tienen auténtica fobia a las dos instituciones que más están haciendo para que se noten lo menos posible los devastadores efectos de la crisis. Ésas dos instituciones son la familia, ferozmente perseguida por las leyes del zapaterismo, y la Iglesia.

Quitar las ayudas públicas a la Iglesia. Cualquiera de Ustedes puede mirar en Google “Éstas son las cifras de la odiada Iglesia Católica”. No voy a hablar de hospitales, ambulatorios, residencias de ancianos, centros de acogida para marginados sociales, Caritas, Manos Unidas, Obras Misionales. El Estado alemán no tiene dinero suficiente para hacer lo que con cuatro marcos hacen las Iglesias, dijeron en cierta ocasión los socialistas alemanes, que sí tenían sentido común. Simplemente voy a hacer referencia a uno de los puntos contra los que la izquierda más clama: los colegios concertados. En mi tierra, La Rioja, hace pocos años, supongo que las cifras no habrán variado gran cosa un tercio de los alumnos iban a la enseñanza concertada y recibían el dieciséis por ciento del presupuesto, mientras los dos tercios de la pública se queda con el ochenta y cuatro por ciento. En pocas palabras, suprimir las ayudas a los colegios concertados y cerrarlos significaría automáticamente un descenso en los sueldos de los profesores de la Pública, a menos que juguemos con la hipótesis poco probable de un aumento fortísimo del presupuesto destinado a Educación.

Romper el concordato. Ya la terminología indica ignorancia, porque entre España y la Santa Sede no hay un concordato, sino unos acuerdos internacionales. Romper unos acuerdos internacionales es muy grave y significaría para España que se nos considerase menos serios que la Señora Kirchner.

Que la Iglesia no paga impuestos como el IBI. A mí me parecería bien que la Iglesia pagase ese impuesto, si lo pagasen los sindicatos, partidos políticos, ONGs. O todos, o ninguno. Me parecen mal las discriminaciones negativas, y sobre todo que las protestas vengan de gente, como los sindicatos y los partidos políticos que están subvencionados y viven a costa de nuestros impuestos, de mis impuestos, con una labor social además prácticamente nula. ¿Dónde van los pobres a pedir comida o ayudas? No creo que vayan a las sedes ni de los sindicatos, ni de los partidos políticos.
La Ley de Libertad Religiosa. Dada la tendencia de la izquierda a emplear el lenguaje orweliano, es decir de que las palabras signifiquen lo contrario que hasta entonces, me supongo se tratará de limitar e incluso suprimir la libertad religiosa, de conciencia y el derecho a la objeción de conciencia.

La Ley de Muerte Digna. Como tengo la leve sospecha que por muerte digna no entienden lo mismo que entendía la Beata Teresa de Calcuta y que detrás de esa palabra está la eutanasia, se trata una vez más de apoyar al crimen y que nuestros ancianos tengan que llevar una tarjeta, como hacen los holandeses: “si caigo enfermo, que no me lleven a un hospital”, buscando así la garantía de no ser asesinados.

En resumen, este video se equivoca radicalmente, pues pretende todavía más zapaterismo y da la razón a los que piensan que con el PSOE actual y mucho nos tememos con el que viene, ser socialista y católico son sencillamente incompatibles.