Opinión

Hipocresía y lucha contra el aborto

En cambio estoy contra aquéllos que han emitido su voto por odio a España, y por supuesto me parece una hipocresía profunda la postura de aquéllos que alegan estar contra las corridas de toros por el maltrato del animal, y al mismo tiempo están de acuerdo e incluso apoyan con su voto u opinión el horrible crimen del aborto.

12 agosto 2010 00:00

Con motivo de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, debo decir que, si bien hace muchos años que no he ido a una corrida, no soy partidario de su prohibición, pero respeto a aquellos prohibicionistas que lo hacen porque piensan que así defienden a los animales si también defienden a los seres humanos. En cambio estoy contra aquéllos que han emitido su voto por odio a España, y por supuesto me parece una hipocresía profunda la postura de aquéllos que alegan estar contra las corridas de toros por el maltrato del animal, y al mismo tiempo están de acuerdo e incluso apoyan con su voto u opinión el horrible crimen del aborto (Gaudium et Spes nº 51). No temamos en ser duros en nuestros juicios, pues el propio Cristo tuvo unas durísimas palabras sobre los que escandalizan a los pequeños (Mt 18,6), siendo desde luego mucho peor matarles. Jesús, a los fariseos, les llama «hipócritas»(Mt 22,18), y se queda tan ancho porque era verdad.

A lo largo de mi vida sacerdotal, he tenido ocasión de hablar con centenares de mujeres víctimas de esa realidad que muchos tratan de ocultar: el síndrome postaborto. Mi indignación estos días se ha visto aumentada cuando he leído que en alguna comunidad autónoma por parte de funcionarios estatales, se ha pretendido que entre el material que se entrega para su reflexión a quienes quieren abortar, no figuren fotos de fetos, porque ello para estos individuos puede hacer que la decisión que tomen esas mujeres no sea tan objetiva y ecuánime. Se está también denunciando que a las madres que se lo están pensando no se les informa sobre las instituciones y oenegés que luchan contra el aborto. En pocas palabras se trata de dar una información sesgada para empujar a abortar, y es que no nos olvidemos que detrás del aborto hay muy cuantiosos intereses económicos.

Tengamos en cuenta que en el aborto hay dos víctimas: el ser humano que es el feto, al que sencillamente se le asesina. El hecho que con la ley anterior a la actual haya habido ciento veinte mil abortos en España, nos indica claramente que esa ley debe ser cambiada. Siempre me ha llamado la atención que en España esté abolida la pena muerte para personas culpables, por si acaso diré que soy rotundamente adversario a la pena de muerte, pero se permita e incluso se considere un derecho si se trata de fetos. Es decir pena de muerte, sí, pero sólo para inocentes. Una señal más de adonde nos lleva el relativismo moral y la ausencia de los principios objetivos de la Ley Natural.

Que existe el síndrome postaborto es una evidencia, con la que me he tenido que enfrentar en múltiples ocasiones. Destroza la vida de los que lo sufren, que puede ser no sólo la persona que ha abortado, sino la de todos aquéllos que de un modo u otro han colaborado con el aborto, ocasionándoles depresiones, remordimiento, autoreproches, inestabilidad emocional, rupturas con la pareja, siendo uno de sus efectos más terribles que no se cura ni mitiga con el tiempo, sino que por el contrario se agrava con el paso de los años. Por ello cuando me encuentro con un caso de éstos, lo primero que hago es invitarles a que se reconcilien con Dios por medio del sacramento de la penitencia, y como primer paso para obtener la paz de su conciencia. El poder recibir a Jesucristo en la Eucaristía, el sentirse perdonados por Dios, indudablemente es una considerable ayuda para conseguir la paz espiritual.

Pero aunque Dios les perdone, es indudable que la Naturaleza tiene sus propias leyes y que ahí es más difícil el perdón. Por ello les recomiendo que hagan todo lo contrario de lo que han hecho y traten de favorecer la vida, luchando contra el aborto y apoyando a las Asociaciones Pro-Vida. Les hablo del Dr. Nathanson que de director del mayor centro abortista del mundo, ha pasado a ser una referencia mundial en la lucha contra el aborto. Les hablo del AVA, Asociación de víctimas del aborto, de Esperanza Puente que con sus charlas y libro ha contribuido a evitar algunos abortos. En pocas palabras, les pido que colaboren en la lucha contra el aborto, no sólo porque sienten el problema, dado que han sido también sus víctimas, sino porque tienen mucho que aportar, precisamente porque han sufrido tanto como consecuencia de su mala acción.