En Ho Chi Minh, megalópolis comunista, llegan multitudes inmigrantes y la Iglesia crece rápido
Vietnam es un país comunista de unos 95 millones de habitantes, con su Partido único, sus libertades restringidas y la actividades religiosas vigiladas y limitadas. Y, sin embargo, es el 5º país con más católicos de Asia, 6,3 millones, aproximadamente un 7% de la población. La Iglesia Católica se mantiene viva y muy activa, con 27 diócesis, unas 2.200 parroquias y unos 2.600 sacerdotes. No se le permiten casi escuelas o centros de enseñanza, excepto algunos para niños discapacitados y, recientemente, algunos estudios universitarios.
Un último signo de vitalidad se da en los populosos alrededores de Ho Chi Minh, la macrocapital. Oleadas de inmigrantes internos llegan a afincarse de manera más o menos precaria a estos suburbios. Allí no hay parroquias, pero la Iglesia se prepara para abrir (comprar y construir) 50 puntos misioneros en la zona, según anunció el actual administrador apostólico, Joseph Đỗ Mạnh Hùng.
Pastorear Ho Chi Minh es un reto grande: es una aglomeración de 14 millones de personas, de los que 9 millones son residentes (incluyendo a unos 750.000 católicos) y 5 millones son trabajadores migrantes de llegada reciente. Y la Iglesia espera que cada uno de los 50 puntos misioneros nuevos atienda a unas 6.000 personas.
La diócesis ya lo viene haciendo: entre 2016 y 2019, se han construido 22 puntos misioneros, de los que 8 cuentan con celebraciones diarias, actividades y obras misioneras. Allí trabajan congregaciones religiosas femeninas como las Amantes de la Santa Cruz. También acuden laicos del ministerio diocesano de jóvenes para actividades sociales y de caridad.
La devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro ha sido muy difundida
por los redentoristas, presentes en el país desde 1921
Hace 25 años: ningún católico y el cura pionero arrestado
Hace apenas 25 atrás, en An Thới Đông (en el distrito de Cần Giờ, en la periferia di Ho Chi Minh City) no había católicos. Explica la agencia AsiaNews que quien plantó las semillas de evangelización fue el padre Stephano Chân Tín, redentorista. Pasó su tiempo arrestado por las autoridades comunistas, pero se las arregló para empezar a trabajar pronto en estas periferias. Más adelante se le sumaron Nguyễn Văn Đông (difunto), el padre Peter Đinh Ngọc Lâm, el padre JB. Nguyễn Bình Định, el padre Atxidi Hoàng Minh Đức y otros religiosos. En el año 2000, el punto misionero de An Thới Đông pasaba ya a ser toda una parroquia. Chân Tín murió en 2012 con 92 años. La parroquia cuenta actualmente con 650 fieles.
Muchos no católicos se acercan a recibir bendiciones
En toda la arquidiócesis, es posible descubrir historias similares. En un principio, el centro misionero de Doi Lầu, en la comuna de Lý Nhơn (siempre distrito de Cần Giờ) era una pequeña casa donde estaba colgada una cruz pintada de rojo. Ahora hay más de 100 familias bautizadas y cerca de 40 niños frecuentan los cursos de catecismo. Cada año, un centenar de personas deciden prepararse para el bautismo. En 2018 terminaron los trabajos de construcción de una iglesia, que sustituyó a una capilla provisoria. Joseph Đỗ Mạnh Hùng cuenta: “El año pasado, cuando celebré la misa en el tercer día del Fin de Año lunar (Tết), más de la mitad de la iglesia estaba ocupada por no católicos, muchos de ellos niños. Cuando distribuí el sacramento de la eucaristía a los fieles, éstos se acercaron para recibir una bendición”.
Una peculiaridad: los cónyuges paganos se han de bautizar
En la diócesis hay una norma: casi nunca se conceden licencias eclesiásticas para que un católico se case con un budista, pagano o un no bautizado. El cónyuge no católico se ha de bautizar si quiere casarse por la Iglesia. Eso hace que haya bastantes bautizos de adultos, no siempre convertidos de corazón.
En 2012, por ejemplo, se bautizaron en la diócesis de Ho Chi Minh 6.736 adultos, llegados del ateísmo, el budismo o el culto a los antepasados. La diócesis especificaba en sus cifras que de esos adultos sólo 851 se bautizaban para poder casarse. Eso indicaría una capacidad de atracción importante. La diócesis indica además que por cada adulto se bautizan 3 bebés. Es decir, un 25% del crecimiento de la Iglesia es por conversiones de adultos.
Para entender mejor estas cifras, pensemos que por esas fechas en toda Francia había unos 3.700 bautizos de adultos, o que en diócesis grandes y plurales como Los Ángeles y Nueva York la Iglesia crece con entre 1.300 y 1.600 adultos al año.