Tras los misioneros, ¿a por el clero local?: el P. Yougbaré, desaparecido en una zona con yihadistas
El pasado domingo 17 de marzo el sacerdote Joël Yougbaré, párroco de Djibo, celebró misa en un pueblo llamado Bottogui, en el norte de Burkina Faso. Desde ese día, nadie ha sabido nada de él.
Laurent Dabiré, obispo de Dori, explicaba hace unos días que había distintas hipótesis: "El padre Joël pudo haber sido secuestrado o haberse perdido en el camino o tuvo un accidente”.
Sin embargo, el obispo apuntó también que esa zona se había vuelto insegura por la presencia de grupos yihadistas.
Laurent Dobiré, obispo de Dori, con el Gran Imán de Burkina Faso; el yihadismo es una novedad reciente en este país, con diversidad religiosa: 60% de musulmanes, 20% de católicos, 10% de protestantes, 20% siguen las religiones tradicionales
Se sabe que el sacerdote emprendió el camino de vuelta por la carretera Djibo-Tongomayel-Nianguel-Sergoussouma-Bottogui. Se vio al sacerdote regresar a Sergoussouma, donde se detuvo entre las 14.30 y las 15. Alrededor de las 16.30, alertado por un catequista que quería saber si el sacerdote había regresado a la parroquia a salvo, el padre Theodore Kpoda, vicepárroco de Djibo, intentó varias veces llamar al teléfono celular del padre Joël sin obtener una respuesta. Ha pasado una semana y no hay noticias nuevas.
Otros ataques en la zona: un español y un italiano
El contexto de otras acciones violentas hace que esta desaparición parezca ligada a la acción de grupos yihadistas en la zona. En España resuena aún el asesinato a mediados de febrero del misionero salesiano Antonio César Fernández en un puesto de aduanas cerca de la frontera sur, con Ghana, a manos de terroristas islámicos.
En Italia se buscan noticias sobre el sacerdote misionero italiano Pierluigi Maccalli, de la Sociedad de Misiones Africanas, secuestrado en la vecina Níger el 17 de septiembre de 2018 en Tillaberi. Son, pues, ya más de 6 meses los que lleva secuestrado.
La novedad ahora: atacar al clero local
Su compañero de congregación, el sacerdote Mauro Armanino Maccalli, misionero en Níger, explica el contexto de inseguridad. “Dos profesores fueron asesinados en esta zona y ahora es un sacerdote local el que desaparece”.
Según el padre Mauro, los atacantes quieren "crear terror e inseguridad en las agencias educativas, y la Iglesia está entre ellas. Se ha cruzado cualquier línea roja: los extranjeros y los locales se están viendo afectados por igual por la violencia. Lo que no había sucedido hasta ahora era que hubiera llegado al clero local”.
“Al final todo esto pretende saldarse con la disminución de las actividades pastorales en la zona y hacer de Burkina Faso, poco a poco, un país cada vez más islamizado”, concluye el padre Mauro.