Lucien Botovasoa, maestro y padre de familia, ya beato: fue decapitado por una facción anticlerical
Más de 50.000 personas han acudido este domingo 15 de abril a la beatificación en Vohipeno, Madagascar, del mártir Lucien Botovasoa, profesor, laico y padre de familia, terciario franciscano, asesinado por odio a la fe en 1947.
A la ceremonia, conducida por el cardenal Angelo Amato, como es habitual en las beatificaciones, han acudido también muchas autoridades políticas del país: antiguos gobernantes, gobernantes actuales y candidatos electorales, ya que el país está en temporada pre-electoral.
En Madagascar hay unos 4 millones de católicos, que representan una cuarta parte de la población. El resto de habitantes, exceptuando un 7% de musulmanes, son cristianos protestantes de distintos tipos (luteranos, anglicanos y la "Iglesia de Jesucristo en Madagascar", con 2 millones de fieles), a veces con mucha mezcla de sincretismo. Hay 21 diócesis católicas. El catolicismo llegó, sobre todo, con misioneros franceses durante el dominio colonial francés, pero los anglicanos habían llegado ya antes.
Lucien Botovasoa, maestro y padre de familia numerosa
El nuevo beato, el mártir Lucien Botovasoa, nació en 1908 en Vohipeno, un municipio rural en el sureste de Madagascar, en la Provincia de Fianarantsoa. En 1918 comenzó a estudiar en la escuela estatal, para pasar en 1920 al Colegio de San José de Ambozontany, de los jesuitas.
En 1928, después de terminar sus estudios, obtuvo un diploma que lo habilitaba para la enseñanza y ya en octubre del mismo año se convierte en maestro parroquial en Vohipeno, haciendo suyo el lema de la Compañía de Jesús: Ad maiorem Dei gloriam. En 1930 se casó con Suzanne Soazana en la iglesia parroquial de Vohipeno. Tuvieron 8 hijos, de los que sobrevivieron 5.
Lucien era maestro y un laico volcado en la parroquia. Tenía facilidad con los idiomas: hablaba francés, latín, inglés, alemán, chino. Es un brillante músico y cantante apreciado, director del coro parroquial. Se le describe siempre alegre, generoso y disponible con los pobres.
En 1940 Lucien estudió la espiritualidad franciscana y se hizo terciario en 1944. Creció en él el deseo de difundir el evangelio, viviendo con más pobreza.
Violencia anticristiana en 1947
Después de la Segunda Guerra Mundial, en los años 19461947, creció en la isla el deseo de independizarse de Francia. En Vohipeno, el choque entre dos facciones opuestas generó actos de violencia. El 30 de marzo de 1947, Domingo de Ramos, las iglesias fueron quemadas y comenzó una persecución contra los cristianos.
El Rey Tsimihoño quiso detener al famoso maestro y controlarlo con la amenaza de masacrar a su familia. Lucien llevó antes a su esposa y a sus hijos a otro lugar, bajo la protección de su hermano. Su esposa le animó a esconderse. Él respondió: "Si no me encuentran, irán a por ti".
Cuando volvió a Vohipieno fue detenido por algunos de sus parientes -amenazados de muerte si no lo entregaban- y llevado a casa del rey Tsimihoño. Allí, sin un juicio formal, fue rápidamente condenado a muerte por el rey. Hay testimonios que dicen que se le ofreció un cargo de responsabilidad como enseñante en una de las facciones anticlericales, pero él lo rechazó porque habría implicado colaborar en la persecución religiosa.
Decapitado junto al río
Lo llevaron junto a un río, aunque en el camino le permitieron pararse a rezar arrodillado un tiempo. Rezó por sus enemigos. En el lugar de la ejecución se arrodilló junto al agua, contemplativo, y comentó que los ejecutores eran hombres que él mismo había educado en la escuela en algún momento. El verdugo principal decapitó al maestro con su espada. Los otros le dieron algunos golpes, ya muerto, o mojaron su espada en su sangre. Después arrojaron los restos al río. Tenía 39 años.
El 2 de mayo de 2017 la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos de la Congregación de las Causas de los Santos reconoció que la muerte de Lucien Botovasoa fue un martirio por odio a la fe, constatando que había perdonado y orado por sus perseguidores y que derramó su fe por Cristo.
El 4 de mayo de, 2017 el Santo Padre Francisco autorizó la firma decreto reconociendo su martirio. El 15 de abril, día de su beatificación, lo ha recordado durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro.
Recuerdan al beato mártir con danzas en Madagascar
Una función escolar recuerda momentos de la vida del mártir
A la ceremonia, conducida por el cardenal Angelo Amato, como es habitual en las beatificaciones, han acudido también muchas autoridades políticas del país: antiguos gobernantes, gobernantes actuales y candidatos electorales, ya que el país está en temporada pre-electoral.
En Madagascar hay unos 4 millones de católicos, que representan una cuarta parte de la población. El resto de habitantes, exceptuando un 7% de musulmanes, son cristianos protestantes de distintos tipos (luteranos, anglicanos y la "Iglesia de Jesucristo en Madagascar", con 2 millones de fieles), a veces con mucha mezcla de sincretismo. Hay 21 diócesis católicas. El catolicismo llegó, sobre todo, con misioneros franceses durante el dominio colonial francés, pero los anglicanos habían llegado ya antes.
Lucien Botovasoa, maestro y padre de familia numerosa
El nuevo beato, el mártir Lucien Botovasoa, nació en 1908 en Vohipeno, un municipio rural en el sureste de Madagascar, en la Provincia de Fianarantsoa. En 1918 comenzó a estudiar en la escuela estatal, para pasar en 1920 al Colegio de San José de Ambozontany, de los jesuitas.
En 1928, después de terminar sus estudios, obtuvo un diploma que lo habilitaba para la enseñanza y ya en octubre del mismo año se convierte en maestro parroquial en Vohipeno, haciendo suyo el lema de la Compañía de Jesús: Ad maiorem Dei gloriam. En 1930 se casó con Suzanne Soazana en la iglesia parroquial de Vohipeno. Tuvieron 8 hijos, de los que sobrevivieron 5.
Lucien era maestro y un laico volcado en la parroquia. Tenía facilidad con los idiomas: hablaba francés, latín, inglés, alemán, chino. Es un brillante músico y cantante apreciado, director del coro parroquial. Se le describe siempre alegre, generoso y disponible con los pobres.
En 1940 Lucien estudió la espiritualidad franciscana y se hizo terciario en 1944. Creció en él el deseo de difundir el evangelio, viviendo con más pobreza.
Violencia anticristiana en 1947
Después de la Segunda Guerra Mundial, en los años 19461947, creció en la isla el deseo de independizarse de Francia. En Vohipeno, el choque entre dos facciones opuestas generó actos de violencia. El 30 de marzo de 1947, Domingo de Ramos, las iglesias fueron quemadas y comenzó una persecución contra los cristianos.
El Rey Tsimihoño quiso detener al famoso maestro y controlarlo con la amenaza de masacrar a su familia. Lucien llevó antes a su esposa y a sus hijos a otro lugar, bajo la protección de su hermano. Su esposa le animó a esconderse. Él respondió: "Si no me encuentran, irán a por ti".
Cuando volvió a Vohipieno fue detenido por algunos de sus parientes -amenazados de muerte si no lo entregaban- y llevado a casa del rey Tsimihoño. Allí, sin un juicio formal, fue rápidamente condenado a muerte por el rey. Hay testimonios que dicen que se le ofreció un cargo de responsabilidad como enseñante en una de las facciones anticlericales, pero él lo rechazó porque habría implicado colaborar en la persecución religiosa.
Decapitado junto al río
Lo llevaron junto a un río, aunque en el camino le permitieron pararse a rezar arrodillado un tiempo. Rezó por sus enemigos. En el lugar de la ejecución se arrodilló junto al agua, contemplativo, y comentó que los ejecutores eran hombres que él mismo había educado en la escuela en algún momento. El verdugo principal decapitó al maestro con su espada. Los otros le dieron algunos golpes, ya muerto, o mojaron su espada en su sangre. Después arrojaron los restos al río. Tenía 39 años.
El 2 de mayo de 2017 la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos de la Congregación de las Causas de los Santos reconoció que la muerte de Lucien Botovasoa fue un martirio por odio a la fe, constatando que había perdonado y orado por sus perseguidores y que derramó su fe por Cristo.
El 4 de mayo de, 2017 el Santo Padre Francisco autorizó la firma decreto reconociendo su martirio. El 15 de abril, día de su beatificación, lo ha recordado durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro.
Recuerdan al beato mártir con danzas en Madagascar
Una función escolar recuerda momentos de la vida del mártir
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