Jóvenes católicos se hacen masones para trabajar de funcionarios: un reto en África Central
"En África Central las élites locales no son ajenas a la atracción de la masonería. Para muchos, unirse a esta sociedad secreta se ha convertido en un requisito para avanzar en la escala social".
Lo explica en una entrevista con la agencia misionera Fides el arzobispo de Brazzaville, Bienvenu Manamika Bafouakouahou, que pastorea una diócesis de 1,3 millones de habitantes, donde solo la mitad son católicos.
El país, Congo Brazzaville (oficialmente "República del Congo") es una antigua colonia francesa, con 6 millones de habitantes, de los que casi la mitad se consideran de religión animista, y la otra mitad cristianos, sobre todo católicos. Al otro lado del río Congo está su enorme vecino, el antiguo Zaire, hoy República Democrática del Congo, con 96 millones de habitantes, que fue colonia belga, con capital en la gigantesca Kinsasa (19 millones).
En Congo Brazzaville gobierna desde 1997 el general Denis Sassou-Nguesso. Para medrar y maniobrar en este régimen, muchos acuden a sociedades secretas, como la masonería.
Recientemente, el Papa Francisco y Doctrina de la Fe reafirmaron la incompatibilidad de la masonería con el catolicismo.
Ya en 2019, los obispos de Camerún también denunciaban la actividad de masones y rosacruces en instancias de poder en su país.
Jóvenes formados... con familia que mantener
"La Iglesia, con firmeza, desaconseja esta práctica, considerándola como una vía “mágica” hacia el éxito. A pesar de las capacidades intelectuales de alguien para ocupar un puesto de responsabilidad, a menudo se encuentra con obstáculos a menos que se una a la masonería. La masonería ya no se esconde como antes. No es oficial, pero ahora se muestra públicamente. Hoy en día, muchos jóvenes son reclutados por ella", avisa el arzobispo.
Líderes masones en una logia de Costa de Marfil. En varios países de África, funcionarios de alto rango se apoyan entre sí y hacen progresar a jóvenes funcionarios que se hagan masones, en una red de favores secretos, a la vez que bloquean a los católicos.
"Surge un dilema para los jóvenes cristianos que, tras completar sus estudios, se enfrentan a la presión de unirse a la masonería para obtener empleo, especialmente en el ámbito público. Cuando un joven cristiano ha terminado sus estudios y busca trabajo, al principio se resiste a este tipo de presiones, pero luego se da cuenta de que tiene una familia que mantener. Y cuando solicita un puesto público, se le pide que se afilie a la masonería para conseguirlo. Esto se convierte en un dilema para él. ¿Qué hacer? Y yo, como pastor, tengo que decirle que se atenga a sus creencias. Pero, ¿quién le da de comer a él y a su familia? Es un verdadero problema pastoral", admite.
"La Iglesia sostiene que la masonería es un mecanismo esotérico que carece de objetividad y no contribuye al bien de la sociedad. Siempre dialogamos con nuestros intelectuales que pueden sentirse atraídos por los caminos masónicos. Pero les decimos que ese no es el camino a seguir. El único camino a seguir es el camino regular, no el camino de los atajos", añade.
Para ayudar a los cristianos formados a perseverar en la fe, la Iglesia de Congo creó la Accabe, la academia de ética en Brazzaville, "para ayudar a estudiantes, intelectuales y parlamentarios católicos a mantener una línea de conducta coherente. Lamentablemente, la pobreza no nos ayuda. Algunos nos dicen: “Monseñor, me gustaría comportarme de manera recta, pero ¿qué comerá entonces mi familia?” Vivimos en un contexto híbrido".
El reto de los pentecostales
Otro desafío que encuentran los católicos son las comunidades de protestantes pentecostales, que según el arzobispo incluyen muchas delegaciones "que proceden de países vecinos, pero están dirigidas por pastores formados en Estados Unidos. De hecho, estas comunidades locales cuentan con el respaldo y apoyo de líderes pentecostales estadounidenses".
El arzobispo considera que "están llevando a cabo una especie de guerra espiritual contra la Iglesia católica" y que "perturban la fe de los católicos al ofrecer soluciones rápidas y aparentemente sencillas a los problemas de la vida". Muchos cristianos muy pobres piden "respuestas inmediatas a sus problemas apremiantes" y estos grupos religiosos les ofrecen "soluciones mágicas" (se refiere a rápidas, automáticas, ligadas a una oración o petición).
El arzobispo de Brazzaville, Bienvenu Manamika, pastorea una diócesis de 1,3 millones de habitantes, la mitad no cristianos.
La pobreza y el respeto al medio ambiente
El arzobispo habla también de la riqueza ecológica del país, que grandes empresas destrozan sin controles y sin beneficiar a la población local.
"Congo Brazzaville forma parte de las tres cuencas forestales ecuatoriales que comprenden, además de la nuestra, las cuencas del Amazonas y de Borneo, en el sudeste asiático. A mediados de octubre, nuestro país acogió una cumbre de las tres cuencas. Desde el Presidente de la República hasta el ciudadano de a pie, todos los congoleños estamos muy comprometidos con el proceso de protección del medio ambiente. Todo esto es cierto, pero todavía estamos en la teoría", advierte.
"Las grandes empresas mineras prometen desarrollo, construcción de escuelas, etc., pero esto no sucede. En Pointe-Noire prometieron escuelas y desarrollo pero vemos que hay pueblos enteros contaminados y esto más bien lleva a la miseria", denuncia.
"Sobre el terreno los grandes responsables hacen lo que quieren. Nuestros países, tan ricos en recursos naturales, no forman parte del grupo de responsables que tienen voz sobre nuestro petróleo, madera, etc. Y el dinero también está mal gestionado. Parece que progresamos, pero en realidad no es así. Al final somos pobres viviendo en países ricos", protesta.
Misa de Navidad en la catedral de Brazzaville en 2022. Hay muchos vídeos de la diócesis de Brazzaville aquí en YouTube.