El «maestro» Marcelino Núñez Mondragón acusa a la Iglesia de «atacar» a la «organización discreta»
La masonería arremete contra Roma por «generalizar» su condena: «Trabajamos por el bien», aseguran
Desde hace tiempo, la masonería está centrando parte de su dedicación institucional a transmitir el mensaje de la total compatibilidad de la doble pertenencia a esta institución y también a la Iglesia. Una actuación con la que los llamados "hermanos" pretenden blanquear no solo las numerosas declaraciones papales y de la jerarquía eclesiástica prohibiendo a los fieles dicha pertenencia, sino también los "muchos errores" e incongruencias que los mismos masones admiten haber llevado a cabo.
El último en hacerlo ha sido el Gran Maestro de la Respetable Logia Simbólica Quetzalcoatl No. 2 del estado de Veracruz, Marcelino Núñez Mondragón, a través de una entrevista concedida al diario mexicano El cronista.
La Iglesia, responsable del "alejamiento" con la masonería
A lo largo de la entrevista y desde su mismo comienzo, el Gran Maestro incidió en la licitud de esta doble pertenencia. Según él, "cada miembro del Rito Nacional Mexicano tiene la libertad de creer en lo que considere adecuado y en ese orden, podemos practicar la religión que queramos o no practicar ninguna". Por ello, contrapuso el mensaje de que, "de forma personal", la masonería no tendría "ningún conflicto con la Iglesia católica", frente a una Iglesia que, "a nivel general, se ha encargado de prohibirla".
Desde mediados del siglo XX, opinó el masón, el clero no habría hecho otra cosa más que "atacar a la masonería", de modo que la Iglesia sería la única responsable del "alejamiento" entre ambas.
"En ese sentido, hay un alejamiento institucional entre la masonería y la Iglesia católica. De ahí, que de forma individual, cada miembro practica la religión que sea, incluida la católica", subrayó.
"Seres humanos que trabajan por el bien"
Según Marcelino Núñez Mondragón, las logias masónicas se caracterizan por proporcionar el "ambiente idóneo para adquirir ese conocimiento que nos puede conducir a la verdad". Por eso, dijo, "lo mejor [de ser masón] es que dentro de las logias se gesta el ambiente idóneo para un crecimiento personal completo, con el conocimiento interno y externo, donde todos tenemos la oportunidad de adquirirlo" y, con ello, "el crecimiento personal y social".
Por ello, el Gran Maestro de la Respetable Logia Simbólica Quetzalcoatl se esforzó en recordar al Papa Francisco y al Vaticano que los masones serían únicamente seres humanos que trabajan por el bien y una mejor sociedad. Un mensaje que ilustra reconociendo que "la masonería está integrada por seres humanos, ciertamente cometemos muchos errores y en ese proceso, la masonería no podría quedar al margen de esas incongruencias".
Marcelino Núñez Mondragón, Gran Luminar Gran Maestro de la Respetable Logia Simbólica Quetzalcoatl No. 2 del estado de Veracruz.
Sin embargo, justificó, "con el trabajo semanal que hacemos en las logias masónicas buscamos llevar a cabo el perfeccionamiento de esos errores y de esas desviaciones que vamos teniendo".
"Servicios incalculables a la humanidad"
En último término, Mondragón emitió un mensaje que, a juicio de El Cronista, "le pega directo a la Iglesia católica" y es que "el mundo debe entender que los errores son humanos y tampoco podemos generalizar. Hay masones distinguidos que han prestado servicios incalculables a la humanidad, pero, lamentablemente, han habido masones que han desviado su tarea principal".
"Todo esto depende de cada uno de nosotros y la logia masónica nos da la oportunidad de guiarnos de forma recta por el camino del bien y evitar esos traspiés que hemos observado en algunos hermanos", concluyó.
"Inconciliable con la doctrina de la Iglesia"
Según lo dicho por el Gran Maestro de la Respetable Logia Simbólica Quetzalcoatl, la única interpretación posible es que frente a una masonería que trata de estrechar lazos con la Iglesia, esta última solo buscaría "atacarla" ante su "búsqueda de conocimiento que puede conducir a la verdad".
Una consideración que se aleja de las razones que esgrime la Iglesia para impedir a los fieles la pertenencia a dicha organización.
Una de las últimas ocasiones en que el Vaticano se ha pronunciado al respecto fue el pasado mes de febrero, cuando el presidente de la Pontificia Academia de Teología, Antonio Staglianò, detalló algunas de las razones por las que la Iglesia afirma que los principios de la masonería "siempre han sido considerados irreconciliables con la doctrina de la Iglesia" y que "en consecuencia, la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia", según expresó el cardenal Ratzinger en 1983, siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Entre las razones expuestas por Staglianò, se encuentran:
1º La idea de Dios está dictada por la Revelación
Nuestra idea de Dios no está dictada por la razón humana, sino por la Revelación. También diferimos sobre el significado profundo de la fraternidad y la caridad
2º La masonería niega la divinidad de Cristo
"La masonería es una herejía que se alinea fundamentalmente con la herejía arriana. Al fin y al cabo fue precisamente Arrio quien imaginó que Jesús era un Gran Arquitecto del Universo (como la masonería considera al Ser Supremo) negando la divinidad de Cristo. Por eso el Concilio de Nicea, del que pronto celebraremos los 1.700 años, afirma con fuerza la verdad sobre Jesús, que es engendrado y no creado, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero".
El presidente de la Pontificia Academia de Teología, Antonio Staglianò.
3º Dios no es una idea
"Esta idea es fruto del razonamiento humano que trata de imaginar un dios, mientras que el Dios de los católicos es fruto de la misma Revelación de Dios en Cristo Jesús. En esencia, es fruto de un acontecimiento histórico en el que Dios se hizo carne, se acercó a los hombres, habló a todos los seres humanos y los destinó a su salvación".
4º La caridad y fraternidad, basada en el amor de Dios, no en "ideas genéricas"
"Nuestra fraternidad se establece sobre el sacramento del amor de Dios en Jesús, se establece sobre la Eucaristía, no sólo sobre la idea genérica de ser hermanos". La caridad cristiana "no tiene nada que ver con la filantropía masónica. La caridad cristiana corresponde al acontecimiento histórico de un Dios que murió y resucitó por nosotros y pide a sus hijos que no sean meramente filantrópicos, sino que sean, finalmente, crucificados por amor".
5º Existe el misterio, pero "deja de estar escondido"
El presidente de la Pontificia Academia de Teología subraya la total incompatibilidad entre ser católicos y adherirse a la masonería, señalando que "en el seno de la masonería se desarrollan tramas de poder oculto que están en contradicción con la acción cristiana. En definitiva, cuando hablamos de incompatibilidad nos referimos a profundas contradicciones. Incluso en el catolicismo se habla de Misterio. Pero los Evangelios nos dicen que el Misterio escondido a lo largo de los siglos no deja de ser Misterio, sino que deja de estar escondido. Porque el Misterio escondido a lo largo de los siglos ha sido revelado".
Al margen de declaraciones oficiales, que podrían considerarse desconocedoras de la realidad interna de la organización, se dan numerosos testimonios de quienes, habiendo integrado las filas de la masonería, tras su conversión revelaron las prácticas realizadas en el interior de las logias.
Relativismo, blasfemias, leyes e invocaciones ocultas
Uno de los más conocidos masones que abandonaron la secta es Serge Abad-Gallardo, que durante un cuarto de siglo fue miembro de una de las obediencias más importantes de Francia, Derecho Humano, en la que llegó a ser maestro grado 14. En su caso, no duda en afirmar que "la masonería aleja de Cristo". Porque aunque se trata de Jesucristo en el grado 18 de los Altos Grados masónicos, éste no tiene nada que ver con el Jesucristo de la Iglesia Católica, ya que se refiere a cualquier sabio o filósofo. Hay masones que van todavía más lejos en esta blasfemia ya que quitan toda forma de divinidad a Cristo y dicen que él fue el primer masón, un hombre iniciado".
El mismo Abad-Gallardo reconoce que "los grandes maestros del Gran Oriente, de Derecho o de la Gran Logia Femenina quieren cambiar la sociedad" y que "leyes como el aborto, la eutanasia o el matrimonio del mismo sexo vienen de ideas masónicas. Un gran maestro de la Gran Logia de Francia, Pierre Simon, ha confesado que todas esas leyes estaban ya preparadas en las logias antes de ser votadas por los diputados".
También es el caso de Tomás Heduan, maestro masón que dedicó 7 años a la organización antes de su conversión, que relatamos en Religión en Libertad y que se produjo al ser consciente no solo de los "aspectos nada correctos" que se realizaban, sino incluso del marcado carácter "anticristiano" de esta organización. Entre otros, el relativismo según el cual "es uno mismo el que debe lograr las metas interiores para adecuarse a la verdad" o la realización de "ciertas invocaciones" que él mismo presenció "a una luz y una fuerza que se derrama sobre los miembros" y en las que "obviamente", ahí "no se están llamando a las fuerzas del bien".