Hasta ISIS sabe que no podrá echar a todos los cristianos de Oriente, dice un experto obispo egipcio
La eparquía (diócesis) de católicos de rito copto de Giza, a unos 20 Km al sudoeste de El Cairo, en la orilla occidental del Nilo, no es muy grande: 9 parroquias y 6.000 fieles. Pero Antonio Aziz Mina, doctor en Derecho, que fue su obispo hasta retirarse en enero de 2017, a los 62 años, es un observador de excepción de la política egipcia: fue miembro del comité que redactó la actual Constitución.
El obispo Aziz Mina cree que ISIS/Daesh es solo un instrumento en manos de poderes internacionales y que los mismos yihadistas entienden que nunca podrán exterminar ni deportar a todos los cristianos de Oriente (sólo en Egipto son más de 10 millones). Con motivo de la visita del Papa Francisco a Egipto, explica su visión del contexto a la agencia AsiaNews.
- En la vigilia del viaje apostólico, Egipto aún vive en el dolor por las 44 víctimas de los dos atentados a las iglesias el Domingo de Ramos. Conocemos a los responsables del crimen. ¿Qué piensa usted que quiere hacer Daesh/Estado islámico?¿Tiene intenciones de vaciar la región de la presencia cristiana?
- Ciertamente, esto es posible. Pero se necesita mirar también por debajo de la punta del iceberg. El ideólogo de Daesh se da cuenta de que, hagan lo que hagan, es imposible vaciar al Oriente de sus cristianos.
- ¿Quién es este “ideólogo” del que habla?
- No es uno solo, sino que son varios. El “califa” al-Baghdadi no más que un mero ejecutor de lo que deciden diversos países y potencias mundiales. No creo que en Oriente haya una teoría del complot en acto. Nosotros observamos, más bien, que hay intereses en juego. El que tiene un interés es también quien obra. Y el interés no es solamente lograr la fragmentación de Egipto, sino de toda la región.
- ¿Por qué se quiere desestabilizar la región?
- Cuando dos personas se pelean, es un tercero quien goza de la batalla. El Occidente adquiere nuestro petróleo a un cierto precio. Si nuestras naciones están divididas y hay diversas autoridades dentro de un mismo Estado, pueden procurarse la energía a un precio inferior. Muchas cosas pueden encontrar una respuesta si se parte de este axioma. Pero tengo la impresión de que no se quiere entender esto, y que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo lamentándonos, con el pretexto de que Occidente quiera mezclarse en nuestros asuntos y quiere hacernos daño. ¿Por qué no logramos entender todo esto?
»Además, me agrada observar que ahora los intereses de los EEUU, bajo muchos aspectos, convergen con los de Egipto. Todo esto no sucedió con [Barack] Obama. Pero nada es para siempre. Los enemigos de ayer pueden convertirse en socios de hoy y viceversa. Esto que ocurre es algo natural en el mundo de la política. Tenemos un ejemplo de esto en la Segunda Guerra mundial. A nosotros nos compete defendernos y defender nuestros intereses según nuestra voluntad. Egipto rompió la cadena que quería barrer las fronteras y unir los países árabes bajo un juego de terror y oscurantismo. Pero Dios nos salvó de todo esto.
- Mientras algunos perseguían esta teoría, millones emigraron a Siria e Irak, dejando sus países. Y los cristianos de Egipto viven y son víctimas del terror.
- Esas personas se acercan a Dios según una idea de terror y de dolor. Es una visión que no es necesario esconder. Este enorme sacrificio acompañó y cubrió nuestras fiestas de Pascua con un velo de tristeza. Pero lo que llama la atención en esta cuestión es que el dolor no fue ni es sólo de los cristianos.También clamaron de dolor y aviva voz nuestros hermanos musulmanes, un dolor sincero. También ellos se sintieron heridos por este ataque de barbarie.
»Y mientras tanto, si bien hemos suspendido los festejos de la Pascua en nuestras iglesias, los musulmanes no han dejado de felicitarnos la Pascua, de venir a visitarnos aunque sólo sea para compartir nuestro sufrimiento. Su mensaje fue este: “Estamos cerca de ustedes en lo más profundo del corazón ”. Y éste es un mensaje sincero.
- Al día siguiente a los atentados, mientras los escépticos pensaban lo contrario, el Papa Francisco confirmó su visita a Egipto. ¿Cómo juzgar esta decisión?
- Su Santidad quiere expresar su profunda solidaridad con los cristianos de Egipto, por su dolor, prescindiendo de cómo pueda llegar a desenvolverse la seguridad. Como católico egipcio, estoy contento al ver que mi Iglesia no aceptará jamás ni la injusticia, ni la discriminación y que está junto al pueblo que sufre. El Santo Padre también envió a unos de sus más importantes cardenales a anunciar la confirmación de la visita, confortando también al Papa Teodoro II [el Patriarca de los coptos no católicos, que son la inmensa mayoría de cristianos del país; ndReL].
- ¿Qué piensa de la homilía del Papa Teodoro II en la misa de Pascua?
- El Pape Teodoro es un hombre santo. Una persona llena de fe y de paciencia. Él impartió una lección fuerte sobre el comportamiento que un verdadero cristiano ha de tener frente al dolor: amargado, serio, riguroso. Aún permaneciendo como pastor y guía espiritual. Y con la visita de condolencias del presidente al-Sisi al Patriarca copto-ortodoxo, hemos advertido hasta qué punto él es el presidente de todos los egipcios, aunque vivamos en un período coyuntural que no es ideal.
- ¿Qué puede aportar el Papa Francisco en esta situación?
- Cuando las personas no se encuentran, sus ideas divergen totalmente y sus corazones pierden el calor. Si trato de acercarme, el primer paso que debo hacer es ir al encuentro del otro, de quien es diverso. Debo verlo, saludarlo, sonreírle, ir a su encuentro, invitarlo a dar un paseo o a una cena. Conversar con él, hablar de aquello que nos une y de lo que tenemos en común, todo esto apuntando a una aceptación recíproca . El Papa tiene un mensaje especial para cada uno de nosotros y me imagino que el mensaje será del tipo: “Hay un tema que tengo muy presente y que quisiera afrontar contigo y sobre el cual quisiera nos entendamos”. Y este tema supera la política egipcia, va más allá de al-Azhar y supera a los ortodoxos. Esto tiene que ver con el bienestar de la humanidad entera.