Indonesia quiere ejecutar 14 criminales comunes, pero la Iglesia pide detener las ejecuciones
El gobierno de Indonesia quiere ejecutar a 14 presos de varias nacionalidades, por delitos de tráfico o posesión de drogas el 31 de julio. La Iglesia en el país (el que tiene más musulmanes en el mundo) se opone a la pena de muerte. El arzobispo de Yakarta, Ignatius Suharyo ha pedido a los fieles oraciones especiales destinadas a que este castigo sea eliminado del sistema legal del país.
La agencia AsiaNews señala que la Unión Europea también pide que estas ejecuciones sean suspendidas y que India y Pakistán apelan para salvar la vida de varios conciudadanos condenados a muerte.
Llamada de oración para los católicos
"Aliento a todos los católicos de las diócesis a hacer una plegaria especial, con la esperanza de que un día sea aprobada una moratoria sobre la pena de muerte y ésta sea abolida de nuestro sistema legal”. Es la petición del arzobispo Ignatius Suharyo dirigida a todos los fieles tras recibir la noticia de que dentro del último fin de semana de julio, catorce condenados a muerte serán ejecutados en Indonesia.
En un mensaje publicado a través de las redes sociales, el arzobispo, “personalmente preocupado por este problema”, pidió a todos los sacerdotes de su arquidiócesis que “difundieran la opinión y la posición de la Iglesia católica sobre este tema" y, al mismo tiempo les dijo que "rezaran por aquellos que están cerca de la muerte”.
Los condenados a muerte están encerrados y aislados desde el martes 26 de julio en la prisión de Nusakambangan, Cilacap (Java Central) y antes del 31 de julio serán ajusticiados por medio de pelotones de ejecución.
El ministro de Justicia, M. Prasetyo, confirmó que dichas ejecuciones se llevarán a cabo. Los prisioneros provienen de Indonesia, Nigeria, Zimbawe, Pakistán, India y China. Las autoridades entregaron 14 ataúdes al personal de la prisión.
La Iglesia se opone a las ejecuciones y pide discreción
Suharyo criticó la gran exposición mediática que se está realizando a medida que se acercan las ejecuciones.
El arzobispo citó la encíclica Evangelium Vitae de san Juan Pablo II (1995). “Basándonos en las enseñanzas católicas, consideramos la pena de muerte legítima cuando las obras criminales son de extrema gravedad, pero a los jueces hay que aconsejarlos para que prefieran o elijan otras opciones, si es posible para tutelar la dignidad de la persona humana”.
Desde hace tiempo, la Iglesia indonesia junto a la Comisión de Justicia y Paz, se opone decididamente a las ejecuciones programadas por el gobierno de Yakarta. La Comisión creó un equipo de 11 abogados que trabajan pro bono por las personas inocentes, que son confundidas con traficantes de drogas.
Casos de ejecución
En los últimos días causó sensación el hecho de que haya sido incluida Merri Utami en la lista de los 14 condenados. Esta mujer indonesia, trabajadora migrante, fue castigada con la pena de muerte en el año 2003 por posesión de un kilogramo de heroína.
El miércoles 27 de julio, un grupo de personas se manifestó frente al palacio de gobierno pidiendo su liberación. La mujer, podría ser víctima de una trampa ideada por los traficantes, que le habrían entregado la sustancia sin que ella estuviese al tanto de qué le era consignado.
El caso es muy similar al de Mary Jane Veloso, mujer filipina que también se encuentra en el corredor de la muerte (aunque aún no le hayan adjudicado turno en las ejecuciones).
Por su voluntad de realizar las condenas, Yakarta es objeto de críticas por parte de la comunidad internacional. La Unión Europea pidió la suspensión de esta práctica.
El jueves 28, el ministro de Relaciones Exteriores de la India ha dirigido una última petición al gobierno indonesio para salvar la vida de un hombre de 48 años que es acusado de tráfico. También Pakistán intensificó los esfuerzos diplomáticos para obtener la suspensión de la pena de un compatriota.
Indonesia tiene una de las leyes anti-droga más severas del mundo, para combatir a la que el presidente Joko Widodo definió como “una emergencia nacional”. Desde 1979 a 2015, se han llevado a término 66 ejecuciones capitales.
La agencia AsiaNews señala que la Unión Europea también pide que estas ejecuciones sean suspendidas y que India y Pakistán apelan para salvar la vida de varios conciudadanos condenados a muerte.
Llamada de oración para los católicos
"Aliento a todos los católicos de las diócesis a hacer una plegaria especial, con la esperanza de que un día sea aprobada una moratoria sobre la pena de muerte y ésta sea abolida de nuestro sistema legal”. Es la petición del arzobispo Ignatius Suharyo dirigida a todos los fieles tras recibir la noticia de que dentro del último fin de semana de julio, catorce condenados a muerte serán ejecutados en Indonesia.
En un mensaje publicado a través de las redes sociales, el arzobispo, “personalmente preocupado por este problema”, pidió a todos los sacerdotes de su arquidiócesis que “difundieran la opinión y la posición de la Iglesia católica sobre este tema" y, al mismo tiempo les dijo que "rezaran por aquellos que están cerca de la muerte”.
Los condenados a muerte están encerrados y aislados desde el martes 26 de julio en la prisión de Nusakambangan, Cilacap (Java Central) y antes del 31 de julio serán ajusticiados por medio de pelotones de ejecución.
El ministro de Justicia, M. Prasetyo, confirmó que dichas ejecuciones se llevarán a cabo. Los prisioneros provienen de Indonesia, Nigeria, Zimbawe, Pakistán, India y China. Las autoridades entregaron 14 ataúdes al personal de la prisión.
La Iglesia se opone a las ejecuciones y pide discreción
Suharyo criticó la gran exposición mediática que se está realizando a medida que se acercan las ejecuciones.
El arzobispo citó la encíclica Evangelium Vitae de san Juan Pablo II (1995). “Basándonos en las enseñanzas católicas, consideramos la pena de muerte legítima cuando las obras criminales son de extrema gravedad, pero a los jueces hay que aconsejarlos para que prefieran o elijan otras opciones, si es posible para tutelar la dignidad de la persona humana”.
Desde hace tiempo, la Iglesia indonesia junto a la Comisión de Justicia y Paz, se opone decididamente a las ejecuciones programadas por el gobierno de Yakarta. La Comisión creó un equipo de 11 abogados que trabajan pro bono por las personas inocentes, que son confundidas con traficantes de drogas.
Casos de ejecución
En los últimos días causó sensación el hecho de que haya sido incluida Merri Utami en la lista de los 14 condenados. Esta mujer indonesia, trabajadora migrante, fue castigada con la pena de muerte en el año 2003 por posesión de un kilogramo de heroína.
El miércoles 27 de julio, un grupo de personas se manifestó frente al palacio de gobierno pidiendo su liberación. La mujer, podría ser víctima de una trampa ideada por los traficantes, que le habrían entregado la sustancia sin que ella estuviese al tanto de qué le era consignado.
El caso es muy similar al de Mary Jane Veloso, mujer filipina que también se encuentra en el corredor de la muerte (aunque aún no le hayan adjudicado turno en las ejecuciones).
Por su voluntad de realizar las condenas, Yakarta es objeto de críticas por parte de la comunidad internacional. La Unión Europea pidió la suspensión de esta práctica.
El jueves 28, el ministro de Relaciones Exteriores de la India ha dirigido una última petición al gobierno indonesio para salvar la vida de un hombre de 48 años que es acusado de tráfico. También Pakistán intensificó los esfuerzos diplomáticos para obtener la suspensión de la pena de un compatriota.
Indonesia tiene una de las leyes anti-droga más severas del mundo, para combatir a la que el presidente Joko Widodo definió como “una emergencia nacional”. Desde 1979 a 2015, se han llevado a término 66 ejecuciones capitales.
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