Inauguran en Jordania el Jardín de la Misericordia del Papa que dará trabajo a refugiados iraquíes

Un “Jardín de la Misericordia” querido con fuerza y “ofrecido” a Jordania por el Papa Francisco, gracias al dinero recaudado en el pabellón de la Santa Sede durante la Expo 2015, que se llevó a cabo el año pasado en Milán, Italia. Con una ceremonia oficial (en la foto) fue inaugurado días atrás por la nunciatura apostólica en Ammán, en colaboración con la Caritas Jordania y el vicariato latino, en la capital. 

El jardín está situado en el Centro de Nuestra Señora de la Paz en Ammán, y pretende restituir su “dignidad” a los miles de desplazados iraquíes que viven en el país, ofreciendo al mismo tiempo oportunidades laborales para las familias necesitadas.

Según refiere abouna.org, en el marco de la ceremonia de inauguración del “Jardín de la Misericordia”, se celebró también una misa solemne para recordar el tercer año de pontificado de Francisco. Quien presidió la celebración fue el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, junto al nuncio de Jordania, Mons. Alberto Ortega Martin y a Mons. Segundo Moines, delegado papal y secretario general del Pontificio Consejo de “Cor Unum”.

También estuvieron presentes numerosos obispos, representantes de las Iglesias cristianas de varias denominaciones, embajadores, personalidades de la política y de la religión, hermanas, sacerdotes y miembros de Caritas Jordán. Al término de la misa, los presentes inauguraron el “jardín” del Papa, en el cual fueron plantados árboles frutales, que garantizará una fuente de trabajo para algunos ciudadanos iraquíes que huyeron de la guerra, y que han sido acogidos en Jordania.

En su intervención, el patriarca Twal recordó la “semilla de bien” plantada por Bergoglio “en los campos del mundo”. Le damos gracias, agregó, por el Año de la Misericordia, durante el cual nos invita a alimentar “la cultura de la misericordia” en un mundo “atormentado por la violencia” y por la “falta de amor y justicia”. “Esperamos que este jardín –concluyó Mons. Twal- dé frutos, sosteniendo el trabajo de muchas familias, con la intercesión de María, reina de la paz, en este mes dedicado a ella”.

El nuncio apostólico, Mons. Alberto Ortega Martin, que en estos días inaugura el servicio en Jordania luego de la experiencia en Irak, recuerda que el jardín es “fruto de la caridad” del Papa, que ha querido destinar los fondos recaudados durante la Expo para los refugiados iraquíes que se encuentran en el país. Esto, agregó el prelado, ha llevado “al nacimiento de una pequeña empresa agrícola sustentable”, con 600 olivos en un terreno de aproximadamente 10.000 metros cuadrados, que “da trabajo a 15 personas que son en su mayoría refugiados, pero también a jordanos”.

El jardín, agregó el diplomático vaticano, favorecerá también el “trabajo en común de cristianos y musulmanes”, dando testimonio concreto de las palabras pronunciadas por el pontífice durante su viaje al reino Hachemita en el 2014: “Cristianos […] junto a vuestros conciudadanos musulmanes, tratad de dar vuestra contribución a la sociedad en que vivís”. Por lo tanto, lo que se espera es que el jardín pueda ser “un lugar de diálogo y encuentro” entre religiones diversas.

Al concluir la ceremonia, el Padre Wael Suleiman, director de Caritas Jordania, anunció “otros proyectos” orientados a la creación de “puestos de trabajo” para “nuestros hermanos refugiados iraquíes” y para “ayudarlos a vivir con total dignidad” durante el período que ellos “deban permanecer en Jordania”.

Según fuentes de las Naciones Unidas, en Jordania hay al menos 635.000 refugiados; para Ammán la cifra es muy superior y equivale a 1,4 millones, lo cual representa el 20% de la población total.

De ellos, al menos 130.000 son iraquíes (casi el 1,3% de la población), y 1,3 millones de sirios, a los cuales han de agregarse además los prófugos sin registrar. En medio de semejante emergencia, las escuelas, hospitales y el mercado laboral se encuentran colapsados.