Los cristianos refugiados en Kurdistán tienen un orgullo: ninguno en la llanura de Nínive apostató

cuenta la historia de los cristianos que viven en los campos de refugiados del Kurdistán iraquí.

Su autora, Raquel Martín, es la responsable de comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España (www.ain-es.org) y ha recopilado las historias de los cristianos que encontró en un viaje por Irak y Kurdistán.

Según explicó en la presentación del libro, el principal motivo es que “se vea la cara de los cristianos perseguidos. Que no sean un número o una masa”.

“Porque todos los que salen en el libro todavía están allí, y nada ha cambiado para ellos”, apunta Martín.

Además pidió que “nos duelan nuestros hermanos en Irak, porque nos une la misma fe en el Señor. No seamos indiferentes, por favor, acompañémoslos en el dolor y con la ayuda material porque su supervivencia y la supervivencia del cristianismo en esa zona depende ahora mismo de un pequeño rebaño atemorizado que está en el Kurdistán”.

La autora precisó que la gran mayoría de los cristianos iraquíes se refugiaron en la región autónoma de Kurdistán después de que el Estado Islámico tomara sus ciudades.

“Se llevaron lo que pudieron, pero no se olvidaron de coger sus rosarios y sus Biblias”, “ahora en la llanura de Nínive no queda ni un solo cristiano y no se celebra la Misa, algo que venía haciéndose ininterrumpidamente desde hace veinte siglos”.

Uno de los puntos que destacó Raquel Martín fue que “absolutamente todos los cristianos no dudaron ni un solo segundo entre abandonar su fe o abandonar su casa. Los cristianos se enorgullecen de que ninguno de los cristianos de los de la llanura de Nínive se haya convertido al Islam. Ni uno solo. No han dudado en dejar sus casas, sus pertenencias, su trabajo, todo para no renunciar a su fe”.

El recién nombrado nuncio en Irak y Jordania, Alberto Ortega, destacó en la presentación del libro “Antes de que sea demasiado tarde” que el título refleja que “es muchísimo lo que está en juego”, refiriéndose tanto a la vida de miles de iraquíes como a la permanencia del cristianismo en esa zona de Oriente Medio.

La presencia de los cristianos en Irak no es solo importante para la iglesia sino también para la sociedad, porque están llamados a ser artífices de paz y de desarrollo en esa zona.

El nuncio Ortega apuntó también que “necesitamos cristianos como estos, que nos despiertan y que nos recuerdan que lo más querido para nosotros es el Señor y que uno puede perder todo con tal de mantener su fe”.

“Su situación nos mueve a intentar ayudarles con la comunión en la Iglesia, rezar por ellos. Su ejemplo nos interpela. Pero hay que ayudarles también materialmente porque han perdido todo”, afirmó el Prelado.

En ese sentido Mons. Ortega apuntó que hay muchos que desean volver a sus países de origen, y que “hay que ayudarles a que puedan volver con unas condiciones no sólo de seguridad, sino también de la sociedad, para que puedan sentirse integrados y ser ciudadanos como otro cualquiera”.

Para más información sobre el libro o sobre cómo adquirirlo: http://www.palabra.es/antes-de-que-sea-demasiado-tarde1536.html

Bajo estas líneas, el vídeo de booktrailer en YouTube sobre "Antes de que sea demasiado tarde"