Privaciones, sin casa, «como Jesús con sus padres»
Redes pedófilas buscan niños entre los desplazados del tifón Haiyán: el padre Cullen lo combate
Después del tifón Haiyán, que ha dejado a cientos de miles de filipinos sin casas ni recursos, llega la maldad humana: en las zonas de desplazados desaparecen niños, algunos huérfanos, probablemente secuestrados por personas o redes dedicadas a explotarlos sexualmente.
El padre Shay Cullen, de los Misioneros de San Columbano, un irlandés que trabaja en Filipinas desde 1969, lleva décadas trabajando contra la explotación sexual de los niños de países pobres y se ha desplazado a la zona afectada por el tifón para denunciar esta otra plaga.
“Además de viento, la lluvia y la devastación, ahora llega otra tormenta: la de la explotación y la trata de niños, que están en la mira de los traficantes sin escrúpulos”, advierte el misionero, dos veces nominado al Nobel de la Paz, por ser creador de la Fundación Preda (www.preda.org), que desde 1974 se esfuerza en la acogida y defensa de estos niños y la denuncia de su situación.
El padre Cullen constata en una nota difundida por Fides que cientos de miles de personas están sufriendo miseria y privaciones, “al igual que la familia de Jesús con sus padres, luchando por sobrevivir entre los escombros causados por el tifón más grande que jamás haya golpeado Filipinas. Será una Navidad difícil, marcada por el hambre y el sufrimiento para los refugiados acampados en tiendas de campaña improvisadas de plástico”.
El mal causado por las redes pederastas llueve sobre mojado.
“Ya se pueden ver carteles con fotos de niños entre 3 y 15 años desaparecidos misteriosamente, probablemente secuestrados y vendidos. Cinco niños fueron rescatados por los trabajadores sociales: habían sido atraídos por los traficantes. Se trataba de algunos extranjeros que decían que los querían llevar a Manila: era probablemente para fines de explotación sexual”, dice el padre Cullen.
Por eso un equipo de rescate y apoyo de Fundación Preda está trabajando en los centros de evacuación en Leyte.
“Más de un millón de niños, víctimas de la prostitución, la explotación sexual y la pedofilia, pasarán un infierno de Navidad en las Filipinas”, continua el misionero.
En Navidad, es necesario proclamar con valentía, “los derechos humanos de los pobres y oprimidos, los hambrientos; los derechos de los niños establecidos cuando los niños son lo más importante en el reino de Dios”, reitera Cullen.
“La Navidad - concluye - es símbolo de la vida y la amistad. Es un momento para fortalecer nuestros valores espirituales, reflexionando sobre el misterio de la vida, la renovación de nuestra fe y de encontrar nuestra fuerza para actuar y salvar a los explotados, los maltratados y hambrientos”.
Vea la galería de fotos en Flick AQUÍ del padre Cullen con los refugiados del Haiyán; recoge el ambiente del lugar, de necesidad y esperanza.
El padre Shay Cullen, de los Misioneros de San Columbano, un irlandés que trabaja en Filipinas desde 1969, lleva décadas trabajando contra la explotación sexual de los niños de países pobres y se ha desplazado a la zona afectada por el tifón para denunciar esta otra plaga.
“Además de viento, la lluvia y la devastación, ahora llega otra tormenta: la de la explotación y la trata de niños, que están en la mira de los traficantes sin escrúpulos”, advierte el misionero, dos veces nominado al Nobel de la Paz, por ser creador de la Fundación Preda (www.preda.org), que desde 1974 se esfuerza en la acogida y defensa de estos niños y la denuncia de su situación.
El padre Cullen constata en una nota difundida por Fides que cientos de miles de personas están sufriendo miseria y privaciones, “al igual que la familia de Jesús con sus padres, luchando por sobrevivir entre los escombros causados por el tifón más grande que jamás haya golpeado Filipinas. Será una Navidad difícil, marcada por el hambre y el sufrimiento para los refugiados acampados en tiendas de campaña improvisadas de plástico”.
El mal causado por las redes pederastas llueve sobre mojado.
“Ya se pueden ver carteles con fotos de niños entre 3 y 15 años desaparecidos misteriosamente, probablemente secuestrados y vendidos. Cinco niños fueron rescatados por los trabajadores sociales: habían sido atraídos por los traficantes. Se trataba de algunos extranjeros que decían que los querían llevar a Manila: era probablemente para fines de explotación sexual”, dice el padre Cullen.
Por eso un equipo de rescate y apoyo de Fundación Preda está trabajando en los centros de evacuación en Leyte.
“Más de un millón de niños, víctimas de la prostitución, la explotación sexual y la pedofilia, pasarán un infierno de Navidad en las Filipinas”, continua el misionero.
En Navidad, es necesario proclamar con valentía, “los derechos humanos de los pobres y oprimidos, los hambrientos; los derechos de los niños establecidos cuando los niños son lo más importante en el reino de Dios”, reitera Cullen.
“La Navidad - concluye - es símbolo de la vida y la amistad. Es un momento para fortalecer nuestros valores espirituales, reflexionando sobre el misterio de la vida, la renovación de nuestra fe y de encontrar nuestra fuerza para actuar y salvar a los explotados, los maltratados y hambrientos”.
Vea la galería de fotos en Flick AQUÍ del padre Cullen con los refugiados del Haiyán; recoge el ambiente del lugar, de necesidad y esperanza.
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