Parolin recuerda desde Irak a todos los Santos Inocentes «sacrificados por el nombre de Jesús»
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, está estos días en Irak visitando a las sufrientes comunidades católicas del país para confortarlas. Allí ha celebrado misa en la catedral de San José, en Ankawa, en el Kurdistán iraquí, y ha recordado la memoria de los niños inocentes asesinados por Herodes en Belén y cuya festividad, los Santos Inocentes, se celebra este viernes 28 de diciembre,
Estos santos inocentes –dijo el cardenal Parolin- fueron “sacrificados por el nombre de Jesús aunque aún no lo conocían” y ofrecieron “la sangre de Cristo antes de poder hablar”.
El amor que vence todo mal
El número dos de la Santa Sede explicó que es precisamente en este misterio de sufrimiento y dolor inocente “se esconde la buena noticia de la victoria de Cristo, de un amor que vence todo mal”.
Según recoge L´Osservatore Romano, Parolin explicó que “cuando se habla de persecución, se habla de una relación estrecha de identificación de Jesús con sus discípulos”, dijo el Secretario de Estado, porque “quien comete el mal en contra el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, lo hace a Jesús mismo”. Añadió también que Jesús “no eliminó el dolor, sino que lo transformó con la fuerza de un amor más grande, haciéndolo un pasaje hacia la plenitud de vida y de felicidad”.
Una "Iglesia de mártires"
Dirigiéndose a los católicos iraquíes, el secretario de Estado los definió como “una Iglesia de mártires” y recalcó que la sangre derramada por los católicos de este lugar “son un tesoro para la Iglesia y una semilla de nueva vitalidad”. De este modo, les animó a “seguir viviendo con alegría y gratitud la fe y manifestar el amor y el perdón hacia todos”.
“Sean artífices de comunión huyendo como de la peste de las divisiones, discusiones, rivalidades” exhortó el Secretario de Estado del Vaticano y aseguró que de este modo serán “operadores de reconciliación y de paz en un mundo roto” para contribuir “a la construcción de la sociedad y del país junto a sus conciudadanos”.
Asimismo, el Purpurado italiano agradeció a los presentes por haber recibido estos últimos años a numerosos hermanos y hermanas desde Mosul y la llanura del Nínive que tuvieron que huir de sus casas por el odio y la intolerancia, para encontrar “solidaridad y cercanía de mucha gente”.