Atentado en la capilla de una universidad de Filipinas: así vive la minoría católica de Mindanao
Un atentado con bomba mató a cuatro estudiantes católicos este 3 de diciembre durante la celebración de la Eucaristía dominical. Los hechos ocurrieron en el gimnasio - utilizado como capilla católica - de la Mindanao State University. Así se informa en Asianews.
La pequeña comunidad de aproximadamente 40.000 católicos de la Prelatura territorial de Marawi, capital de la provincia de Lanao del Sur, en la isla de Mindanao, al sur de Filipinas -escenario del atentado-, está tristemente acostumbrada a sufrir persecución por parte de extremistas musulmanes de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán (ARMM).
Entre una mayoría musulmana
Se trata de una región con un estatuto especial que incluye cinco provincias predominantemente musulmanas de Filipinas y del Sur (Basilan, Lanao del Sur, Maguindanao, Sulu y Tawi-Tawi). Aquí, los cristianos -que normalmente son mayoría en la nación filipina, católica en un 90%- se encuentran viviendo en minoría.
La ARMM alberga a la mayoría de los aproximadamente 6 millones de musulmanes filipinos del sur del archipiélago, que llevan décadas reclamando la independencia, incluso mediante el terrorismo.
"El atentado ha creado desconcierto, emoción y un inmenso dolor en todos, cristianos y musulmanes", dice a la Agencia Fides Edwin Angot de la Peña, que dirige la Prelatura territorial de Marawi.
"Nos han golpeado en el corazón, es decir durante la Eucaristía, el momento más alto de nuestra fe. Ahora hay mucho miedo, pero la fe nos acompaña y nos sostiene. Incluso en este tiempo de tribulación sentimos la presencia del Señor", afirma.
A la misa celebrada en la universidad asistía una asamblea compuesta por estudiantes, profesores, personal universitario y otros fieles. Las víctimas son cuatro estudiantes católicos, animadores y voluntarios comunitarios de la capellanía universitaria, mientras que hay 54 heridos, siete de los cuales siguen hospitalizados en estado crítico, según ha informado el obispo.
Las primeras informaciones apuntan a que "grupos locales inspirados por el Estado Islámico actuaron en venganza tras los recientes enfrentamientos entre el ejército y los militantes, buscando visibilidad y sensacionalismo, masacrando a personas inocentes. Esto es terrible. Este atentado ha interrumpido la mismísima Semana de la Paz de Mindanao, una semana en la que el deseo de paz se celebra y testimonia en toda la isla de Mindanao con manifestaciones públicas, reuniones de diálogo y oraciones", informa Edwin de la Peña.
"Ahora, lógicamente, la gente tiene miedo, pero nuestra vida de fe sigue adelante. Nos hemos visto afectados durante el tiempo de Adviento y confiamos en la Virgen María de manera especial. Por prudencia, en la próxima fiesta de la Inmaculada, el 8 de diciembre, no se celebrarán las procesiones habituales: la estatua de la Virgen recorrerá las calles de las ciudades y los territorios parroquiales, y la gente colocará luces y velas en los alféizares de sus ventanas, agitando y rezando el Rosario en casa".
El obispo, que está a punto de reunirse con otros obispos de la región para decidir qué hacer, especialmente para las celebraciones de Adviento y Navidad, asegura que aprecia mucho "las palabras de cercanía del Papa, que hemos publicado en nuestros canales, enviándolas a todas las comunidades y a todos los fieles".
"El Papa se une a ustedes al encomendar a las almas de los fallecidos a la misericordia amorosa de Dios todopoderoso e implora los dones divinos de curación y consuelo para los heridos y los deudos. Con oraciones para que Cristo, Príncipe de la paz, conceda a todos la fuerza de apartarse de la violencia y vencer todo mal con el bien, Su Santidad imparte de corazón su bendición como prenda de fortaleza y consuelo en el Señor", dijo el Papa.
Sin embargo, como afirman los representantes de la Iglesia local, el atentado sufrido no tendrá el efecto de sofocar las voces y experiencias que llevan años trabajando por la coexistencia pacífica entre cristianos y musulmanes en Filipinas.