Arrestan en China a dos sacerdotes clandestinos de Xuanhua: amenazan a las familias que los oculten

Dos sacerdotes católicos de la diócesis de Xuanhua, que sirven a la Iglesia en China sin registrarse en la Asociación Patriótica controlada desde el Partido Comunista, han sido arrestados este mes de octubre. A las familias que escondan sacerdotes clandestinos se les amenaza con 5 días de arresto.

Según informa una fuente de la agencia asiática UCAnews, los sacerdotes detenidos son Su Guipeng y Zhao He.

Zhao He, que sirve en la iglesia de Dongcheng, fue detenido por las autoridades en el distrito de Yangyuan el 24 de octubre. Lo llevaron a un hotel y le confiscaron su teléfono móvil. Sus captores le exigieron revisar y aceptar las nuevas normas de culto y registrarse en la Asociación Católica Patriótica China, entidad que depende del gobierno y vigila y controla al clero católico.

El padre Su Guipen, que sirve en la parroquia de Shadifang, fue detenido el 13 de octubre y retenido en su domicilio. Allí habría sido “adoctrinado” sobre las nuevas políticas del gobierno referentes al culto.

Otra fuente en la diócesis de Xuanhua denunció que las autoridades han amenazado a las familias católicas de la zona con detener durante cinco días a cualquiera que reciba a los sacerdotes en sus casas.

Detenciones en otras zonas y cruces arrancadas

Ha habido detenciones recientes de otros sacerdotes en distintas provincias. Al padre Liu Jiangdong, de la diócesis de Zhengzhou, en la provincia de Henan, lo arrestaron por considerarlo “demasiado activo” evangelizando jóvenes. Las autoridades también retiraron cruces visibles en tres diócesis en las últimas semanas.

El 22 de septiembre el Vaticano anunció la firma de un Acuerdo Provisional con China para el nombramiento de obispos, si bien las condiciones del acuerdo se mantienen en secreto. Pero ese acuerdo no ha impedido, parece, que las autoridades detengan sacerdotes y retiren cruces de las iglesias, además de dificultar la catequesis infantil, la entrada de menores en los templos y otras actividades religiosas.

"Recen en sus casas: el comunismo no es eterno"

En estas condiciones, el obispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen Ze Kiun, muy respetado en la Iglesia clandestina, escribió en el New York Times el 24 de octubre: “A los obispos y sacerdotes clandestinos (fieles) de China solo puedo decirles esto: por favor, no comiencen una revolución. ¿Ellos (las autoridades) toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias (…) Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno”.

En septiembre, en el vuelo de regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia, tres países postcomunistas, el Papa Francisco habló de los obispos "pro-gubernamentales" que Roma ha reconciliado y aceptado recientemente. “Han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso”. Añadió: “la cosa se hace en diálogo, pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad”.