Muere a los 104 años Damián Iguacen, obispo emérito de Tenerife y el más longevo del mundo
Este martes 24 de noviembre ha fallecido a los 104 años en Huesca, monseñor Damián Iguacen Borau, obispo emérito de Tenerife, aunque antes lo fue de Barbastro y Teruel. El prelado ha fallecido en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados que lo atendían en el Hogar Saturnino López Nova. Se había convertido en el obispo más longevo del mundo.
El obispo emérito de Tenerife nació en el pueblo aragonés de Fuencalderas (Zaragoza). Cursó estudios en el Seminario Conciliar de la Santa Cruz de Huesca. El 7 de junio de 1941 fue ordenado sacerdote. El 11 de octubre de 1970 fue consagrado obispo en la Catedral de Barbastro y el 14 de agosto de 1984 se convirtió en prelado de la diócesis de Tenerife, de la que era obispo emérito.
Su primer destino fue como párroco en diversas parroquias en la Diócesis de Huesca de 1941 a 1944. Fue vicerrector del Seminario de Huesca de 1944 a 1948 y consiliario de Jóvenes y Mujeres de Acción Católica entre 1950 y 1969. De 1955 a 1969 pasó a ser párroco de San Lorenzo de Huesca.
Posteriormente, recibió el encargo como Administrador Apostólico de Huesca en 1969 y fue nombrado Obispo de Barbastro el 11 de octubre de 1970 hasta que en 1974, fue trasladado a la diócesis de Teruel. En 1984 fue nombrado Obispo de Tenerife, ministerio que desempeñó hasta el 12 de junio de 1991, cuando la Santa Sede aceptó su renuncia y pasó a ser emérito.
En la Conferencia Episcopal Española fue miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia de 1972 a 1981 y de 1984 a 1993, presidió la Comisión de Patrimonio Cultural. Además, en el trienio de 1975-1978 formó parte de la Comisión para la Vida Religiosa. De nuevo fue miembro de ella de 1981 a 1984. Monseñor Iguacen también publicó diversos estudios y libros sobre el patrimonio histórico y sobre advocaciones marianas.