Se descubren en el Santo Cáliz de Valencia letras hebreas que cambian la visión sobre la reliquia
Las asas y el soporte que sostienen la copa palestina del siglo I a.C. para conformar el Santo Cáliz de Valencia se compusieron según los patrones de los canteros constructores de las catedrales medievales.
El catedrático de Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia, Gabriel Songel, ha realizado un estudio sobre toda la estructura del Santo Cáliz que se venera en la Catedral y ha concluido, según informa la agencia SIC, que las asas y soporte medievales que sostienen la copa palestina de ágata del siglo I a.C. utilizada, según la tradición, por Jesucristo en la Última Cena, fueron realizadas a través de un patrón estilístico relacionado directamente con las marcas de los canteros.
“Se trata de un trabajo que aporta mucho al conocimiento del Santo Cáliz", según ha indicado también Jaime Sancho, canónigo celador de esta reliquia en la Catedral de Valencia, donde es custodiada desde el siglo XV.
“Del estudio se desprende que el diseño de toda la reliquia no es caprichoso, sino que la obra en sí misma y el montaje de las asas y soporte que se realizó en la Edad Media se hizo con un rigor enorme conforme a los cánones de la época”, ha añadido.
Asimismo, el canónigo ha indicado que tras el estudio de Songel, “a diferencia de lo que hasta ahora se creía, las letras que aparecen en la plataforma del Santo Cáliz parecen ser de grafismo hebreo y no á́rabe, una hipótesis que, por otra parte, ya lanzó en su momento el canónigo de la Catedral, Juan Ángel Oñate Ojeda”. “Ahora, con este descubrimiento se abren nuevos campos de investigación como quién fue el orfebre que realizó el santo Cáliz”, ha explicado.
Un diseño geométrico perfecto
El estudio del catedrático de la UPV recoge cómo en el siglo XIX el investigador Franz Rziha agrupó en cuatro retículas (patrones de diseño) todas las marcas de cantero que aparecían en las catedrales centroeuropeas de los siglos XII y XIII y que llegan a España, siguiendo los patrones de los constructores de las catedrales góticas.
Ahora, Songel ha descubierto que de las cuatro, la cuadrilobular y la ad triangulum sirvieron, respectivamente, para el diseño de la estructura de orfebrería que sustenta el Santo Cáliz y para las propias inscripciones.
Gabriel Songel investigó en 2014, coincidiendo con los preparativos de la diócesis de Valencia para las celebraciones el Año Jubilar del Santo Cáliz de la Misericordia, sobre las marcas de cantería y tras hallar un patrón en las letras de la base del Santo Cáliz, hizo lo mismo con toda la estructura a través del dibujo original de Antonio Beltrán, catedrático de arqueología de la Universidad de Zaragoza que dedujo que el conjunto del cáliz fue montado entre los siglos XII y XIII, bajo la copa palestina de ágata del siglo I a.C. que aparece en su parte superior.
“Descubrí entonces que el número de coincidencias era extraordinario”, señala Songel. Así, “el hecho de que las alturas y las tangentes de los brazos del Cáliz y los puntos críticos coincidan con algunas de las líneas maestras del patrón indica que quien construyó la estructura medieval fue un orfebre o un artesano que conocía esos patrones y que obviamente los utilizó para que la composición fuera perfecta, proporcionada, estética y que revalorizara la autenticidad de la copa que sostenía”, ha explicado.
Letras hebreas además de árabes
La inscripción que aparece en la base ha sido interpretada desde el profesor Antonio Beltrán hasta la actualidad como árabe en escritura cúfica y vendría a significar “para el que reluce”. Sin embargo, Gabriel Songel, después de estudiarlas detalladamente ha destacado que “podrían ser los caracteres hebreos que representaran las palabras`Yoshua Yahwé´ “reforzando el significado que quería darle a la inscripción que es Jesús es Dios”.
En la inscripción, según el catedrático de la UPV se puede entreleer WH, dos letras en hebreo arcaico que aparecen en una de las formas con las que se escribe la palabra Dios. Esta particularidad del hebreo de no incluir vocales, y de escribir de derecha a izquierda, compartida con el árabe, añadida a la prohibición de mencionar el nombre de Dios en hebreo, “nos remite a los 72 nombres que el Antiguo Testamento utiliza para designarlo, entre ellos el de Yoshua Yahweh, que es el que tiene una arquitectura compositiva más parecida a la inscripción”.
Para llevar a cabo su estudio, el profesor ha recopilado información del Archivo de la Catedral de Valencia, así como del departamento de inscripciones del Museo de Israel en Jerusalén y ha revisado la bibliografía más especializada en arte medieval.
La hipótesis de Gabriel Songel cuenta con el visto bueno de especialistas como Carmen Barceló, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universitat de València; Daniel Benito Goerlich, doctor en Geografía e Historia; y José Hinojosa, catedrático de Historia Medieval; así como de David Mevorah del Israel Museum de Jerusalén.
Por dar una primera explicación al juego idiomático utilizado, el catedrático ha planteado “que el autor podría ser un artesano orfebre judío conocedor de las incipientes persecuciones de los cristianos hacia los judíos del siglo XIII, que prefirió plasmar la inscripción pareciendo árabe”.
Estas conclusiones, resultado de dos años de investigación en colaboración con el cabildo de la Seo valentina, se recogen en el artículo “El patrón de diseño del Santo Cáliz de Valencia” que ha sido publicado en el número 13 de la revista de investigación de Artes Plásticas, Estética, Diseño e Imagen Bellas Artes de la Universidad de la Laguna.
El catedrático de Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia, Gabriel Songel, ha realizado un estudio sobre toda la estructura del Santo Cáliz que se venera en la Catedral y ha concluido, según informa la agencia SIC, que las asas y soporte medievales que sostienen la copa palestina de ágata del siglo I a.C. utilizada, según la tradición, por Jesucristo en la Última Cena, fueron realizadas a través de un patrón estilístico relacionado directamente con las marcas de los canteros.
“Se trata de un trabajo que aporta mucho al conocimiento del Santo Cáliz", según ha indicado también Jaime Sancho, canónigo celador de esta reliquia en la Catedral de Valencia, donde es custodiada desde el siglo XV.
“Del estudio se desprende que el diseño de toda la reliquia no es caprichoso, sino que la obra en sí misma y el montaje de las asas y soporte que se realizó en la Edad Media se hizo con un rigor enorme conforme a los cánones de la época”, ha añadido.
Asimismo, el canónigo ha indicado que tras el estudio de Songel, “a diferencia de lo que hasta ahora se creía, las letras que aparecen en la plataforma del Santo Cáliz parecen ser de grafismo hebreo y no á́rabe, una hipótesis que, por otra parte, ya lanzó en su momento el canónigo de la Catedral, Juan Ángel Oñate Ojeda”. “Ahora, con este descubrimiento se abren nuevos campos de investigación como quién fue el orfebre que realizó el santo Cáliz”, ha explicado.
Un diseño geométrico perfecto
El estudio del catedrático de la UPV recoge cómo en el siglo XIX el investigador Franz Rziha agrupó en cuatro retículas (patrones de diseño) todas las marcas de cantero que aparecían en las catedrales centroeuropeas de los siglos XII y XIII y que llegan a España, siguiendo los patrones de los constructores de las catedrales góticas.
Ahora, Songel ha descubierto que de las cuatro, la cuadrilobular y la ad triangulum sirvieron, respectivamente, para el diseño de la estructura de orfebrería que sustenta el Santo Cáliz y para las propias inscripciones.
Gabriel Songel investigó en 2014, coincidiendo con los preparativos de la diócesis de Valencia para las celebraciones el Año Jubilar del Santo Cáliz de la Misericordia, sobre las marcas de cantería y tras hallar un patrón en las letras de la base del Santo Cáliz, hizo lo mismo con toda la estructura a través del dibujo original de Antonio Beltrán, catedrático de arqueología de la Universidad de Zaragoza que dedujo que el conjunto del cáliz fue montado entre los siglos XII y XIII, bajo la copa palestina de ágata del siglo I a.C. que aparece en su parte superior.
“Descubrí entonces que el número de coincidencias era extraordinario”, señala Songel. Así, “el hecho de que las alturas y las tangentes de los brazos del Cáliz y los puntos críticos coincidan con algunas de las líneas maestras del patrón indica que quien construyó la estructura medieval fue un orfebre o un artesano que conocía esos patrones y que obviamente los utilizó para que la composición fuera perfecta, proporcionada, estética y que revalorizara la autenticidad de la copa que sostenía”, ha explicado.
Letras hebreas además de árabes
La inscripción que aparece en la base ha sido interpretada desde el profesor Antonio Beltrán hasta la actualidad como árabe en escritura cúfica y vendría a significar “para el que reluce”. Sin embargo, Gabriel Songel, después de estudiarlas detalladamente ha destacado que “podrían ser los caracteres hebreos que representaran las palabras`Yoshua Yahwé´ “reforzando el significado que quería darle a la inscripción que es Jesús es Dios”.
En la inscripción, según el catedrático de la UPV se puede entreleer WH, dos letras en hebreo arcaico que aparecen en una de las formas con las que se escribe la palabra Dios. Esta particularidad del hebreo de no incluir vocales, y de escribir de derecha a izquierda, compartida con el árabe, añadida a la prohibición de mencionar el nombre de Dios en hebreo, “nos remite a los 72 nombres que el Antiguo Testamento utiliza para designarlo, entre ellos el de Yoshua Yahweh, que es el que tiene una arquitectura compositiva más parecida a la inscripción”.
Para llevar a cabo su estudio, el profesor ha recopilado información del Archivo de la Catedral de Valencia, así como del departamento de inscripciones del Museo de Israel en Jerusalén y ha revisado la bibliografía más especializada en arte medieval.
La hipótesis de Gabriel Songel cuenta con el visto bueno de especialistas como Carmen Barceló, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universitat de València; Daniel Benito Goerlich, doctor en Geografía e Historia; y José Hinojosa, catedrático de Historia Medieval; así como de David Mevorah del Israel Museum de Jerusalén.
Por dar una primera explicación al juego idiomático utilizado, el catedrático ha planteado “que el autor podría ser un artesano orfebre judío conocedor de las incipientes persecuciones de los cristianos hacia los judíos del siglo XIII, que prefirió plasmar la inscripción pareciendo árabe”.
Estas conclusiones, resultado de dos años de investigación en colaboración con el cabildo de la Seo valentina, se recogen en el artículo “El patrón de diseño del Santo Cáliz de Valencia” que ha sido publicado en el número 13 de la revista de investigación de Artes Plásticas, Estética, Diseño e Imagen Bellas Artes de la Universidad de la Laguna.
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