«La Iglesia no tiene vocación de sacristía, sino de estar en la calle», señala Gil Tamayo

El portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, ha defendido la existencia de la prensa católica con periodistas católicos, que los católicos salgan a la calle y ha comentado el debate sobre el proyecto de reforma del aborto señalando que los bebés con malformación tienen derecho a vivir y no deben ser sujeto de negociaciones políticas.

 "Yo no quisiera que en el anteproyecto, la cuestión de la malformación del feto fuera un ámbito de lo negociable para su tránsito en la aprobación o la discusión parlamentaria", ha asegurado este lunes el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, en el Palacio de Cibeles de Madrid, durante un desayuno organizado por la cadena COPE.

En este sentido, ha insistido en que "un niño en el seno de la madre con deficiencias no es intercambiable por una negociación política".

Así, ha pedido a los políticos que no hagan de esta cuestión "un arma arrojadiza, de controversia electoral".

Ayudas a la maternidad
Además, ha reclamado políticas sociales de apoyo a la maternidad que acompañen a este Anteproyecto pues asegura que está "oyendo poco" en este sentido: “Hay que decir sí a la vida con todas sus consecuencias”. "Se está hablando de libertad de la mujer, pero nadie está hablando de conciliación de la vida del trabajo de la mujer con su papel insustituible como madre", ha precisado.

A su juicio, hay que ayudar a la mujer "no en una opción entre libertades" sino con políticas que "acompañen y faciliten que una mujer no se vea en esa tragedia" de tener que optar por "la muerte de un hijo". La maternidad, según ha recordado Gil Tamayo, "no es algo por lo que haya que dar el pésame a una mujer".

Católicos en la calle, cambiando la sociedad
Gil Tamayo ha explicado también durante su intervención que la Iglesia no quiere recluirse en la sacristía, “tiene una vocación de calle, de transformación social. Queremos influir de manera cordial y decidida. El Estado no puede ocupar todo el espacio público”, sino que es necesario el protagonismo de toda la riqueza de esta sociedad, y dentro de ella de la Iglesia, en un país donde un 70% de los ciudadanos se declaran católicos.

Al portavoz de la CEE le preocupa la imagen que reflejan ciertas encuestas de los obispos, en las que ocupan los últimos puestos. Sin embargo Cáritas, que es la Iglesia, ocupa los primeros lugares de valoración. Ha aclarado que “no se puede separar a los obispos de la Iglesia real, de la que está en los barrios, en las parroquias, en Cáritas. Los obispos están en primera línea en esa Iglesia cercana a la gente”.

“Tenemos derecho y voz”
Gil Tamayo ha afirmado que, para realizar su misión la Iglesia necesita medios de comunicación propios, “precisamente en una sociedad en la que algunos intentan relegarnos”. Desde esos Medios, que siempre tendremos que mejorar porque la exigencia es muy alta, “queremos iluminar sin privilegios, nos interesa influir abierta y claramente. “Tenemos derecho y voz”. Unos medios de comunicación con buenos profesionales creyentes “en igualdad de condiciones en el ámbito político y económico”.

Sobre el Papa Francisco, el portavoz de la CEE ha dicho que no tiene un programa estratégico de comunicación, se muestra como es “un hombre del evangelio y por eso llega al corazón de la gente”. Francisco “proclama las verdades de la Fe con un profundo sentido común, conocedor del hombre, trae una bocanada de aire evangélico, renovada esperanza, el deseo de una Iglesia más abierta y acogedora”, que no va a cambiar la doctrina ni la tradición apostólica, sino que va a transmitirla de un modo más convincente.

Respecto a Benedicto XVI, ha destacado que ha sido un gran Papa llamado a tomar el relevo de un gigante como Juan Pablo II. Su tarea ha sido centrar la misión de la Iglesia en la prioridad de Dios, y también la regeneración y purificaxción interna. Con su renuncia ha dado una lección de honestidad humana y desprendimiento del poder, consciente de que para afrontar los retos de este momento el papa necesitaba una plenitud de fuerzas que él ya no tenía. Benedicto renuncia y la Iglesia elige al “Papa venido de lejos” que quiere una Iglesia samaritana y misericordiosa, centrada en Cristo y en los pobres, una “Iglesia en salida” que quiere llegar hasta las periferias existenciales de nuestro mundo.

Información religiosa de calidad
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Siguiendo las indicaciones del Papa Francisco a los obispos españoles ha marcado dos tareas de la Iglesia promover y defender la verdadera familia y la pastoral vocacional. En el mundo actual tan complicado y globalizado, tan sediento de respuestas, la Iglesia siente la urgencia de la evangelización.

En cuanto a las relaciones Iglesia-Estado, Gil Tamayo afirma que son de “puertas abiertas; se desarrollan con cooperación e independencia”. Respecto al problema de la inmigración, Gil Tamayo entiende que el problema no hay que focalizarlo en el país donde se producen los sucesos, hay que elevar la mirada y pedir a la UE que intervenga para facilitar la vida a “las personas laceradas por el hambre”.

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