Expedita Pérez, misionera comboniana en Sudán y Egipto
Generosidad con las misiones, leer prensa católica y presionar al Gobierno: 3 formas de ayudar
Después de muchos años en tierra del Islam, esta misionera ve luces y sombras en la Primavera Árabe y pide a los españoles que denuncien las incoherencias de nuestros Gobiernos en el Tercer Mundo.
"En Sudán del Norte, casi todos cristianos son inmigrantes egipcios o sirios o sudaneses del sur", explica esta misionera comboniana.
Alegría en la persecución
"Cuando llegué a Sudán por primera vez, hace unos 20 años, me impresionó encontrar una multitud de creyentes, en la fiesta del entonces Beato Comboni, padre de la iglesia en Sudán, con 10.000 personas. Sentirlos cantar con tanta alegría, a mí me impactó. Eran sudaneses del sur desplazados en el norte, pobrísimos, que vivían con lo mínimo, que caminaron mucho para celebrar cuatro horas de misa bajo el sol; aquello me impresionó. Y entendí lo que dice Hechos de los Apóstoles: crecían en número y en fe en medio de la persecución, con su poquísima libertad, a menudo excluidos de ciudadanía, y peor todavía cuando eran cristianos. Deseé esa fe para Europa y España".
También por esa época, hace 20 años, en Egipto, Expedita entendió lo que significaba estar en tierras del Islam.
"Inocentemente, intenté poner un signo religioso en una puerta, una imagen de Comboni y una cruz, y me dijeron que en ese barrio y contexto no era prudente. Ahí ya me di cuenta de que estaba en otro ambiente. Me asombró no tener posibilidad de hacer un anuncio explícito del evangelio. En un primer momento añoraba mucho ese anuncio explícito de Cristo. Ahora, no. Lo anuncio con mi vida cotidiana, mi trato con todos, por la calle, en la escuela, en el mercado.... al acercarme al enfermo... En Egipto, mientras no presentes a Cristo como Hijo de Dios, te dejan hablar de Jesús, al que reconocen como profeta. Te dejan llevar la cruz al cuello, y de hecho los cristianos egipcios llevan la cruz colgada e incluso tatuada".
Amenazas tras la Primavera Árabe
Con las revueltas de la "Primavera Árabe" hay cosas que cambian, algunas a mejor, otras a peor.
"Yo no he vivido amenazas directas, pero parece que por la película contra Mahoma la embajada de EEUU advirtió a las misioneras norteamericanas de que eran blancos para los terroristas. Pero a mí ninguna embajada me ha avisado de nada", explica esta misionera canaria.
"La Primavera árabe acabó con regímenes autoritarios y opresores, pero los grupos radicales islámicos lo han manipulado después. Eso sí, la gente de allí, en general, ha tomado más conciencia de sus derechos; de exigir transparencia a los gobernantes. Lo que veo en estos 9 meses en Egipto es que también cristianos toman más conciencia de sus derechos y deberes, aprenden a pedir y exigir libertad religiosa. Antes vivían con más pasividad la exclusión. Hoy tienen más conciencia de sus derechos y posibilidades, dicen que son ciudadanos egipcios y recuerdan que en las manifestaciones en Tahrir, el 24 de enero, estaban juntos musulmanes y cristianos".
Musulmanes con sus vecinos
Expedita añade que "la persecucion es siempre obra de una minoría; cuando atacaron una iglesia en un barrio de El Cairo, hace unos meses, hubo también heridos musulmanes, que eran personas que intentaban defender a sus vecinos cristianos".
¿Y qué se puede hacer por los cristianos en países islámicos o sin libertad religiosa?
"Siempre pido que los cristianos en Europa se informen, que sigan la prensa católica, la de Obras Misionales, la revista Mundo Negro, la agencia Misna, internet, que conozcan la raíz de los problemas. Y que conozcan el papel de nuestro país en esta pobreza y en esta discriminación. Que nuestro gobierno se moje".
¿Por ejemplo? Expedita denuncia el caso de España.
España: te doy ayuda si me compras armas
"España es el sexto mayor exportador de armas al Tercer Mundo. Hemos de actuar para defender la vida desde la concepción, sí, pero también actuar para que nuestro Gobierno pare este tráfico de armas. Que dejen de ofrecer ayuda al desarrollo oficial a cambio de que les compren armas".
Y, según ella, hasta la crisis económica española puede servir para algo bueno.
"Hay que cambiar nuestro estilo de vida en Occidente. Quizá la crisis puede ser un momento para poner a Dios en el lugar que le corresponde. Conozco algunas familias españolas que, en secreto, dan un 10% de su sueldo cada mes para obras sociales. En Sudán conocí también una familia sudanesa, empleados de la iglesia pero nada acomodados, que daban un 10% de su sueldo en la caja de caridad de la parroquia. Para mí fue una revelación, me pidieron que no lo dijese. Pobres o no, blancos o negros, la Palabra de Dios debería cambiar nuestra vida".
Para donativos a misiones: Obras Misionales Pontificias
http://ompes.blogspot.com.es/2012/10/colabora-con-un-donativo.html