Volcado en los pobres y la obra social
Valencia abre la causa de canonización de su arzobispo Olaechea, un vizcaíno incansable
El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, anunció el domingo la apertura de la causa de canonización del que fuera también arzobispo de Valencia entre 1946 y 1966 Marcelino Olaechea.
Osoro hacía efectivo así el compromiso de una iniciativa planteada el pasado febrero, coincidiendo con una exposición sobre el arzobispo Olaechea que acogió el Palacio de Colomina y organizó la Universidad CEU-Cardenal Herrera.
Tras la homilía de la misa en sufragio del que fuera arzobispo de Valencia, fallecido hace cuarenta años, monseñor Osoro aseguró que «para que no se pierdan las pruebas que todavía existen en personas que viven aún y que pueden manifestar quién fue este gran arzobispo de Valencia, os digo que pondré en marcha inmediatamente el proceso de canonización».
El titular de la archidiócesis de Valencia afirmó, además, que «es de una fuerza extraordinaria para nosotros el que hagamos el recuerdo de un hombre que también en su vida hizo presente a Jesucristo y no tuvo miedos». Según el prelado, «Don Marcelino fue un hombre profundamente de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo».
Además, por primera vez, tras la homilía y en la oración de los fieles, se mencionó ya a monseñor Olaechea como «siervo de Dios».
La oración fue leída por el delegado diocesano para las Causas de los Santos, el sacerdote Ramón Fita, y en ella pidió «para que conservemos la memoria agradecida del que fue nuestro arzobispo, el siervo de Dios don Marcelino Olaechea, y sintamos su protección desde el cielo».
Fue precisamente Ramón Fita quien hace unos meses destacaba a LAS PROVINCIAS que la labor de Olaechea había estado marcada siempre «por la preocupación por los pobres, algo que le hizo muy popular» entre la gente. En la eucaristía de ayer también también concelebró el inspector provincial de los salesianos, congregación a la que perteneció monseñor Olaechea.
Ayuda a los necesitados
Marcelino Olaechea nació en Barakaldo (Vizcaya) el 9 de enero de 1888 y falleció en Valencia el 21 de octubre de 1972. Fue obispo de Pamplona desde 1935 a 1946 y arzobispo de Valencia desde 1946 hasta su jubilación en 1966.
En Valencia, entre otras muchas cosas:
-impulsó la tómbola Nuestra Señora de los Desamparados para ayudar a los desfavorecidos,
-fue el motor de las escuelas deportivas Benimar,
-fue el fundador de la Escolanía de la Virgen,
-fue el promotor de viviendas sociales en los barrios de Tendetes, Benicalap o San Marcelino.
Todas esas acciones y muchas más que llevó a cabo, pesarán en el expediente que debe conducir a los altares al prelado Olaechea, que también organizó las celebraciones por el 25 aniversario de la coronación de la Virgen de los Desamparados.
Osoro hacía efectivo así el compromiso de una iniciativa planteada el pasado febrero, coincidiendo con una exposición sobre el arzobispo Olaechea que acogió el Palacio de Colomina y organizó la Universidad CEU-Cardenal Herrera.
Tras la homilía de la misa en sufragio del que fuera arzobispo de Valencia, fallecido hace cuarenta años, monseñor Osoro aseguró que «para que no se pierdan las pruebas que todavía existen en personas que viven aún y que pueden manifestar quién fue este gran arzobispo de Valencia, os digo que pondré en marcha inmediatamente el proceso de canonización».
El titular de la archidiócesis de Valencia afirmó, además, que «es de una fuerza extraordinaria para nosotros el que hagamos el recuerdo de un hombre que también en su vida hizo presente a Jesucristo y no tuvo miedos». Según el prelado, «Don Marcelino fue un hombre profundamente de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo».
Además, por primera vez, tras la homilía y en la oración de los fieles, se mencionó ya a monseñor Olaechea como «siervo de Dios».
La oración fue leída por el delegado diocesano para las Causas de los Santos, el sacerdote Ramón Fita, y en ella pidió «para que conservemos la memoria agradecida del que fue nuestro arzobispo, el siervo de Dios don Marcelino Olaechea, y sintamos su protección desde el cielo».
Fue precisamente Ramón Fita quien hace unos meses destacaba a LAS PROVINCIAS que la labor de Olaechea había estado marcada siempre «por la preocupación por los pobres, algo que le hizo muy popular» entre la gente. En la eucaristía de ayer también también concelebró el inspector provincial de los salesianos, congregación a la que perteneció monseñor Olaechea.
Ayuda a los necesitados
Marcelino Olaechea nació en Barakaldo (Vizcaya) el 9 de enero de 1888 y falleció en Valencia el 21 de octubre de 1972. Fue obispo de Pamplona desde 1935 a 1946 y arzobispo de Valencia desde 1946 hasta su jubilación en 1966.
En Valencia, entre otras muchas cosas:
-impulsó la tómbola Nuestra Señora de los Desamparados para ayudar a los desfavorecidos,
-fue el motor de las escuelas deportivas Benimar,
-fue el fundador de la Escolanía de la Virgen,
-fue el promotor de viviendas sociales en los barrios de Tendetes, Benicalap o San Marcelino.
Todas esas acciones y muchas más que llevó a cabo, pesarán en el expediente que debe conducir a los altares al prelado Olaechea, que también organizó las celebraciones por el 25 aniversario de la coronación de la Virgen de los Desamparados.
Para conocer mejor su figura existe un blog:
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