Las presiones en contra «no valen para nada», dice Rubio Willen a Creo TV
«Presiento que la beatificación de Isabel la Católica está cerca», dice el director de la Comisión
José Luis Rubio Willen, director de la Comisión Isabel la Católica para la Causa de Beatificación de la Reina, debe su vocación sacerdotal a la Reina Católica.
Granadino con apellido de origen judío, creció en una familia donde siempre se pensó en Isabel como en una santa. Según le explicó a Álex Navajas en El Buscador de Creo TV, salía de un noviazgo de siete u ocho años cuando le pidieron colaboración en la causa de beatificación, y profundizando en ella encontró la llamada de Dios.
Es natural, pues, el entusiasmo con el que habla de todo cuando se refiere a ella, y se muestra convencido de que no tardaremos mucho en venerarla en los altares: "Presiento que la beatificación está cerca", expresa en la entrevista. Hay quien intenta evitarlo, pero "los grupos de presión no valen para nada, porque es como presionar a la Providencia: los santos no los da el Papa, los santos los da Dios". Ceder a esa presión "sería quedarnos en el mundanismo, hacernos mundanos".
En cualquier caso, entiende su misión como "provocadora espiritualmente" para "tirar ese muro" que eventualmente ha impedido la llegada a los altares de la gran impulsora de la evangelización de América, que es tanto como decir que la amplia mayoría de los católicos del mundo le deben hoy la fe.
Esa evangelización fue algo que "ella tomó como una cosa personal" y tuvo también consecuencias civilizadoras: "Es la Reina de la civilización del amor, porque cuando llevó el cristianismo a América, allí estaban en la Edad de Piedra, y aquí estábamos entrando en los tiempos modernos".
El programa de Creo TV en el que se enmarcan estas declaraciones incluye una completa visita, guiada por el sacerdote, a su casa natal, el palacio de su padre Juan II de Castilla y convento de las Madres Agustinas de Madrigal de las Altas Torres (Álvila), donde nació el 22 de abril de 1451, Jueves Santo. Vemos así la habitación donde su madre, Isabel de Portugal, la dio a luz, la pila donde fue bautizada, y la talla de la Virgen del Mar a la que profesaba gran devoción.
El optimismo de Rubio Willen por el futuro de la causa es sólido, según se desprende de lo que explica en la entrevista y de la evolución de la causa.
Ésta arrancó en 1957 con una primera petición llegada a Pío XII (quien "cree en esa petición" y la impulsa) desde Argentina, formulada por Bertha Bilbao Richter, entonces una joven estudiante de Filosofía. El proceso diocesano se abrió en 1958 y concluyó en 1972, fecha en la que se inició en Roma. En 1974 fue aprobada la Positio sobre los escritos y declarada Sierva de Dios, y en 1990 fue aprobada la Positio histórica. Desde 2002 hay un informe médico "muy favorable" a un posible milagro, requisito ordinario para la beatificación.
Rubio Willen comenta tres hechos que respaldan completamente la causa:
1. Fama de santidad
Isabel murió en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504 en olor de santidad. Cuando, tres meses después, se celebró el funeral por ella en Roma, el obispo de Acqui (Italia), Ludovico Bruno, en la homilía, habla de ella como "beata santa", "santísima fémina" y "la más grande fémina y santísima y beatísima", porque esa era la vox populi. Eran conocidas además "la austeridad y la humildad con las que vivió".
2. El milagro
A falta de una proclamación oficial, ya existe un milagro que habilitaría la beatificación. Se trata de la curación del claretiano Alfonso María Durán, fundador de Miles Jesu, él mismo un gran adalid de la beatificación. Víctima de un grave incidente cerebral por el que estuvo cuatro días en coma y con pronóstico médico de muerte irremediable, revivió de forma inexplicable en el mismo momento en el que su familia, en la Capilla Real de Granada, había acudido a rezarle por él ante el sepulcro de los Reyes Católicos.
3. La verdad sobre la expulsión de los judíos
Navajas le pregunta al director de la Comisión Isabel la Católica por la expulsión de los judíos, que para muchos es un obstáculo para su elevación a los altares. Pero Rubio Willen le quita toda importancia: "Son mitos que quedan para las gentes que no son estudiosas".
Ninguno de los puntos controvertidos que analiza la parte histórica de la Positio (27 tomos), y que van desde dicha expulsión a la Inquisición o las capitulaciones de su matrimonio con su primo Fernando, ha suscitado duda alguna para los historiadores y postuladores. Lo que pasa, explica, es que "hay santos que tienen tal potencial que arrastran un mito con ellos, como Fernando III el Santo, San Luis Rey de Francia o Santa Juana de Arco".
En realidad, continúa Rubio Willen, "la expulsión es los judíos es un tema muy fácil en el proceso de beatificación", por varias razones:
-la expulsión "es por un mandato del Papa, los Reyes Católicos cumplieron órdenes del Papa";
-hay que entender "el contexto de aquellos tiempos": "El pueblo judío estaba mal visto porque era el pueblo que había matado a Cristo. Las juderías habían creado problemas en muchos reinos católicos de Europa, aunque menos en España y en Portugal, que fueron los últimos países en expulsarles no renovándoles el permiso de residencia. El judío español, serfardí, tenía su propia lengua, el ladino, y su identidad"; esos problemas de los judíos en Europa se debían a "dos motivos: primero, porque eran los que más sabían de medicina, a años luz de los árabes; y luego, porque eran los que más sabían de banca, eran prestamistas";
-los Reyes Católicos "funcionaron bien" con los judíos: el médico personal de Isabel, que atendió todos sus partos, era judíos, como también su jefe de finanzas; además, España fue el único país de Europa que les dio la oportunidad de quedarse si se bautizaban: "Yo creo que se convirtieron muchísimos, aunque algunos llevaban una doble vida".
[Lee en ReL: ¿Quién fue la reina Isabel la Católica? ¿Por qué aún no es santa? ¿Cómo era su vida de fe?]
Ratificando lo anterior, don José Luis concluye con una anécdota. Hay familias judías hoy mismo que acuden a Madrigal de las Altas Torres con la estrella de David al cuello a ver su lugar de nacimiento y son "admiradores de la Reina". Cuando le preguntó a una de ellas por qué les interesaban "las cosas de Isabel", respondieron: "Porque Isabel se portó muy bien con el pueblo judío".