¿A que Dios rezará Obama y Zapatero?

En familia          

No se si alguna vez los medios de comunicación habrán hablado tanto de oración. ¡Lo que tiene la política! La Iglesia habla todos los días de oración, y ora constantemente, y a nadie llama la atención. Convoca a miles de personas a rezar por la familia y los políticos se quedan en su casa. Convoca Obama  y sale corriendo Zapatero. Pero, ¿realmente sabe a lo que va? ¿Qué entiende de oración un laicista antropológico que un día dijo “mas gimnasia y menos religión?

         Pues sí, va a un “desayuno de oración”, una oración a la americana. Un evento entre político y religioso que se viene celebrando en Estados Unidos desde la época de la “gran depresión” que, hartos de fórmulas sin buenos resultados, decidieron “orar por la formación de una nueva nación”. Y Dios y las tradiciones para America son sagrados. Otra cosa es la idea que tengan de Dios. “La Familia”, que es la organización que convoca al evento, parece ser del ala más integrista de los evangélicos. Lo que podemos llamar “extrema derecha”. Y resulta que este es el calificativo que le han endosado los del Gobierno a Mons. Munilla y, por lo tanto, hay que tacharlo de la lista. Pero se ve que la extrema derecha de América es otra cosa. Al menos no es la Iglesia Católica la que convoca. Y allí las fotos salen mejor.

         Alguna periodista recoge la sarcástica frase que circula por los ambientes diplomáticos de Madrid: “Obama quiere enseñar a rezar a Zapatero” (Pilar Ferrer en “La Razón”). ¿Es posible? Sería el milagro del siglo XXI. Tal vez si aprende pueda convocar en la Puerta de Alcalá de Madrid una “merienda de oración” para pedir a su Dios que nos saque de la crisis. Digo su Dios porque no veo claro que el Dios de Zapatero, como el de Obama, sea el mismo que manda: “No matarás”. Por un lado aprobando el aborto libre y por otro organizando “desayunos de oración”. No lo entiendo.

         Este evento ocurre cada año a principios de febrero. A él han acudido personajes de todas las calañas y religiones, pero no se ha levantado tanta alharaca como ahora. ¿Qué pasa con Zapatero? Sencillamente que no se entiende que le encienda una vela a Dios (en América) y muchas al diablo en España. Como afirma Cesar Vidal: “Solo Dios sabe que efecto ejercerá en el alma del presidente asistir a una reunión de oración, pero sería deseable que en ella aprendiera a respetar las creencias religiosas de los demás sin pretender intervenir en ellas, a mantener la deseable separación entre Iglesia y Estado, e incluso a comprender que la Providencia actúa en la Historia, quizá de manera no siempre fácil de entender, pero, desde luego, positiva” (“La Razón, 17 de enero de 2010).

         Es posible que Zapatero aprenda en Estados Unidos a rezar, y lo veamos algún día de rodillas, tal y como lo pinta Mingote en el ABC del domingo, con las manos juntas y mirando a lo alto, diciendo: “Te pido Señor, un milagro económico. Pero que parezca laico, por favor”.

         La oración todo lo alcanza. Si por lo menos pidiera para todos un poco de sentido común, tal vez el Señor lo escuche, aunque su fe sea como un granito de mostaza o menos. Otros más retorcidos han caído del caballo, como San Pablo. Parece que en Estados Unidos todo es posible. Tienen mucho poder, aunque no mas que Dios.

Juan García Inza

juan.garciainza@gmail.com