La alegría de Cristo Resucitado
por Vive mejor
Teresa del Calcuta, hace más de 45 años, escribió para sus Hijas de la Caridad, unos consejos, hechos de vida, infalibles, para vivir siempre en y con alegría, por dificultades que se presentaren:
-“No os dejéis inundar nunca por la tristeza.
- No olvidemos que la alegría nos viene de Cristo Resucitado.
Todos aspiramos al Paraíso, a la Perfecta Alegría: a Dios.
- Amemos como... Jesús amó.
- Ayudemos como... Jesús ayuda.
- Démonos como... Jesús se dio y se da.
- Sirvamos como... Jesús sirve.
- Curemos y salvemos como... Jesús curó y salvó.
- Estemos cerca de Él, todas las horas del día…
Toquemos a Jesús en la Eucaristía en las especies sacramentales, pero también bajo las especies -el disfraz- de la miseria, de la pobreza, de la enfermedad, de las lágrimas, de todo sufrimiento humano.”
- M. Quoist escribió: “Ante las dificultades y adversidades de la vida, las pruebas, los sufrimientos, las enfermedades, la muerte... tú tienes todo el derecho a llorar... Pero no olvides que: no tienes nunca el derecho a divorciarte, a separarte de la alegría.
– “El placer, en efecto, no puede hallarse donde vive el sufrimiento, el dolor.
– “En cambio la alegría sí puede desposarse, sí puede estar y reinar allí donde haya los mayores dolores de la vida”.
-“No os dejéis inundar nunca por la tristeza.
- No olvidemos que la alegría nos viene de Cristo Resucitado.
Todos aspiramos al Paraíso, a la Perfecta Alegría: a Dios.
- Amemos como... Jesús amó.
- Ayudemos como... Jesús ayuda.
- Démonos como... Jesús se dio y se da.
- Sirvamos como... Jesús sirve.
- Curemos y salvemos como... Jesús curó y salvó.
- Estemos cerca de Él, todas las horas del día…
Toquemos a Jesús en la Eucaristía en las especies sacramentales, pero también bajo las especies -el disfraz- de la miseria, de la pobreza, de la enfermedad, de las lágrimas, de todo sufrimiento humano.”
- M. Quoist escribió: “Ante las dificultades y adversidades de la vida, las pruebas, los sufrimientos, las enfermedades, la muerte... tú tienes todo el derecho a llorar... Pero no olvides que: no tienes nunca el derecho a divorciarte, a separarte de la alegría.
– “El placer, en efecto, no puede hallarse donde vive el sufrimiento, el dolor.
– “En cambio la alegría sí puede desposarse, sí puede estar y reinar allí donde haya los mayores dolores de la vida”.
Comentarios