El catolicismo constituye el patrimonio de los pueblos hispanoamericanos unidos a España por la fe
Hispanidad por el cardenal Gomá, 90 años después (2)
En el Servicio de Publicaciones del Estudio Teológico de San Ildefonso del Seminario Conciliar de Toledo [actualmente Instituto Superior de Estudios Teológicos San Ildefonso de Toledo] se encuentran publicados estos dos tomos:
Escrito por Luis Casañas Guasch y Pedro Sobrino Vázquez, se trata como se puede ver de dos tomos titulado El Cardenal Gomá: pastor y maestro
Luis Casañas Guasch fue canónigo de la S.I.C.P. Nació en Vals (Tarragona) el 1 de mayo de 1904. Se ordenó el 2 de abril de 1927. Fue capellán del Cardenal Gomá. Beneficiado maestro de ceremonias de la Catedral en la catedral de Tarazona. En Toledo fue Capellán Mozárabe en la capilla del “Corpus Christi” de la S.I.C.P. Prefecto de ceremonias, Censor y Defensor del vínculo. Juez pro sinodal. Falleció el 5 de abril de 1986.
Por su parte, el recordado Pedro Sobrino Vázquez también fue canónigo de la S.I.C.P., Profesor de Teología del Instituto Teológico San Ildefonso y Delegado Diocesano de Educación en la Fe. Falleció repentinamente en Toledo, a la edad de 61 años, el día 2 de agosto de 1997. Era natural de La Mata. Y estas dos fotos del 1 de junio de 1997, su ultimo Corpus, fallecía dos meses después. Ambas fotos son de Juan Ignacio de Mesa [en la primera, el primero a la izquierda de la foto; en la segunda, el primero por la derecha].
En 1934 durante el Congreso Eucarístico de Buenos Aires
Cuenta el profesor Osvaldo Rodolfo Martini que el día 12 de octubre de 1934 se recordaron y celebraron los orígenes católicos e hispanos de la Nación Argentina, «el día comienza con la celebración de la misa pontifical a cargo del Obispo de Orihuela (España), monseñor Francisco Javier de Irastorza conmemorando la «grande gesta católica en Ibero-América”. Por la tarde, a las 16,comenzará la Segunda Asamblea General, en el colegio el Salvador, donde el Obispo de Madrid-Alcalá, monseñor Leopoldo Eijo Garay, disertará sobre Cristo Rey en la vida moderna católica.
Un poco más tarde en un fastuoso Teatro Colón vestido de gala y en presencia del presidente de la República Agustín P. Justo y del legado papal, cardenal Eugenio Pacelli, pronunciaron vibrantes discursos alusivo a la fecha, el intelectual católico Gustavo Martínez Zuviria [se trataba del famoso novelista Hugo Wast -bajo estas líneas a la izquierda- que acaba de ser nombrado director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Entre sus obras más famosas Valle Negro; Flor de durazno; Alegre; La casa de los cuervos; Desierto de piedra; La que no perdonó; El camino de las llamas; Lucía Miranda; Vocación de escritor; Las aventuras de Don Bosco; El Kahal; Oro; Juana Tabor, y 666], y Monseñor Isidro Gomá, Primado de España. Ambos oradores dejaron claro que los orígenes de la nación son hispanos y católicos. Y que , con la palabra Hispanidad, se alude, a la vez, al alma de todos los pueblos hispanoamericanos y a la misma España, así como al lazo que todas ella une en una empresa común y exclusiva.
Volvamos, pues, al principio. El capítulo XIX, del segundo tomo El Cardenal Gomá, pastor y maestro, se titula HISPANIDAD. Los autores comienzan en la página 179 con un resumen con breves frases explicativas del inolvidable discurso pronunciado en el teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires (Argentina) el 12 de octubre de 1934.
Pero, primero quién fue el cardenal de Toledo y primado de España, monseñor Isidro Gomá:
El cardenal Isidro Gomá - ReL (religionenlibertad.com)
DISCURSO PRONUNCIADO EN BUENOS AIRES
Comienza confesando el estado de su espíritu:
Y en esta unidad múltiple, yo no puedo sentirme ni desplazado ni aturdido, porque me encuentro como en mi patria y entre hermanos, y sé que se me oirá, no como se oye, con alma escrutadora, la disertación fría de un sabio, si yo pudiera serlo, sino como se escucha a un hermano o a un padre que habla con el corazón y los brazos abiertos. En ellos os estrecho a todos, y ello me da desde este momento derecho a vuestra benevolencia.
Necesidad de benevolencia
Os la pido y la espero hasta para el mismo tema que voy a exponer. Porque pudiesen no coincidir nuestros pensamientos. Aunque atados, vosotros y yo, por estos vínculos de unidad de que os hablaba, no todos pensamos ni sentimos igual en las cosas que Dios ha dejado a las disputas de los hombres. Españoles, americanos de veinte naciones, hijos de Portugal, Francia o Italia, rendimos culto a unas palabras que son como denominador común que nos hace vibrar al unísono a todos: cristianismo, progreso, cultura, patriotismo, tradición y otros conceptos que son como el ideal de todo pueblo; y estas otras que concretan más el sentido de esta fiesta: la hispanidad, la Raza, el americanismo…
Preguntas previas. Se hace después una serie de preguntas sobre la actuación de España en las naciones americanas:
Pero dejad que formule unas preguntas, ante las que forzosamente se diversificará el sentir de este auditorio: ¿Qué parte tuvo España en el descubrimiento de América? ¿Llevó bien o mal la obra de la conquista y colonización? ¿Sacó España de su obra todo el partido a que tenía derecho? O, por el contrario, ¿fue una codiciosa explotadora de lo que la casualidad, más que su valer, pusiera en sus manos?
Más: las naciones americanas se independizaron de España; ¿qué parte tuvo la madre en la acción de sus hijas? ¿Es que fue madrastra durante siglos, o tirana, o inepta? España, en las historias que han predominado, durante siglos, sobre su actuación en América, desde Las Casas hasta un libro reciente que nos llena de afrenta, ¿ocupa el lugar justo que le señalan los hechos, no las malas voluntades, o, por el contrario, son la exageración, la mentira, la calumnia las que la han desplazado, deshonrándola?
Son múltiples las cuestiones que el americanismo suscita: ¿Tiene que retirarse Europa de América? ¿Es España la que tiene mayores destinos en ella? Los pueblos latinos de Europa y de América tienden a solidarizarse; ¿qué pensamiento debe predominar en esta gran solidaridad, qué ideal: el religioso, el económico, el social o político?
Hispanidad
¿Qué denominación es la más adecuada, en esta solidaridad, la de pueblos latinoamericanos o hispanoamericanos? ¿Es la historia, es la etnografía, es el espíritu, donde hemos de buscar la convergencia de los hechos y su empuje a un ideal?
Ramiro de Maeztu acaba de publicar un libro en Defensa de la Hispanidad, palabra que dice haber tomado del gran patriota señor Vizcarra, y que ha merecido el placet del académico don Julio Casares; pero ¿podemos levantar bandera de hispanidad a la faz de Europa, del mundo entero, enamorado, lleno de codicias, como está, de todas estas Américas opulentas? Para los mismos españoles, ¿cuál deberá ser lo que diríamos forma sustancial de la hispanidad? ¿Qué dosis de religión o de laicismo, de autoridad o libertad, de sangre o pacto, de pensamiento social o político debe entrar en el concepto de hispanidad para que nos dé una fórmula eficaz de utilidad y progreso, de elevación solidaria a las alturas del espíritu, que debe tener la supremacía en toda civilización digna de tal nombre, y que debe ser el alma de todo progreso y bienestar material?
Proposición del tema
Mi tesis, para la que quiero la máxima diafanidad, es ésta:
América es la obra de España. Esta obra de España lo es esencialmente de catolicismo. Luego hay relación de igualdad entre hispanidad y catolicismo, y es locura todo intento de hispanización que lo repudie.
Creo que esta es la pura verdad. Si no lo creyera, no rompería por ella una lanza.