Variedad y usos romanos
De unos años para acá, hay una clara exaltación del rito romano realizada de una manera extraña: se absolutiza el Rito romano como si fuera el único católico y para denigrar la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II, se fija una línea única de continuidad entre el Misal de san Pío V hasta los orígenes, soñando y defendiendo que es la misma Misa, es decir, la misma forma litúrgica plasmada en un Misal, empleada ya por san Gregorio Magno.
Se hace una ficción mental: como si ya desde san Gregorio o antes incluso, la Misa se desarrollase en los tres ángulos del altar, sin cátedra ni ambón; las casullas fueran de corte barroco (de guitarra, decimos por aquí); las genuflexiones se hiciesen antes y después de la elevación de la Hostia; los fieles comulgasen ya de rodillas y sin el cáliz; el ofertorio fuera una amalgama de apologías y oraciones del sacerdote, etc., etc. Cualquiera que estudie los diferentes misales y pontificales romanos desde los Sacramentarios más antiguos hasta Trento verá las evoluciones, añadidos y supresiones así como la variedad de usos romanos, ya que más que un Rito romano fijado antes de san Gregorio o con san Gregorio, lo que vemos es una pluralidad de usos romanos que sí poseen unas cuantas características comunes.
Para presentar que el Rito romano -y lo piensan como el Misal de san Pío V- era el único en Occidente y por tanto tiene la supremacía, he llegado a leer en Internet la barbaridad de que el Rito hispano-mozárabe era realmente un Rito arriano pero que con la conversión de Recaredo (589) se adaptó y asumió por la Iglesia hispana sustituyendo al Rito romano que aquí existía.
Pero baste una cita de san Gregorio Magno para desmontar tanto despropósito. Como él conoce sobradamente que una cosa es la liturgia de la ciudad de Roma y otra los modos romanos en distintas Iglesias locales, así como la diversidad de Ritos (en Hispania, en Galia, en la zona celta-irlandesa), él avala y promueve la variedad y riqueza de usos litúrgicos de otros Ritos sin imponer la forma de la ciudad de Roma.
Una carta de 598, dirigida a Agustín, misionero enviado por Gregorio a las islas británicas para la evangelización de los anglos, da la clave. En ningún momento le dice que use los mismos libros y formas de Roma, imponiéndolos a los recién convertidos, sino algo nuevo:
"Conocéis la costumbre de la Iglesia de Roma en la cual fuisteis educado. Pero me agradaría que si hubierais encontrado algo -ya sea en la Iglesia de Roma, de Galia o en cualquier otra, que pueda placer más a Dios Todopoderoso- lo escojáis escrupulosamente y lo introduzcáis en la iglesia inglesa -que, como tal, tarde se ha incorporado a la fe-. (...) Porque las cosas no deben ser amadas por el lugar, sino el lugar debe ser amado por las cosas que hay en él. Escoge, pues, de cada iglesia aquello que sea divino, piadoso y correcto" (Beda, Historia de los anglos, I, 27).
Así les aconsejó que construyesen el rito litúrgico...
¿Y vienen ahora a decirnos la uniformidad excelente del Rito romano, con un Sacramento y luego un solo Misal inalterado en todas las regiones occidentales cristianas hasta san Pío V? ¿Diciendo que el Misal de Pablo VI, la forma ordinaria del Rito romano, es una ruptura con la Tradición?
Comentarios