Carta a un hijo de primera Comunión
Carta a un hijo de primera Comunión
Carta de una madre catequista a su hijo al finalizar el día de su Primera Comunión
Querido Rafa:
Hoy has hecho tu Primera Comunión y ahora comienza para ti una nueva vida, una vida llena de Jesús, tanto como tú quieras.
Todo comenzó hace más de 10 años, cuando papá y yo confiamos a Dios nuestro proyecto de vida en común, formando una familia. Aprendiste tus primeras oraciones cuando apenas sabías hablar y, poco a poco fuiste creciendo como el niño Jesús: “en sabiduría, estatura y gracia de Dios” (Cfr Lucas 2, 52).
Hace 2 años llegó el momento de prepararte de una forma más especial para recibir por primera vez a Jesús. Yo tenía muchas ganas de estar más cerca de ti en este camino, así que me ofrecí como catequista acompañándote todas las semanas. Hemos ido aprendiendo un poquito más del amor que Dios nos tiene; hemos visto qué es lo que tenemos que hacer para parecernos más a Jesús cada día; aprendimos también la importancia que tiene la Eucaristía y que lo único y fundamental de ese día es recibir a Jesús. Todo lo demás se pasa y acaba, pero Jesús siempre permanece a nuestro lado.
Hoy tienes en Jesús, al amigo que te escucha cada día y que te da su cuerpo como alimento, no te olvides de Él, te espera cada domingo. Nosotros no dejaremos de acompañarte. Confía en Jesús porque Él nunca te fallará.
Comparte con los demás todo lo que Dios te ha dado, en especial con tus hermanos, que siempre vean en ti un modelo a seguir. Ellos siempre te quieren imitar, ofréceles tu amor como sólo tú sabes. Sigue fijándote en las necesidades de los demás y cúbrelas en la medida de tus posibilidades, como has hecho hasta ahora con ese don que Dios te ha dado.
Rafa te queremos mucho y estamos muy orgullosos de ti, que este primer paso que has dado, de una manera consciente, en tu vida cristiana, sea el primero de un largo caminar en el que siempre habrá unas huellas al lado de las tuyas, ya sabes, las de Jesús.
Un beso muy fuerte
Tus padres