¡Vaya lío con el funeral de Estado!
por Un obispo opina
Hace tiempo, desde que me jubilé y estuve siete años en Perú, no suelo intervenir en problemas de la Iglesia relacionados con el Estado o, mejor, con algunos políticos de distintos partidos. Sencillamente, porque tenemos en España suficientes obispos responsables de dirigir las líneas básicas de actuación de nuestra Iglesia, y no quiero interferir en la pastoral que nuestros obispos están llevando. Pero veo que actualmente hay un problema sobre el que quiero hacer una reflexión. Leo en la prensa lo siguiente: El Gobierno catalán está molesto con la actitud del cardenal arzobispo de Barcelona,Lluís Martínez Sistach, porque no atiende sus peticiones para que el funeral por las víctimas del accidente del avión de Germanwings no sea una misa estrictamente católica y se abra a otras religiones.
En primer lugar, advierto que para un católico, la misa o es estricticamente católica o no es misa. Y veo que hay tensiones, incluso insultos y faltas de respeto a entidades, concretamente a la Iglesia. Yo opino lo siguiente. ¿Quién quiere organizer un funeral de estado, el Gobierno a nivel nacional o la Autonomía, o la Iglesia o cualquier Confesión Religiosa o quien sea? Que lo organicen como mejor les parezca.
Supongamos que lo quiere organizar una autoridad civil, sea del rango que sea; ¿quieren que participle la Iglesia? Que la inviten y la Iglesia participará o no, según crea conveniente. ¿Quieren que haya una celebración ecuménica? Que lo organicen, pero que no mezclen la misa con otras celebraciones propias de otras creencias; la misa desde luego, está bajo la autoridad del Obispo.
Que después de la misa haya unas intervenciones distintas de algunas otras confesiones, como dice el Cardenal Sistach, bien; pero, repito que sin mezclarlas con la misa.
Puede también organizarse un funeral como se hizo en la catedral de Colonia en que no hubo misa, sino una celebración conjunta del cardenal y de la presidenta de la Iglesia Evangélica de Westfalia. Quizá lo estoy repitiendo demasiado, pero insisto, sin misa.
Y si es la Diócesis la que organiza el funeral, lógicamente es el Obispo quien lo organiza y puede invitar a las autoridades que sean. Pueden también ser invitados creyentes de otras confesiones, igual que éstos pueden invitar a los católicos a las suyas. Yo he asistido a algunas de ellas.
¿Qué haría yo en esta situación? Lo que está diciendo el cardenal. Y si hay en el futuro, Dios no lo quiera, alguna situación semejante, si se quiere hacer un funeral de Estado, que se haga una celebración en que puedan tomar parte las distintas confesiones religiosas; pero si se quiere celebrar una misa, que no se mezcle con otras celebraciones. Sería como un muestrario de las distintas religiones.
José Gea
En primer lugar, advierto que para un católico, la misa o es estricticamente católica o no es misa. Y veo que hay tensiones, incluso insultos y faltas de respeto a entidades, concretamente a la Iglesia. Yo opino lo siguiente. ¿Quién quiere organizer un funeral de estado, el Gobierno a nivel nacional o la Autonomía, o la Iglesia o cualquier Confesión Religiosa o quien sea? Que lo organicen como mejor les parezca.
Supongamos que lo quiere organizar una autoridad civil, sea del rango que sea; ¿quieren que participle la Iglesia? Que la inviten y la Iglesia participará o no, según crea conveniente. ¿Quieren que haya una celebración ecuménica? Que lo organicen, pero que no mezclen la misa con otras celebraciones propias de otras creencias; la misa desde luego, está bajo la autoridad del Obispo.
Que después de la misa haya unas intervenciones distintas de algunas otras confesiones, como dice el Cardenal Sistach, bien; pero, repito que sin mezclarlas con la misa.
Puede también organizarse un funeral como se hizo en la catedral de Colonia en que no hubo misa, sino una celebración conjunta del cardenal y de la presidenta de la Iglesia Evangélica de Westfalia. Quizá lo estoy repitiendo demasiado, pero insisto, sin misa.
Y si es la Diócesis la que organiza el funeral, lógicamente es el Obispo quien lo organiza y puede invitar a las autoridades que sean. Pueden también ser invitados creyentes de otras confesiones, igual que éstos pueden invitar a los católicos a las suyas. Yo he asistido a algunas de ellas.
¿Qué haría yo en esta situación? Lo que está diciendo el cardenal. Y si hay en el futuro, Dios no lo quiera, alguna situación semejante, si se quiere hacer un funeral de Estado, que se haga una celebración en que puedan tomar parte las distintas confesiones religiosas; pero si se quiere celebrar una misa, que no se mezcle con otras celebraciones. Sería como un muestrario de las distintas religiones.
José Gea
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