Seguridad material seguridad espiitual

     El hombre busca…,  ansia la seguridad porque en definitiva, él ha nacido con un ansia de una felicidad que no conoce, porquero dentro de sí,  dentro de su alma, Dios le ha puesto la impronta de la felicidad celeste. Y esta ansia de felicidad celeste, le impulsa a buscar en este mundo un sustitutivo de esa felicidad y busca ansiosamente la felicidad terrena. Pero esta es una felicidad de carácter material no como la felicidad que nos espera, que es de carácter espiritual.
   
    Y dado el carácter material de la felicidad de este mundo, el hombre trata de encontrarla y lucha por obtener una seguridad material, que le proporcione la felicidad material de este mundo, púes bien sabe él, que no hay felicidad si no hay una seguridad material que la ampare, en otras palabras si no se dispone del dinero suficiente, que es el que crea la seguridad material, esta en este mundo no se alcanza, La felicidad material que se encuentra en este mundo es siempre pasajera, como  máximo puede durar los años de vida de su poseedor, pero en la mayoría de los casos ni eso siquiera.

     A nosotros, no nos gusta estar en la inseguridad ni en la precariedad..., que es lo mismo que no querer depender de nada ni de nadie y esto lanza al hombre a crearse un dios llamado dinero. Nuestra sociedad actual nos hace creer que somos lo que poseemos, lo que hacemos, o lo que la gente piensa que nosotros tenemos. Con una creencia tal, nuestra muerte es ciertamente el final, porque al morir toda propiedad, éxito y popularidad desaparecen. Algunos, tal parece que quieren ser los más ricos del cementerio. Slawomir Biela, nos escribe diciendo: “¿Es posible que el hombre, ese ser que continuamente fabrica ilusiones que, al parecer, le permiten vivir, no llegue a encontrar nunca un apoyo verdadero?

     La fe nos enseña que solo Dios lo es. Por eso mientras el corazón del hombre no se apoye exclusivamente en Él, tiene que experimentar sufrimientos relacionados con el derrumbamiento de sus ilusiones y con la lucha por evitar los apoyos humanos. La meta de nuestra vida es permitir que Cristo se adueñe de nosotros y que se vuelva todo para nosotros.

     Hay pues una segunda clase de seguridad humana. Es la seguridad espiritual la que se apoya en las palabras del Señor cuando dijo:"25 Por eso os digo: No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad como las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? 27 ¿Quién de vosotros con sus preocupaciones puede añadir a su estatura un solo codo? 28 Y del vestido, ¿porque preocuparos? Aprended de los lirios del campo, como crecen; no se fatigan ni hilan. 29 Pues yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 30 Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana es arrojada al fuego, Dios así la viste, ¿no hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? 31 No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Que comeremos, que beberemos o que vestiremos? 32 Los gentiles se afanan por todo eso; pero bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso tenéis necesidad. 33 Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura. 34 No os inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes; bástale a cada día su afán”. (Mt 6,25-34).

      Podríamos dividir a los hombres en dos grandes grupos. El primer es el de los que anteponen la seguridad material a la espiritual y los segundos, que son los que al contrario, anteponen la seguridad espiritual a la material, porque saben que Dios no desampara al que le ama. En los salmos hay varios de ellos en relación con este tema. La fe en el amor victorioso de Cristo es la única seguridad que debe de tener el cristiano. Una seguridad que no tiene nada que ver con el pasotismo. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada…?. Pero Dios que nos ama, hará que salgamos victoriosos de todas estas pruebas.

     Nosotros hemos vendo a este mundo, para superar una prueba de amor a Dios, si no amamos a Dios no superaremos la prueba y esta prueba para ser superada, le obliga al que ama a Dios, a buscar su seguridad en este mundo en los bien espirituales no en los materiales. Todas las pruebas componen la gran prueba de amor a Dios, en que consiste la vida misma, todas ellas nos ponen de manifiesto que la única seguridad, es nuestra fe  en el poder del Padre y en su amor misericordioso, en su sabiduría y en su providencia, Dios es siempre fiel al amor a Dios, incluso hasta cuando parece que nos desposee de toda nuestra seguridad natural. Porque hay veces a lo largo de la vida de las personas, que estas sufren, duros momentos, de pérdida de seres queridos, de enfermedades incurables, de reveses de fortuna y en otros países no cristianos, persecuciones, vejaciones, tormentos, y hasta muertes por crucifixión.

      Todos los males que son permitidos por Dios, aparte del  tremendo valor de redención, que tiene el sufrimiento si es aceptado en razón del amor al Señor, tienen generalmente el valor de acercar nuestra alma al camino del amor a Dios, ya se trate de que aman a Dios, o de otras almas que estaban descarriándose o que ya lo estaban totalmente. Dios con respecto a nosotros solo tiene una obsesión y es que acudamos al amor que el continuamente nos está ofreciendo. Cuantas desgracias han acercado a muchas almas a Dios. En el Kempis podemos leer: “Esto no es cosa nueva ni extraña, para cuantos tienen experiencia de los caminos de Dios. Los grandes santos y antiguos profetas conocieron muchas veces estas alternativas”.

     El dominico Bonaventure Perquin, escribe diciéndonos: “Necesitamos purificar profundamente nuestras mentes para entender los caminos de Dios, para poder apreciar la impronta de su sabiduría en la ordenación de nuestras vidas. Nuestra mirada interior está oscurecida por el pecado original y hemos adquirido dolorosamente a veces una sabiduría congruente con nuestra naturaleza, la sabiduría de la naturaleza caída y por lo tanto una incomprensión de las cosas, un modo de juzgar totalmente mundano, es decir, absolutamente distinto de la sabiduría divina”. 

     Lo verdaderamente importante, es que no busquemos la seguridad material sino la espiritual, que es la que nos llevará al cielo.

     Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

    Otras glosas o libros del autor relacionados con esaños te tema.

1. Libro. LA HUELLA DE DIOS. Isbn.- www.readontime.com/isbn=9788461164523
2. Libro. CONOCIMIENTO DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461179107
3. Libro. LOS DESEOS HUMANOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316298
4. Libro. ASEVERACIONES DEL SEÑOR.- http://www.readontime.com/ROT/dagosola/aseveraciones-del-senor_9788461557097.html
5. Libro. VIDA DE NUESTRA ALMA.- http://www.readontime.com/ISBN=9788461266364

•  233v.-  El temor al futuro, amarga la vida    10-09-10
• 523j.-  Atado y bien atado     12-04-12
• 595l.-  Deseos humanos de seguridad           03-09-12           

     La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.

     Si se desea acceder a más glosas relacionadas con este tema u otros temas espirituales, existe un archivo Excel con una clasificada alfabética de temas, tratados en cada una de las glosas publicadas. Solicitar el archivo a: juandelcarmelo@gmail.com