"Cásate y sé sumisa", y el hipócrita espectáculo
por No tengáis miedo
He de confesar que asisto estos días, entre sorprendido y divertido, a la esperpéntica polémica que ha levantado la edición en España del libro “Cásate y sé sumisa”. Otro capítulo de la carnaza que, estando detrás el Arzobispo de Granada, tanto le gusta devorar a los medios de comunicación de nuestro país. Desde luego, por más que lo ataquen y calumnien (incluso gente que se dice “de Iglesia”), nadie podrá negarle a este Arzobispo valentía y audacia. Ojalá tuviéramos a muchos como él.
Vaya también por delante que aún no he leído el libro (aunque estoy deseando que caiga en mis manos). Curiosidades de la vida, la primera vez que tuve conocimiento del mismo, fue por mi propia esposa, a la que le resultó llamativo el título, y que echó una rápida ojeada al contenido, adivinándole buena pinta. No me imaginé entonces que el asunto tomara la relevancia que ha alcanzado.
Pero así es España. Nos editan un libro que es un superventas en Italia, y aquí, en vez de leerlo para opinar con conocimiento (si es que en este país aún lee alguien, incluidos los titiriteros que últimamente se meten a políticos-con todo mi respeto a la noble profesión de titiritero-), nos rasgamos las vestiduras y clamamos al cielo. Ya saben, la ignorancia, que es muy atrevida… Más aún con ese doble rasero de medir, según el cual se toleran todo tipo de abusos de expresión y se mira con lupa a cuanto haga la Iglesia. Es lo que tiene ser la única voz que llama a vivir algo distinto, que clama por la Verdad, en este mar de hipocresía que nos rodea.
La guinda al pastel la han puesto desde el PP de Andalucía, exigiendo al Arzobispado de Granada la retirada inmediata de la edición. Ahí queda eso. Y es que en nada han sido capaces de unirse todos los partidos durante esta legislatura, hasta que ha llegado este momento de querer arrearle un sopapo a la Iglesia. Mejor así, que se quiten la careta, no vaya alguien a seguir pensando que tienen algo de cristianos. Aunque el panorama político español daría para hablar largo y tendido. A saber: los de la hoz y el martillo, que aún niegan la barbarie de católicos masacrados en la guerra civil española. Los del puño y la rosa, que de nuevo traen como medida estrella denunciar el Concordato con la Santa Sede (¡sí, están de vuelta!). Y los de las gaviotas, que con declaraciones como las que mencionaba y, me temo que con la próxima ley del aborto, terminan retratándose. No sigo, que me pierdo.
Si es usted cristiano, y unos u otros le han metido el gol de condenar el libro por su título (que por cierto, viene de la Carta de San Pablo a los Efesios), le invitaría encarecidamente a leerlo antes de emitir juicio alguno. Y si pertenece a esa mayoría de personas para los que la lectura es un lujo inalcanzable mientras exista la televisión, lea al menos la interesantísima entrevista a la autora que se ha publicado desde Religión en Libertad. A mí me ha encantado. Del libro, ya les contaré…
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32151