Monseñor Martínez Camino en Barbastro

Concluyó ayer la jornada con un acto cultural en la iglesia de los padres claretianos de Barbastro con la participación de Nelly Álvarez, locutora de Nuestra Señora del Encuentro de Barcelona; la Coral Barbastrense, dirigida por César Salinas acompañados por la organista de Torreciudad, Maite Aranzábal; y, por último, el coro de monjes del Instituto del Verbo Encarnado de El Pueyo de Barbastro... Estos últimos cantando el himno del misionero... el ya popular Jesús ya sabes soy tu soldado.

Esta mañana, 30 de octubre, ha comenzado hace una hora, el tercer día de estas Jornadas. Antonio de los Bueis Güemes ha dictado su conferencia sobre La Caridad y labor social de los mártires. Ha sido profesor en el IES Clara de Santander, y es miembro de la Real Sociedad Menéndez Pelayo y del Centro de Estudios Montañeses. Doctor en Filosofía por la Universidad de Salamanca.

Ahora finaliza su conferencia monseñor Juan Antonio Martínez Camino que dicta su conferencia sobre El martirio en el siglo XX y la caridad. Nos anuncia la publicación del tomo que se presenta el próximo día 7 de noviembre. Se trata del segundo tomo del Martirologio matritense, en este caso sobre los religiosos mártires.

En el prólogo de esta obra escribe monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid.

«Este segundo volumen del Martirologio ma­tritense del siglo XX ofrece la primera visión de conjunto de los 661 religiosas y religio­sos (107 y 554 respectivamente) que fueron asesinados en Madrid durante la gran perse­cución de 1936 a 1939. El primer volumen recogía una panorámica semejante de los 426 sacerdotes y seminaristas diocesanos víctimas de la misma persecución en Madrid. De es­tos religiosos y religiosas, 410 han sido reco­nocidos ya oficialmente por la Iglesia como mártires y de bastantes otros se ha incoado el proceso de canonización. Son hombres y mu­jeres que podríamos calificar en su mayoría de personas corrientes, fieles a su vocación, con sus virtudes y sus defectos, pero que en el momento de la prueba no retrocedieron y dieron su vida por Cristo y por la Iglesia, per­donando a quienes se la arrebataban, a veces en medio de terribles torturas. Muchas reli­giosas fueron, además, víctimas de abusos y violaciones. La Iglesia está obligada a recordar este testimonio de fidelidad a Cristo de sus mártires, aun lejos de todo deseo de revancha o enfrentamiento. No olvidando a ninguna de las víctimas de ese tiempo dramático, los cris­tianos guardan de modo especial la memoria de los testigos del Dios de la misericordia, in­tercesores en el afán de lograr un mundo más pacífico y justo en el que nadie sea perseguido por sus convicciones, religiosas o no».

Finalmente y, antes de que Martín Ibarra tome la palabra para clausurar las Jornadas, ahora es el turno de doña Ana Toquero Mateo, secretaria de las Jornadas. Está realizando un resumen de lo vivido a lo largo de todos estos años con el título: Diez años al servicio de los mártires.