Domingo, 24 de noviembre de 2024

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Sumergidos en el amor de Dios

por El Blog de Juan del Carmelo

           Dios es el único Creador de todo lo visible y lo invisible. En el primer versículo del primer capítulo del Génesis podemos leer: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra”. (Gn 9,7). Y así es, todo ha sido creado por Dios, lo visible, es decir el universo material y lo invisible, es decir el reino del espíritu. Nosotros sabemos y tenemos que tener siempre presente, que conforme reiteradamente nos dice San Juan, Dios es amor y solo amor (1Jn 4,16). En este sentido se pronuncia también el parágrafo 221 del Catecismo de la Iglesia católica que nos dice: “Pero San Juan irá todavía más lejos al afirmar: “Dios es Amor" (1Jn 4,8.16); el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo (cf. 1Co 2,716; Ef 3,912); El mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él”. Es decir, todos nosotros hemos sido creados para ser eternamente felices, participando de esa eterna comunicación del amor trinitaria.

 

Y este amor divino lo impregna todo, porque todo lo creado sea del orden material o del orden espiritual, esta impregnado con la impronta de su Creador que es el Señor, y está impronta es el amor de Dios. Nosotros existimos y vivimos porque Dios así lo dispone y así lo dispone porque nos ama. Es el amor de Dios, porque como nos dice San Juan: “…el Ser mismo de Dios es amor”, el amor pues, es el fundamento de nuestra existencia, la cual se desarrolla sobre la base de ese tremendo amor que Dios nos tiene.  Pero es más, Dios no solo ama al ser humano, sino que ama también a todo lo que por Él ha sido creado y en especial al ser humano, obra cumbre de su realización.

 

            El universo y el mundo como parte de él, han sido creados por Dios por razón de amor, por lo que, podemos imaginarnos que el universo y por lo tanto la tierra, son una inmensa piscina, llena del amor de Dios. Nosotros que habitamos la tierra, estamos constantemente sumergidos en esta piscina de amor del Señor, somos como peces sumergidos en esa piscina  y de la misma manera que los peces necesitan el agua para vivir y mueren si se les saca de ella, así nosotros necesitamos el amor de Dios para subsistir. Nosotros consideramos que es natural, lo que nos rodea y no apreciamos ni el amor que recibimos directamente de Dios, ni el indirecto que recibimos por medio del entorno que nos rodea. Miramos a nuestro alrededor y vemos las maravillas de la naturaleza, la inmensidad de los mares, la belleza de las plantas y sus flores, el canto de los pájaros en los bosques, el murmullo de agua en los arroyos, el frescor de las verdes praderas, cumbres de las montañas coronadas en verano de altivas rocas y en invierno cubiertas con un manto blanco de nieve…, todo es de una belleza maravillosa, por no hablar de los animales que nos rodean, y a nosotros nos llega un momento en que todo lo consideramos lo natural y no se nos ocurre caer de rodillas y darle gracias al Señor, por todo lo que nos ha donado además de nuestra propia vida y Él lo ha hecho todo solo por razón de amor, porque su ser es el amor y nada más que el amor.

 

            Son muchas las presentaciones en power point, que recibo de lectores de estas glosas o de mis libros, de todos los países y lugares hispanoparlantes, unas presentaciones, son de carácter espiritual y otras lo son relativas a paisajes, templos y singulares construcciones en las ciudades de este mundo y siempre quedo admirado, de la obra de Dios, porque también es obra de Dios la delos hombres. Estas presentaciones siempre las remito casi diariamente a los lectores que me lo han pedido y tengo en las listas de envíos. Lo importante es tratar de ver la mano de Dios en todo lo que nos rodea, pues indudablemente, ella siempre está ahí.

 

El amor es una necesidad vital del hombre, el cual necesita amar y ser amado. Y ello es así por que Dios es amor y solo amor, y nosotros hemos sido creados por el amor y a semejanza de Dios. Por ello nada tiene de extraño que el amor sea una necesidad vital del hombre. Cuando el hombre como consecuencia de esa necesidad que tiene de amar, dirige su amor hacia su Creador, él va poco a poco ensanchando y desarrollando más perfectamente la parte espiritual de su ser que es su alma y cuanto más ama al Señor Él más le ama a él, porque el amor siempre necesita reciprocidad, y esta reciprocidad la vemos más claramente en el amor humano, si a este lo examinamos detenidamente. Pero cuando el hombre no ama a Dios, es entonces cuando se aparta de Dios y como quiera que necesita amar, empieza a amarse a si mismo. En su conducta él sustituye su yo que camina hacia el Señor, por su ego que le aparta del amor de Dios.

 

            Como ya antes hemos dicho, Dios es el Creador absoluto de todo lo visible y lo invisible y con respecto al amor, no es que sea el Creador, es que como antes hemos visto es Él mismo, porque su esencia es el amor. Por ello cuando una persona se aparta del amor de Dios, comienza a caminar hacia un vacío, y este vacío, al final es el odio quien lo rellena. Es  algo similar a lo que pasa con la luz, su antítesis es la oscuridad o tinieblas. La Luz tiene entidad propia pero las tinieblas no, cuando la luz se retira, el vacío que se produce lo ocupan las tinieblas.

 

            Dios es amor, pero es también Luz, es una luz de amor, una luz que tal como nos cuentan, quienes han tenido visiones divinas, es una luz indescriptible de la que emana amor. Nos cuenta Santa Teresa, que en una visión sublime, le mostró nuestro Señor Jesucristo, nada más que una de sus manos glorificadas. Y decía que la luz del sol es fea y apagada comparada con el resplandor de la mano glorificada del Señor. Y añadía que ese resplandor con ser intensísimo, no molesta, no daña la vista, sino que, al contrario, la llena de gozo y de deleite. Más de una vez nos hemos referido a la Luz que emana del Señor, como una luz de amor, y es lógico que esta Luz divina genere amor, pues tan como ya hemos dicho anteriormente según San Juan nos manifiesta: “Dios es amor y solo amor”.

 

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

 

Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

-                  Libro. AMAR A DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461164509

-                  Libro. MILAGROS EN LA EUCARISTÍA.- www.readontime.com/isbn=9788461179091

-                  Libro. LA SED DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316281

-        El amor… es y no es. Glosa del 13-0611

-        Felicidad y amor. Glosa del 12-0811

-        ¿Porqué amamos? Glosa del 21-0112

-        El amor es el todo absoluto. Glosa del 29-0112

-        El amor construye, el odio destruye. Glosa del 05-0311

-        Fortaleza del amor           . Glosa del 07-0711

-        Amor incomprensible. Glosa del 0312-09

-        Amar y ser amados. Glosa del 20-0110

-        ¿Pero, es verdad que Dios nos ama? Glosa del 25-0410

-        Testimonios de amor que Tú nos das. Glosa del 121211

-        Amor de Dios individualizado. Glosa del 27-0410

-        Mendigo de amor. Glosa del 07-0611

-        ¿Tiene Dios, sed de nosotros? Glosa del 29-0611

 

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