Los coptos celebran la Navidad este 7 de enero: Al Sisi, presidente de Egipto, irá a la vigilia
Los cristianos ortodoxos coptos, la inmensa mayoría de los que viven en Egipto, celebran la Navidad este 7 de enero. Esta minoría que representa al 10% de la población del país estará acompañada en su celebración un año más por el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, que participará en la vigilia de Navidad en la nueva catedral dedicada a la Natividad de Jesús y construida en la nueva capital administrativa.
Según informa la agencia Fides, esta será la quinta participación del mandatario egipcio en las celebraciones religiosas de la Navidad presididas por el patriarca Tawadros II. La participación de Al Sisi, generalmente transmitida en vivo por la televisión nacional, también tiene como objetivo mostrar el vínculo sólido entre la mayor comunidad cristiana de Oriente Medio y el actual hombre fuerte de Egipto.
Al Sisi y los coptos
Al Sisi es el primer presidente egipcio que ha participado presencialmente en las solemnidades litúrgicas de los coptos. Su proyecto político define el componente copto como un elemento no marginal de la identidad egipcia.
La nueva catedral también quiere representar un símbolo de la estrategia política con la que Al Sisi intenta asegurarse y asegurar a su proyecto político la solidaridad de la Iglesia copta. La actual presidencia egipcia ha contribuido directamente con 100.000 libras egipcias a la primera financiación del trabajo de planificación urbana. Según el líder egipcio, el nuevo lugar de culto representa “un mensaje para Egipto y para todo el mundo”. Los medios de comunicación egipcios presentan la nueva catedral copta como “la iglesia más grande de Oriente Medio”. El perfil arquitectónico de la catedral, fiel a la tradición copta, quiere evocar el Arca de Noé, y así volver a proponer la imagen de la Iglesia como “una barca” de salvación que navega entre los problemas de la historia hacia la meta celestial del Paraíso.
En el plano urbanístico de la nueva capital administrativa, a 45 kilómetros al este de El Cairo, Al Sisi quería incluir también la construcción de la mezquita más grande del país, con la intención de presentar la catedral y la mezquita como símbolos de convivencia y unidad nacional.