La prensa generalista patina: Scarano, el monseñor detenido en Italia, no es un obispo
"Detienen a un obispo en la investigación de las irregularidades del Banco Vaticano", asegura un titular de la web de noticias de Radio Televisión Española a las 12 del viernes 28 de junio. Y añade: "Se trata del obispo de Salerno, Nunzio Scarano".
"Detienen a un obispo por presunto fraude y corrupción", titula el diario gratuito Que.es.
"Detenido un obispo por presunto fraude y corrupción: según publica el ´Corriere della Sera´, el prelado arrestado es Nunzio Scarano, obispo de Salerno y responsable del servicio de contabilidad", afirma El Mundo.
"Un obispo italiano entre los tres detenidos en el caso del banco del Vaticano", titula la web de otro diario nacional español.
Todos se equivocan: en realidad, el detenido, monseñor Nunzio Scarano no es obispo: su título de monseñor viene por sus funciones de técnico de alto nivel en la Curia, pero es simplemente un sacerdote. Parece que el error se inició en la prensa italiana (muchos citan El Corriere della Sera) y la prensa española lo copió de forma acrítica sin entender la gravedad que significa detener un obispo.
Muchos monseñores no son obispos
Hay muchos "monseñores" o "prelados" que no son obispos: tienen este título muchos diplomáticos, nuncios, técnicos y oficiales de la Curia, los ordinarios anglocatólicos de Inglaterra, EEUU, y Australia, etc...
En el cine, un caso famoso es el de la película "Escarlata y Negro", sobre el caso real de monseñor Hugh O´Flaherty, diplomático vaticano irlandés que durante la Segunda Guerra Mundial escondía fugitivos de los nazis mientras asistía a las fiestas de la alta sociedad italiana. Sin ser obispo, el título y los ropajes de "monseñor" tendían a intimidar a los oficiales fascistas o alemanes y le ayudaban a proteger a sus refugiados.
La Archidiócesis de Salerno-Campgna-Averno ha tenido que aclarar en una nota que su arzobispo no es Nunzio Scarano, sino Luigi Moretti, que no está "en absoluto" siendo investigado por presunto blanqueo de dinero procedente del Banco Vaticano.
"Mientras tanto, se expresa plena confianza en la Justicia acerca de la dolorosa situación de monseñor Nunzio Scarano, quien ha sido calificado por error como arzobispo de Salerno", subraya en un comunicado la diócesis, en el que también manifiesta su cercanía al prelado detenido.
¿Obispos detenidos? Pregunten en Pekín
El caso es que hoy por hoy es cierto que existen obispos detenidos, y bastantes, pero todos en el mismo país: la República Popular China, por no someterse a la Iglesia Patriótica controlada por el Partido Comunista.
En el caso de Italia, el abogado defensor del detenido, Silverio Sica, ha asegurado que "monseñor Scarano aclarará todo a los magistrados romanos, como ya lo hizo con los de Salerno".
Una investigación desde 2010
Estas detenciones se enmarcan en la investigación emprendida en 2010 por la Justicia italiana contra los entonces presidente y director general del IOR, Ettore Gotti Tedeschi y Paolo Cipriani, por violación de las normas para impedir el blanqueo de dinero.
Scarano ha sido acusado de haberse extraído alrededor de 600.000 euros en efectivo de una cuenta en el Banco Vaticano, por lo general en pequeñas cantidades de 10.000 euros cada una, que posteriormente eran entregados a unos cómplices para que los convirtieran en cheques que el propio obispo depositaba a continuación en una cuenta abierta en un banco italiano para pagar una hipoteca.
Un agente secreto italiano y un financiero
Los otros detenidos son Giovanni Maria Zito, ex-agente de los servicios secretos italianos (AISI), ya que había sido destituido hace algunos meses de su cargo, y Giovanni Carinzo, un intermediario financiero.
Estos últimos años, el Vaticano reforzó en varias ocasiones los mecanismos de control del Instituto de las Obras de Religión (IOR), llamado popularmente "Banco Vaticano", aunque no ejerce muchas de las funciones propias de un banco.
La nueva comisión de control papal
El pasado miércoles 26 de junio, el Papa Francisco creó una comisión especial para controlar las actividades del IOR que le informará directamente a él. La comisión está integrada por:
- el cardenal Raffaele Farina, como presidente
- el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran
- el obispo español Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, de la Curia vaticana, como coordinador
- el sacerdote y monseñor Peter Bryan Wells, como secretario
- la laica norteamericana y profesora de derecho en Harvard Mary Ann Glendon
El dinero de prelados y órdenes religiosas
El banco del Vaticano gestiona 19.000 cuentas pertenecientes en su mayoría al clero católico, es decir, unos 7.000 millones de euros, que incluyen tanto los de personas de menor rango como los de obispos y cardenales o los de algunos diplomáticos, así como las trasferencias de dinero de las congregaciones religiosas.
El nuevo presidente del IOR, el laico alemán Ernst von Freyberg, nombrado varios días antes de la dimisión del anterior papa Benedicto XVI, se propuso hacer verificar una por una las cuentas del banco a la Agencia estadounidense de consultores financieros Promontory.
El Banco Vaticano no es un banco
Erns Von Freinberg explicó en una entrevista en Radio Vaticano las funciones del IOR: "Sólo hace dos cosas: toma depósitos de sus clientes y los mantiene en custodia. Más que nada somos algo parecido a una oficina familiar, que protege los fondos de los miembros de la familia. Esos miembros de la familia son la Santa Sede, entidades relacionadas con la Santa Sede, la mayoría de las congregaciones con actividades en todo el mundo, clérigos y los empleados del Vaticano. El segundo servicio que brindamos, próximo a la protección y a la custodia, es el pago de servicios, que significa para las entidades del Vaticano y para las congregaciones con actividades en todo el mundo que les brindemos el servicio de transferencia de fondos a los lugares en que se desarrollan sus actividades".
Y añadía: "No somos un banco. No prestamos dinero, no hacemos inversiones directas, no actuamos como contraparte financiera, por eso no se puede conseguir de nuestra parte una muestra o una cobertura. No especulamos con divisas ni con bienes, nuestra actividad fundamental es recibir dinero como depósito y luego lo invertimos en bonos gubernamentales, en algunos bonos corporativos y en el mercado interbancario, en el que depositamos con otros bancos, por una tasa de interés levemente superior que la que recibimos, en orden a poder devolverle el dinero a nuestros clientes siempre que lo deseen".
"Detienen a un obispo por presunto fraude y corrupción", titula el diario gratuito Que.es.
"Detenido un obispo por presunto fraude y corrupción: según publica el ´Corriere della Sera´, el prelado arrestado es Nunzio Scarano, obispo de Salerno y responsable del servicio de contabilidad", afirma El Mundo.
"Un obispo italiano entre los tres detenidos en el caso del banco del Vaticano", titula la web de otro diario nacional español.
Todos se equivocan: en realidad, el detenido, monseñor Nunzio Scarano no es obispo: su título de monseñor viene por sus funciones de técnico de alto nivel en la Curia, pero es simplemente un sacerdote. Parece que el error se inició en la prensa italiana (muchos citan El Corriere della Sera) y la prensa española lo copió de forma acrítica sin entender la gravedad que significa detener un obispo.
Muchos monseñores no son obispos
Hay muchos "monseñores" o "prelados" que no son obispos: tienen este título muchos diplomáticos, nuncios, técnicos y oficiales de la Curia, los ordinarios anglocatólicos de Inglaterra, EEUU, y Australia, etc...
En el cine, un caso famoso es el de la película "Escarlata y Negro", sobre el caso real de monseñor Hugh O´Flaherty, diplomático vaticano irlandés que durante la Segunda Guerra Mundial escondía fugitivos de los nazis mientras asistía a las fiestas de la alta sociedad italiana. Sin ser obispo, el título y los ropajes de "monseñor" tendían a intimidar a los oficiales fascistas o alemanes y le ayudaban a proteger a sus refugiados.
La Archidiócesis de Salerno-Campgna-Averno ha tenido que aclarar en una nota que su arzobispo no es Nunzio Scarano, sino Luigi Moretti, que no está "en absoluto" siendo investigado por presunto blanqueo de dinero procedente del Banco Vaticano.
"Mientras tanto, se expresa plena confianza en la Justicia acerca de la dolorosa situación de monseñor Nunzio Scarano, quien ha sido calificado por error como arzobispo de Salerno", subraya en un comunicado la diócesis, en el que también manifiesta su cercanía al prelado detenido.
¿Obispos detenidos? Pregunten en Pekín
El caso es que hoy por hoy es cierto que existen obispos detenidos, y bastantes, pero todos en el mismo país: la República Popular China, por no someterse a la Iglesia Patriótica controlada por el Partido Comunista.
En el caso de Italia, el abogado defensor del detenido, Silverio Sica, ha asegurado que "monseñor Scarano aclarará todo a los magistrados romanos, como ya lo hizo con los de Salerno".
Una investigación desde 2010
Estas detenciones se enmarcan en la investigación emprendida en 2010 por la Justicia italiana contra los entonces presidente y director general del IOR, Ettore Gotti Tedeschi y Paolo Cipriani, por violación de las normas para impedir el blanqueo de dinero.
Scarano ha sido acusado de haberse extraído alrededor de 600.000 euros en efectivo de una cuenta en el Banco Vaticano, por lo general en pequeñas cantidades de 10.000 euros cada una, que posteriormente eran entregados a unos cómplices para que los convirtieran en cheques que el propio obispo depositaba a continuación en una cuenta abierta en un banco italiano para pagar una hipoteca.
Un agente secreto italiano y un financiero
Los otros detenidos son Giovanni Maria Zito, ex-agente de los servicios secretos italianos (AISI), ya que había sido destituido hace algunos meses de su cargo, y Giovanni Carinzo, un intermediario financiero.
Estos últimos años, el Vaticano reforzó en varias ocasiones los mecanismos de control del Instituto de las Obras de Religión (IOR), llamado popularmente "Banco Vaticano", aunque no ejerce muchas de las funciones propias de un banco.
La nueva comisión de control papal
El pasado miércoles 26 de junio, el Papa Francisco creó una comisión especial para controlar las actividades del IOR que le informará directamente a él. La comisión está integrada por:
- el cardenal Raffaele Farina, como presidente
- el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran
- el obispo español Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, de la Curia vaticana, como coordinador
- el sacerdote y monseñor Peter Bryan Wells, como secretario
- la laica norteamericana y profesora de derecho en Harvard Mary Ann Glendon
El dinero de prelados y órdenes religiosas
El banco del Vaticano gestiona 19.000 cuentas pertenecientes en su mayoría al clero católico, es decir, unos 7.000 millones de euros, que incluyen tanto los de personas de menor rango como los de obispos y cardenales o los de algunos diplomáticos, así como las trasferencias de dinero de las congregaciones religiosas.
El nuevo presidente del IOR, el laico alemán Ernst von Freyberg, nombrado varios días antes de la dimisión del anterior papa Benedicto XVI, se propuso hacer verificar una por una las cuentas del banco a la Agencia estadounidense de consultores financieros Promontory.
El Banco Vaticano no es un banco
Erns Von Freinberg explicó en una entrevista en Radio Vaticano las funciones del IOR: "Sólo hace dos cosas: toma depósitos de sus clientes y los mantiene en custodia. Más que nada somos algo parecido a una oficina familiar, que protege los fondos de los miembros de la familia. Esos miembros de la familia son la Santa Sede, entidades relacionadas con la Santa Sede, la mayoría de las congregaciones con actividades en todo el mundo, clérigos y los empleados del Vaticano. El segundo servicio que brindamos, próximo a la protección y a la custodia, es el pago de servicios, que significa para las entidades del Vaticano y para las congregaciones con actividades en todo el mundo que les brindemos el servicio de transferencia de fondos a los lugares en que se desarrollan sus actividades".
Y añadía: "No somos un banco. No prestamos dinero, no hacemos inversiones directas, no actuamos como contraparte financiera, por eso no se puede conseguir de nuestra parte una muestra o una cobertura. No especulamos con divisas ni con bienes, nuestra actividad fundamental es recibir dinero como depósito y luego lo invertimos en bonos gubernamentales, en algunos bonos corporativos y en el mercado interbancario, en el que depositamos con otros bancos, por una tasa de interés levemente superior que la que recibimos, en orden a poder devolverle el dinero a nuestros clientes siempre que lo deseen".
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