21 de septiembre: San Mateo, el recaudador de impuestos que lo dejó todo y escribió un evangelio
En 2024, Mateo se está convirtiendo en un nombre cada vez más popular en España: hay casi 48.000 Mateos en el país, con una edad media de 16 años, es decir, es un nombre que se pone a los bebés (es moda elegir nombres breves como Hugo, Mateo, Martín, Lucas, Leo...). Pero parece que San Mateo también cobra popularidad entre las familias cristianas por su personaje en la teleserie bíblica The Chosen (Los elegidos), que tiene un ligero trastorno autista.
Mateo, hijo de Alfeo, también llamado Leví, es un ejemplo de "elegido": era un recaudador de impuestos en Cafarnaúm, donde vivían Andrés, Pedro y otros apóstoles y Jesús tenía su base de operaciones. Debía cobrar tasas por las mercancías que viajaban por el lago de Genesaret. Jesús pasó por su lugar de trabajo y lo llamó. Mateo lo dejó todo de inmediato.
Para los cristianos es un ejemplo: tenía riquezas y poder (aunque era mal visto por sus vecinos judíos) y no dudó en seguir a Jesús y hacerlo de inmediato. Por eso es el santo patrón de los banqueros.
La Biblia dice que también hizo una fiesta a la que acudieron Jesús, los apóstoles y probablemente amigos de Mateo, por lo que se muestra que enseguida intentó compartir la buena nueva y el gozo que sentía con su nueva vida.
En la Biblia nunca vemos a Jesús decir "id y escribir evangelios", pero Mateo lo hizo, y parece que fue el primero y lo hizo en lengua aramea. Hacia el año 130 el obispo Papías escribía: "Mateo compiló los dichos [del Señor] en lengua aramea, y cada uno los tradujo lo mejor que pudo". Y hacia el 180, Ireneo de Lyon (que era natural de Oriente) escribió: "Mateo también publicó un Evangelio escrito entre los hebreos en su propio dialecto".
No tenemos ese texto original en arameo, sino versiones griegas, pero los lingüistas detectan multitud de rasgos de ese idioma arameo en el griego de Mateo. El texto además se dirige sobre todo a público de origen judío, interesado en las promesas de Israel sobre el Mesías. Mateo insiste: Jesús es el Mesías esperado.
Lo que nadie dudará es que el sencillo texto de Mateo se convirtió en uno de los textos más influyentes de la historia de la Humanidad, tocando muchos millones de mentes y corazones con las palabras y los hechos poderosos de Jesús, y lo seguirá haciendo mientras se siga leyendo, proclamando y predicando.
Hay tradiciones distintas sobre dónde fue a evangelizar Mateo tras la Ascensión. No hay duda de que pasó bastantes años aún evangelizando a judíos, primero en Palestina, luego en otros países. San Ambrosio dice que "Dios le abrió el país de los persas", y San Paulino habla de que fue a Partia (que es básicamente lo mismo, el actual Irán). Es fuerte la tradición de que murió mártir en Partia.
Hay otros autores, menos fiables, que dicen que llevó el Evangelio a Etiopía (donde también había bastante población judía) y que fue allí donde murió mártir. Así lo recoge en el siglo XIII una Synaxaria greco-ortodoxa (una compilación de santos y calendarios).
También en el siglo XIII se difunde en Occidente la Leyenda Áurea, una colección de historias de santos que habla de una princesa, santa Ifigenia de Etiopía, que ayudó a Mateo en el país. Esta Santa Efigenia Etíope también se celebra el 21 de septiembre y es popular en Cádiz y Brasil, porque los carmelitas difundieron su devoción entre la población negra y mulata.
Así es la llamada de Jesús a Mateo en The Chosen, serie que ha dado bastante popularidad a este apóstol, uno de los 4 evangelistas: