Miró i Ardèvol analiza Fiducia Supplicans pausadamente: estas son sus «dudas sistemáticas razonadas»
Muchos obispos han animado a leer Fiducia Supplicans con tranquilidad y atención. Así lo ha hecho Josep Miró i Ardèvol, presidente de la asociación E-Cristians, y antiguo consejero del Pontificio Consejo de Laicos (y Premio ReL de Letras Breves). Se ha tomado su tiempo y ha realizado un análisis detallado de Fiducia Supplicans a partir de "una lectura calmada y anotada".
El análisis tiene 12 páginas y se puede leer aquí en PDF. También ha publicado un comentario más breve en su blog en ForumLibertas aquí.
Habla de "dudas sistemáticas razonadas" que "no pretenden ser una crítica"... pero si nadie con responsabilidad despeja bien esas dudas, "la crítica surgiría por sí sola".
Su análisis empieza citando a San Pablo: "Dios no es autor de confusión, sino de paz" (1 Corintios 14:33). El texto de 12 páginas de Miró usa la palabra "confusión" 11 veces.
Entre los problemas que le ve a Fiducia Supplicans:
- se ha escrito a espaldas del Sínodo, sin sinodalidad alguna;
- "no se bendice a personas, cosa que ya se podía hacer individualmente, sino a la relación específica de naturaleza homosexual";
- "la confusión es magna" porque "se mantiene intacta" la Responsum ad dubium del cardenal Ladaria de 2021 "que señala lo contrario";
- divide a la Iglesia Católica y perjudica al ecumenismo con ortodoxos y con muchos protestantes, precisamente los más cercanos al catolicismo;
- los párrafos 12 y 13 ("demasiados requisitos morales previos, "pretensión de control", "jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen") parecen implicar que los cristianos no tienen capacidad para hacer juicios sobre los hechos y las cosas;
- parece que quiera adecuar las doctrinas a la pastoral, cuando la pastoral existe en realidad para servir a la doctrina;
- "da por descontado que quienes se acercan a recibir tal bendición lo hacen con corazón humilde (párrafo 32). ¿Es esto una condición explícita? ¿Qué sucede si lo hacen considerando el gesto como una reparación, acto de justicia, o reivindicación de reconocimiento de su relación homosexual por parte de la Iglesia? Porque a raíz de lo publicado en los medios, resulta evidente que este es el consenso entre los implicados y grupos LGBTQ";
- "sorprende que Fiducia supplicans nunca ofrezca claramente la posibilidad de la amistad casta y fraterna. Un sencillo repaso a Fiducia Supplicans no encuentra la palabra "amigos" ni "amistad" en ningún sitio del texto (ni tampoco casto, casta, castidad, continencia,...), ni parece haber consultado a apostolados católicos que desde hace muchos años acompañan a personas con sentimientos homosexuales en caminos de amistad fraterna y casta (como
Courage)";
- Fiducia habla de un "elitismo narcisista y autoritario" en la Iglesia; Miró responde que si de verdad este fuera un problema extendido en la Iglesia, merecería su propio estudio y documento en profundidad, no tiene sentido combatirlo con una nota sobre bendiciones espontáneas; además, habría que concretar cuáles son esos esquemas "rígidos, narcisistas, elitistas", para que no caiga la sospecha sobre toda la doctrina y los pastores; "una vez más, confusión".
Aunque el Papa Francisco en su carta Ad Theologiam Promovendam (1 de noviembre de 2023) pide a la teología "interpretar el Evangelio en las condiciones en que los hombres y las mujeres viven cotidianamente", Fiducia ignora 5 contextos ("mediático, lingüístico, sinodal, evangélico y ecuménico", enumerados por George Weigel) a la hora de tratar sus temas.
Miró también recoge algunas declaraciones de obispos que han analizado Fiducia:
- Czeslaw Kozon, el obispo de Copenhague: "en lugar de una bendición formal o un ritual realizado públicamente, el cuidado debe expresarse, por ejemplo, en conversaciones e intercesión";
- el cardenal Sturla, de Uruguay: “Hay que seguir con la práctica que la Iglesia ha tenido hasta ahora que es la de bendecir a todas las personas que piden una bendición, pero no bendecir a las parejas del mismo sexo";
- Erik Varden, el obispo de Trondso: Dios "no nos deja en paz, sino que nos llama a salir de nuestra autopercepción limitada". En la Biblia, Dios bendice enseñando y exhortando: en Fiducia, no.
Si África se puede desmarcar, ¿el Gobierno chino ve oportunidades?
Después, comenta el hecho de que el Papa, de acuerdo con el cardenal Ambongo, ha "autorizado la negativa de los obispos africanos. Este hecho contiene dos graves precedentes, que causan un gran desorden. Primero, nunca los obispos de todo un continente, precisamente aquel donde la Iglesia crece de una forma más importante, se habían pronunciado rechazado una declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es un hecho de rango histórico de una inusitada gravedad. Nunca el Papa había aceptado una tal discrepancia. Es necesario que se nos explique cómo esto es posible, y si cabe relativizar el mandato único de la Iglesia en razón de determinadas especificidades culturales, como se quiere dar a entender en este caso, porque entonces el mal del relativismo sería mayor. La doctrina de la Iglesia no se aplicaría universalmente, sino en función de la cultura dominante en cada región del mundo (criterio que, por cierto, el gobierno chino debe compartir)".
Y añade: "Hay más. Estamos ante dos mundos católicos. Por una parte, la vibrante y en expansión Iglesia africana, por otra, la parte de la Iglesia alemana que ya practicaba la bendición de las parejas homosexuales contra la norma de la Santa Sede. Una Iglesia en absoluta decadencia de fieles y vocaciones, con contadas excepciones. ¿Dónde está la unidad católica en todo esto?"
Conclusiones: exponer la verdad de forma convincente
Miró, como conclusión, considera que "la tarea de pastoral vista desde la Iglesia a pie de calle, de los católicos que intentamos vivir como tales, es la de exponer las verdades teológicas y morales de la manera más convincente posible, en lugar emplear la razón pastoral para modificarlas".
Y el antiguo consejero pontificio hace una propuesta concreta: "Reclamo humildemente una revisión de la Declaración a la luz de la encíclica Veritatis splendor de Juan Pablo II".
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