Los líderes políticos catalanes
Puigcercós, Herrera y Rivera son ateos; Montilla y Sánchez-Camacho van poco a Misa; y Mas, frecuente
La cuestión religiosa empieza a tener relevancia en las elecciones en España, y prueba de ello es la posición de los candidatos en Cataluña.
La religiosidad de los líderes políticos catalanes que se presentan en estas elecciones autonómicas son las siguientes: Artur Mas (CiU) es católico practicante; Alicia Sánchez Camacho (PP) es una creyente que va a misa cuando puede, y Montilla (PSC) es católico pero va "muy poco". Así se confiesan los tres candidatos creyentes, mientras que el resto -Joan Herrera (ICV-EUiA), Joan Puigcercós (ERC) y Albert Rivera (C´s)- son ateos.
El líder de CiU y la dirigente del PP catalán se casaron por la Iglesia -Puigcercós también aunque no cree- y ambos bautizaron a sus hijos, como hizo Montilla, que bautizó a sus tres hijos pequeños.
En cambio, Herrera no está ni casado ni ha bautizado a su hijo, como tampoco hizo Puigcercós con los suyos, mientras que Rivera no tiene hijos -el primero está en camino- y vive en pareja desde hace ocho años, sin pasar por el altar.
Al preguntársele por virtudes y defectos de la Iglesia, muchos candidatos ven como principal factor a mejorar su conexión con la sociedad.
"Lo que más me preocupa es una cierta desconexión con la sociedad real, aunque no sea responsabilidad única de la Iglesia", apunta Mas, mientras que el líder de C´s cree que ésta no ha sabido adaptarse a los cambios sociales; Herrera la tilda de "retógrada", y Montilla opina que a menudo las jerarquías, como pasa en otras instituciones, van por detrás de los deseos de las bases.
El presidente de ERC es más contundente y asegura que el principal defecto de la Iglesia es su "voluntad invasiva" respecto al Código Civil y la planificación familiar.
En contrapartida, Camacho asegura que no encuentra ningún defecto evidente, aunque sí admite que debe seguir profundizando en su proceso de adaptación a los nuevos tiempos.
En la otra cara de la moneda, en virtudes, todos los candidatos coinciden en señalar el trabajo que desempeña la Iglesia con los más necesitados.
"Está llena de cristianos y cristianas de base que trabajan de forma solidaria para los demás", opina Herrera, mientras que para Montilla lo más destacable son los valores de fraternidad, igualdad y justicia social, y para Rivera es el "gran trabajo" de caridad que hace.
Camacho va más allá y recuerda que la "obra social" de la Iglesia es crucial porque si tuviera que hacerla el Estado con sus costes serían "inasumibles".
Políticos en actos religiosos
Sobre la presencia de políticos en actos religiosos, el candidato de ICV-EUiA cree que cualquier persona, a título individual, es libre de acudir al acto religioso que quiera, aunque "los y las electas no deben hacerlo", ya que defiende que se debe separar política y religión.
Por su parte, Montilla afirma que los políticos han de respetar las religiones de todos los ciudadanos y que cada uno debe valorar si asiste o no a actos religiosos en función de sus creencias y del tipo de acto de que se trate.
Rivera opina que pueden ir, aunque diferenciando si son personales o institucionales, mientras que Puigcercós no cree que los electos deban asistir a actos religiosos: "Depende de su conciencia y la tradición cultural".
Sobre esta cuestión, la dirigente popular recuerda que ella misma criticó a Zapatero por no asistir a la consagración de la Sagrada Familia: "Al margen de las opciones personales, era un momento trascendental para la ciudad y para una gran mayoría de españoles, que profesan esta religión".
El líder de CiU y la dirigente del PP catalán se casaron por la Iglesia -Puigcercós también aunque no cree- y ambos bautizaron a sus hijos, como hizo Montilla, que bautizó a sus tres hijos pequeños.
En cambio, Herrera no está ni casado ni ha bautizado a su hijo, como tampoco hizo Puigcercós con los suyos, mientras que Rivera no tiene hijos -el primero está en camino- y vive en pareja desde hace ocho años, sin pasar por el altar.
Al preguntársele por virtudes y defectos de la Iglesia, muchos candidatos ven como principal factor a mejorar su conexión con la sociedad.
"Lo que más me preocupa es una cierta desconexión con la sociedad real, aunque no sea responsabilidad única de la Iglesia", apunta Mas, mientras que el líder de C´s cree que ésta no ha sabido adaptarse a los cambios sociales; Herrera la tilda de "retógrada", y Montilla opina que a menudo las jerarquías, como pasa en otras instituciones, van por detrás de los deseos de las bases.
El presidente de ERC es más contundente y asegura que el principal defecto de la Iglesia es su "voluntad invasiva" respecto al Código Civil y la planificación familiar.
En contrapartida, Camacho asegura que no encuentra ningún defecto evidente, aunque sí admite que debe seguir profundizando en su proceso de adaptación a los nuevos tiempos.
En la otra cara de la moneda, en virtudes, todos los candidatos coinciden en señalar el trabajo que desempeña la Iglesia con los más necesitados.
"Está llena de cristianos y cristianas de base que trabajan de forma solidaria para los demás", opina Herrera, mientras que para Montilla lo más destacable son los valores de fraternidad, igualdad y justicia social, y para Rivera es el "gran trabajo" de caridad que hace.
Camacho va más allá y recuerda que la "obra social" de la Iglesia es crucial porque si tuviera que hacerla el Estado con sus costes serían "inasumibles".
Políticos en actos religiosos
Sobre la presencia de políticos en actos religiosos, el candidato de ICV-EUiA cree que cualquier persona, a título individual, es libre de acudir al acto religioso que quiera, aunque "los y las electas no deben hacerlo", ya que defiende que se debe separar política y religión.
Por su parte, Montilla afirma que los políticos han de respetar las religiones de todos los ciudadanos y que cada uno debe valorar si asiste o no a actos religiosos en función de sus creencias y del tipo de acto de que se trate.
Rivera opina que pueden ir, aunque diferenciando si son personales o institucionales, mientras que Puigcercós no cree que los electos deban asistir a actos religiosos: "Depende de su conciencia y la tradición cultural".
Sobre esta cuestión, la dirigente popular recuerda que ella misma criticó a Zapatero por no asistir a la consagración de la Sagrada Familia: "Al margen de las opciones personales, era un momento trascendental para la ciudad y para una gran mayoría de españoles, que profesan esta religión".
Comentarios