TODO LISTO PARA EL ESTRENO EN TORONTO
Mel Gibson se une a Martin Sheen en la aventura más internacional del camino de Santiago
Emilio Estévez, hijo del protagonista de «El Ala Oeste de la Casa Blanca», desvela el empeño de su padre, católico y medio gallego.
El próximo viernes, 10 de septiembre, es la fecha: El Camino [The Way], que se empezó a rodar en octubre del año pasado, se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Toronto (Canadá). Y para su distribución internacional contará con una empresa bien comprometida: Icon Productions, la productora de Mel Gibson, que de esta forma respalda el empeño personal de Martin Sheen en hacer una película sobre el Camino de Santiago.
De hecho, según acaba de revelar su hijo y director del film, Emilio Estévez, al semanario católico The Catholic Register, fue la insistencia de su padre la que acabó por convencerle de que se embarcara en el proyecto: «No le puedes decir que no a tu padre», alegó.
El verdadero nombre de Martin Sheen es Ramón Estévez. Nació en 1940 en Dayton (Ohio), hijo del inmigrante gallego Francisco Estévez, y cambió su nombre artístico en homenaje al célebre obispo norteamericano Fulton J. Sheen (18951979), toda una referencia en los brillantes lustros del catolicismo estadounidense de los cincuenta y primeros sesenta del siglo XX.
Todo comenzó hace siete años. Martin Sheen aprovechó una reunión familiar en Irlanda para desplazarse a España y hacer parte del camino de Santiago. La experiencia y el conocimiento de otros peregrinos le cautivaron. Desde entonces no paró de explicar a su hijo Emilio, actor y director nacido en 1962 y hermano de Charlie Sheen, la importancia de rodar una película sobre la principal peregrinación histórica de la Cristiandad.
Y por fin eso es una realidad. El Camino cuenta la historia de cuatro personas que coinciden como peregrinos en la ruta a Compostela. Sheen interpreta a un médico de 70 años que acude a España para completar el Camino que inició su hijo, muerto en su transcurso antes de llegar ante la tumba del Apóstol. Le acompañarán un irlandés enemistado con la Iglesia, una mujer canadiense de carácter cínico que en el recorrido busca una suerte de vaga redención y un holandés que parece perdido.
Metáfora de la vida
Las relaciones entre ellos cuatro durante el recorrido centran la trama de la película, que se transforma en una metáfora de la vida: «Ninguno de los personajes es perfecto en modo alguno. Más bien están algo trastornados, rotos, carecen de un atractivo particular. Es difícil convivir con ellos... para todos ellos. Pero descubren que el Camino forma una comunidad, y que no podemos hacerlo solos. No podemos circular por esta vida por nosotros mismos. Necesitamos la comunidad. Necesitamos la fe. Nos necesitamos unos a otros», explica Estévez, antes de añadir que en El Camino, una historia de «almas rotas», está también muy presente el humor.
Así, y aunque sin duda el gran acontecimiento del Año Santo será la visita a Santiago de Benedicto XVI el 7 de noviembre, a su renombre internacional contribuirá también la figura del popular Jed Bartlet, presidente de Estados Unidos en la premiada El Ala Oeste de la Casa Blanca, serie que en breve comenzará a reponer Intereconomía TV.
De hecho, según acaba de revelar su hijo y director del film, Emilio Estévez, al semanario católico The Catholic Register, fue la insistencia de su padre la que acabó por convencerle de que se embarcara en el proyecto: «No le puedes decir que no a tu padre», alegó.
El verdadero nombre de Martin Sheen es Ramón Estévez. Nació en 1940 en Dayton (Ohio), hijo del inmigrante gallego Francisco Estévez, y cambió su nombre artístico en homenaje al célebre obispo norteamericano Fulton J. Sheen (18951979), toda una referencia en los brillantes lustros del catolicismo estadounidense de los cincuenta y primeros sesenta del siglo XX.
Padre e hijo durante el rodaje. |
Todo comenzó hace siete años. Martin Sheen aprovechó una reunión familiar en Irlanda para desplazarse a España y hacer parte del camino de Santiago. La experiencia y el conocimiento de otros peregrinos le cautivaron. Desde entonces no paró de explicar a su hijo Emilio, actor y director nacido en 1962 y hermano de Charlie Sheen, la importancia de rodar una película sobre la principal peregrinación histórica de la Cristiandad.
Y por fin eso es una realidad. El Camino cuenta la historia de cuatro personas que coinciden como peregrinos en la ruta a Compostela. Sheen interpreta a un médico de 70 años que acude a España para completar el Camino que inició su hijo, muerto en su transcurso antes de llegar ante la tumba del Apóstol. Le acompañarán un irlandés enemistado con la Iglesia, una mujer canadiense de carácter cínico que en el recorrido busca una suerte de vaga redención y un holandés que parece perdido.
Metáfora de la vida
Las relaciones entre ellos cuatro durante el recorrido centran la trama de la película, que se transforma en una metáfora de la vida: «Ninguno de los personajes es perfecto en modo alguno. Más bien están algo trastornados, rotos, carecen de un atractivo particular. Es difícil convivir con ellos... para todos ellos. Pero descubren que el Camino forma una comunidad, y que no podemos hacerlo solos. No podemos circular por esta vida por nosotros mismos. Necesitamos la comunidad. Necesitamos la fe. Nos necesitamos unos a otros», explica Estévez, antes de añadir que en El Camino, una historia de «almas rotas», está también muy presente el humor.
Así, y aunque sin duda el gran acontecimiento del Año Santo será la visita a Santiago de Benedicto XVI el 7 de noviembre, a su renombre internacional contribuirá también la figura del popular Jed Bartlet, presidente de Estados Unidos en la premiada El Ala Oeste de la Casa Blanca, serie que en breve comenzará a reponer Intereconomía TV.
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